Riguroso plan de ahorro y de investigaci¨®n de otras alternativas al petr¨®leo
El consumo energ¨¦tico ?per capita? de Suecia es el quinto del mundo. Suecia es un pa¨ªs tan grande como Espa?a, con unos ocho millones de habitantes. Es un pa¨ªs muy fr¨ªo, de alto nivel de vida y con industrializaci¨®n avanzada. La calefacci¨®n de viviendas y edificios p¨²blicos, condici¨®n indispensable para la habitabilidad del pa¨ªs, constituye un cap¨ªtulo importante de consumo energ¨¦tico. Las industrias suecas tradicionales, pasta y papel y fabricaci¨®n de acero, utilizan una gran cantidad de energ¨ªa. La gran riqueza hidroel¨¦ctrica del pa¨ªs, que facilit¨® la r¨¢pida industrializaci¨®n, expansi¨®n de estas industrias, es ya completamente insuficiente., La abundancia de autom¨®viles devora tambi¨¦n importantes recursos energ¨¦ticos.
Suecia importa todo el petr¨®leo y el carb¨®n que necesita.
En 1973 la crisis del petr¨®leo revel¨® brutalmente la vulnerabilidad de las sociedades industriales. Pa¨ªses como Suecia, que no hab¨ªan tenido hasta entonces una pol¨ªtica energ¨¦tica, se dieron cuenta de la importancia que, de repente, hab¨ªa adquirido la energ¨ªa para la supervivencia de la sociedad. La necesidad de una pol¨ªtica energ¨¦tica se hizo patente y el Parlamento sueco, aprob¨® en 1975 la pol¨ªtica energ¨¦tica.
Cinco elementos fundamentales caracterizan esta pol¨ªtica:
1)Frenar el consumo de energ¨ªa. El objetivo era limitar el 4,5% de incremento anual de consumo de energ¨ªa al 2% para, finalmente, llegar, en 1990, al ?crecimiento cero?, sin que esto afectase negativamente al nivel de vida de los ciudadanos. No hay otro pa¨ªs que se haya fijado un objetivo m¨¢s ambicioso.
Para alcanzar dicha meta se proponen diversas medidas de ahorro de energ¨ªa. Se conceden subvenciones para el estudio de procesos industriales que utilicen poca energ¨ªa, pr¨¦stamos y subvenciones para ahorrar energ¨ªa en la calefacci¨®n de edificios (mayor aislamiento y mejoramiento de las calderas y combusti¨®n). El Gobierno ha solicitado un estudio sobre la posibilidad de utilizar el calor sobrante de las industrias de pasta y papel y de fundiciones en la calefacci¨®n de viviendas.
2) Activa pol¨ªtica petrolera. Su objetivo era limitar la extraordinaria dependencia del pa¨ªs de las importaciones de petr¨®leo y sus derivados. Hoy d¨ªa el petr¨®leo representa el 70% del consumo energ¨¦tico total. Los beneficios ser¨ªan obvios en tres puntos fundamentales: aumentar¨ªa la independencia del pa¨ªs, mejorar¨ªa la balanza comercial y se evitar¨ªa el deterioro del medio ambiente. Para mejorar el abastecimiento de productos petrol¨ªferos se han tomado varias medidas: la creaci¨®n de una compa?¨ªa petrolera estatal que va a coordinar la compra, el transporte y el almacenaje, el incremento de la capacidad de almacenaje de petr¨®leo, la concesi¨®n de garant¨ªas estatales a la prospecci¨®n de petr¨®leo y el estudio de la posibilidad de construir una nueva refiner¨ªa estatal. Las medidas coordinadas de la pol¨ªtica energ¨¦tica har¨¢n descender el porcentaje del petr¨®leo en el consumo total de energ¨ªa del 70%, en 1975, al 60%, en 1985.
3) Garantizar el abastecimiento de electricidad. En los pr¨®ximos a?os la demanda de electricidad aumentar¨¢ m¨¢s que la demanda total de energ¨ªa. Suecia puede satisfacer esta demanda creciente de tres maneras: expansi¨®n de las centrales hidroel¨¦ctricas, las t¨¦rmicas o las nucleares. La primera est¨¢ limitada por consideraciones de mantenimiento de zonas de recreo y de protecci¨®n del medio ambiente. La segunda, por el inter¨¦s de limitar la dependencia del petr¨®leo y tambi¨¦n por consideraciones de defensa del medio ambiente: Queda la tercera, es decir, la ?prudente expansi¨®n? de las centrales nucleares. El Parlamento aprob¨® la construcci¨®n y puesta en funcionamiento de trece centrales nucleares, que producir¨¢n en 1985 unos 63.000 millones de kw/h (kilowatios/ hora). La Inspecci¨®n de Energ¨ªa Nuclear se ocupa de las cuestiones de seguridad.
