No sirve para eso

El deporte no puede servir para provocar espect¨¢culos finales como los ocurridos ayer en el Real Club de Tenis de Barcelona y el s¨¢bado en el Pavillao de Hockey sobre Patines das Antas de Oporto.El tenis, deporte de caballeros y en el que resulta dificil¨ªsimo provocar pasiones, ¨¦stas se desbordaron desde el primer d¨ªa. No se respet¨® ni el tradicional silencio antes de terminar los tantos. Lamentablemente hab¨ªa m¨¢s ganas de que ganara Espa?a que de reconocer -de una vez, porque no es ninguna tragedia nacional perder en deporte, aunque sea el equipo representativo del pa¨ªs- que con un Orantes no recuperado jam¨¢s se pod¨ªa ganar a Italia. El ¨²nico error espa?ol estuvo antes de los encuentros con h¨²ngaros e italianos. Orantes debi¨® haberse operado hace meses y no llegar en plena convalecencia a unos compromisos de entidad. Bastante hizo con ganar al n¨²mero dos h¨²ngaro en Budapest.

En cuanto a lo de Oporto, ya llueve sobre muy mojado. Livramento perdi¨® por en¨¦sima vez sus nervios y ya no es noticia. El capit¨¢n, Rendeiro, en cambio, y alg¨²n otro jugador portugu¨¦s se comportaron magn¨ªficamente tras los primeros momentos. Lo nuevamente lamentable es el absurdo odio existente en Portugal hacia Espa?a en este deporte. Lo malo es que si se cortan las relaciones se empeorar¨ªa la situaci¨®n a¨²n m¨¢s.

Es triste que el deporte desuna por el inter¨¦s desmedido en ganar y por no saber perder. En hockey sobre patines ya existen vallas desde hace tiempo. Lo del f¨²tbol es fruta madura. Sorprendentemente se une ahora el tenis en la necesidad de ponerlas, aunque s¨®lo sea por una vez. No se pondr¨¢n, porque debe volver la cordura -y la sanci¨®n-, pero cada d¨ªa llega una nueva desilusi¨®n al deporte. ?Por qu¨¦ se le hace caer tan bajo? Si pudiera hablar claro, gritar¨ªa que ¨¦l no sirve para eso.