Monoton¨ªa, reses sin garant¨ªas y recomendados, en los carteles de Madrid
El Sindicato Democr¨¢tico Taurino que se daclara aut¨®nomo e independiente, nacional, libre, democr¨¢tico, reivindicativo y de clase (agrupa s¨®lo a novilleros), ha divulgado un manifiesto en el que denuncia la mala calidad del ganado que se lidia en la plaza de Las Ventas, fuera de San Isidro, y los supuestos privilegios que la empresa del coso ampara.
Dicho manifiesto dice as¨ª:
?El Sindicato Democr¨¢tico Taurino pide la participaci¨®n del p¨²blico y de las organizaciones profesionales taurinas en la elaboraci¨®n de los carteles. La afici¨®n de Madrid no merece tragarse las corridas de mulos que todos los domingos sueltan en este coso. Queremos ganado que se deje torear, porque el toreo es un arte y no un espect¨¢culo de dura tragedia.??Los empresarios de esta plaza, si tienen coraz¨®n y sentimientos, deben dejar de abusar de nuestro compa?ero Ra¨²l S¨¢nchez. Madrid ya le ha visto torear Ahora lo quieren ver en Valencia Gij¨®n, etc¨¦tera. Que esta empresa le d¨¦ oportunidades en las otras plazas que monopol¨ªstica mente regenta. Que no trate de acabar con este valiente torero tray¨¦ndolo continuamente a Madrid.?
?La p¨¦sima calidad del ganado que se lidia en la plaza de Las Ventas y la machacona composici¨®n de los carteles, est¨¢ acabando, poco a poco, con la afici¨®n de Madrid, la cual, domingo tras domingo, se siente defraudada .al presenciar unos espect¨¢culos que cada vez son m¨¢s mon¨®tonos.?
?Para que la plaza de Las Ventas sea la misma c¨¢tedra del toreo que, siempre fue, solicitamos de su empresa gestora que se acuerde de este pueblo que quiere contemplar el arte aut¨¦ntico del toreo. Que se acuerde igualmente de todos-aquellos matadores de toros y novilleros, que muchas veces por carencia de recursos econ¨®micos (y no por circunstancias art¨ªsticas) no se presentan en esta plaza, ya que no se les ofrece para ello una aut¨¦ntica corrida de ganado bravo.?
?Acabemos con los privilegios. Queremos ver toros y toreros durante todo el a?o y no que estemos sacrificados, por culpa de esta empresa, a contemplar la autenticidad (?) de este espect¨¢culo ¨²nicamente durante la feria de San Isidro.?
?El p¨²blico y los profesionales taurinos pedimos que Nueva Plaza de Toros de Madrid, SA, coordine sus intereses con los nuestros; que las gayumbadas no sean siempre para los toreros poco placeados o para los que no disponen de medios para pagarse una corrida de lujo. Pedimos, en definitiva,que Las Ventas no siga perdiendo su categor¨ªa de c¨¢tedra del toreo que siempre tuvo.?
El contenido de este manifiesto lo suscribir¨ªan, estamos convencidos, muchos aficionados. Madrid tiene p¨²blico, afici¨®n y rango para dar una espl¨¦ndida temporada de toros, mientras el tiempo lo permita -desde mediados de febrero a ¨²ltimos de octubre suele haber, con car¨¢cter general, un tiempo adecuado- y por tanto no hay por qu¨¦ circunscribir su categor¨ªa de primera plaza del mundo a la feria de San Isidro. Que la empresa de Madrid est¨¦ en la creencia de que ?la gente, lo que quiere los domingos es irse al campo en el coche?, no quiere decir que tal creencia sea art¨ªculo de fe. Hay que recuperar la tradici¨®n de dar espect¨¢culos los jueves y organizar la contrataci¨®n de toreros de forma que las figuras act¨²en en esta plaza tambi¨¦n fuera de la feria como siempre ocurri¨®, hasta que los apoderados con la desmedida influencia, y sus sucesores los exclusivistas (con poder corregido y aumentado), organizaron el cotarro seg¨²n sus particular¨ªsimos intereses, a su acomodo y al margen de la opini¨®n de los aficionados. Aprovecharon, para ello, el boom tur¨ªstico, que les dio abundante clientela, y sujuego fue echar a los aficionados de las plazas.
Es cierto que lo habitual, fuera de feria -y a¨²n en ella, cuando no hay figuras- es soltar en el ruedo de Las Ventas lo que llaman en el argot taurino gayumbadas, que es g¨¦nero m¨¢s barato que las reses de acreditado hierro, no suele plantear problemas en el reconocimiento veterinario, aporta emoci¨®n (la emoci¨®n de la tragedia vivida de cerca, lo que, en cierto modo, mantiene la credibilidad del espect¨¢culo) y, como es dif¨ªcil, a veces imposible, de torear, agudiza las diferencias entre lasfiguras y los modestos, que adem¨¢s est¨¢n poco placeados, y, por tanto, lo l¨®gico es que no puedan con los toros.
Carteles de matadores y novilleros se repiten hasta el aburrimiento en Madrid, con marginaci¨®n de los dem¨¢s profesionales. Quiz¨¢ sea por falta de imaginaci¨®n de los empresarios, o por la presi¨®n de las recomendaciones. Pero es cierto, tambi¨¦n, que los propios hombres, que representan a la empresa (una sociedad an¨®nima, no se olvide), o sus familiares (tambi¨¦n se da este caso) apoderan toreros, que, naturalmente, no carecen de oportunidades -las que hagan falta- en el coso de Las Ventas.
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