4) Incremento de la investigaci¨®n en cuestiones energ¨¦ticas. En la ley adoptada por el Parlamento se destinaban unos 366 millones de coronas (5.000 millones de pesetas) para un programa de investigaci¨®n de tres a?os, que trabajar¨ªa en seis apartados diferentes: utilizaci¨®n de energ¨ªa en procesos industriales, en transporte y comunicaciones, en calefacci¨®n de viviendas, reciclaje de energ¨ªa, producci¨®n de energ¨ªa y estudios de sistemas generales energ¨¦ticos.
La mitad de dicha suma se utiliza en medidas de ahorro de energ¨ªa. Aproximadamente la cuarta parte en la investigaci¨®n de nuevas fuentes de energ¨ªa. El resto est¨¢ destinado al desarrollo de las fuentes de energ¨ªa existentes.
La comisi¨®n de investigaci¨®n energ¨¦tica, que funciona en el marco del Ministerio de Industria, es la responsable de la coordinaci¨®n y realizaci¨®n de este punto.
5) Cooperaci¨®n internacional.
El debate p¨²blico sobre cuestiones energ¨¦ticas se ha centrado frecuentemente en la solidaridad internacional. Suecia forma parte de un sistema econ¨®mico internacional. Las exigencias de las naciones m¨¢s pobres de una redistribuci¨®n de recursos naturales est¨¢n relacionadas con la pol¨ªtica energ¨¦tica de los pa¨ªses industrializados. Suecia apoya esas exigencias y el objetivo de crecimiento cero hay que verlo en este contexto. Las catastr¨®ficas consecuencias que la crisis petrolera tuvo en los pa¨ªses pobres ponen de manifiesto la necesidad de la cooperaci¨®n internacional para la soluci¨®n del problema energ¨¦tico a nivel mundial.
Tambi¨¦n se decidi¨® que en 1978 el Parlamento aprobar¨ªa la nueva pol¨ªtica energ¨¦tica que regir¨¢ en el pa¨ªs hasta finales de la d¨¦cada de 1980. Se calcula que para esa fecha ya se tendr¨¢ una idea aproximada de lo que se puede esperar de la campa?a de ahorro energ¨¦tico y se habr¨¢n terminado los estudios sobre la seguridad de las centrales nucleares, los efectos en el medio ambiente de la combusti¨®n del petr¨®leo y el futuro de la expansi¨®n hidroel¨¦ctrica en el pa¨ªs.
En las elecciones de septiembre de 1976. la cuesti¨®n de la pol¨ªtica energ¨¦tica estuvo, indirectamente, en el centro del debate. De creer a Olof Palme, fue la cuesti¨®n de la energ¨ªa nuclear lo que provoc¨® la derrota de la socialdemocracia. El electorado dio su confianza a la pol¨ªtica energ¨¦tica del partido del Centro, basada en un no categ¨®rico a la energ¨ªa nuclear.
La decepci¨®n fue grande cuando la primera decisi¨®n del nuevo Gobierno fue un triste compromiso del partido del centro con el partido conservador y el liberal, miembros de la coalici¨®n gubernamental, ardientes partidarios de la nuclearizaci¨®n del pa¨ªs.
En la actualidad la pol¨ªtica energ¨¦tica sueca sigue bas¨¢ndose en la decisi¨®n parlamentaria de 1975, pero el Gobierno subraya de manera especial los peligros de la energ¨ªa nuclear y establece para la Instalaci¨®n de nuevas centrales normas de seguridad que van a ser dif¨ªciles de cumplir. Tambi¨¦n hace especial hincapi¨¦ en el ahorro energ¨¦tico, especialmente en lo tocante al aislamiento de las viviendas y mejor utilizaci¨®n de los sistemas de calefacci¨®n. Desde 1974, las normas de construcci¨®n permitir¨¢n un ahorro del 50% de la energ¨ªa empleada en calefacci¨®n.
La reci¨¦n creada Comisi¨®n Energ¨¦tica estatal va a tener una importancia central en la futura pol¨ªtica energ¨¦tica sueca. Su misi¨®n es la de elaborar diversas alternativas de pol¨ªtica energ¨¦tica. Una de las alternativas, por lo menos, debe tener como objetivo la eliminaci¨®n total de la energ¨ªa nuclear en Suecia para mediados de la d¨¦cada de 1980.
Evidentemente, tendr¨¢ tambi¨¦n que estudiar los efectos socioecon¨®micos de cada una de las alternativas propuestas y los me dios que el Estado va a utilizar para controlar la utilizaci¨®n de energ¨ªa (sistemas de precios, Impuestos, etc¨¦tera). Estos estudios tendr¨¢n que estar terminados en marzo de 1978. Hasta entonces no es f¨¢cil que se produzcan cambios de importancia en las l¨ªneas fundamentales de la pol¨ªtica energ¨¦tica sueca.
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