Salvar la democracia, salvando la econom¨ªa
El progresivo deterioro de la situaci¨®n econ¨®mica espa?ola comienza a sembrar honda preocupaci¨®n en medios pol¨ªticos, sociales y econ¨®micos. Lejos de constituir un problema eminentemente t¨¦cnico o basado en circunstancias de la propia actividad econ¨®mica, la degradaci¨®n paulatina que se percibe a todos los niveles responde a una carencia de expectativas y de confianza.Las previsiones macroecon¨®micas para 1977 son descorazonadoras.
Tras las elecciones del pasado 15 de junio, los distintos estamentos de la sociedad espa?ola depositaron su confianza en los resultados que, antes o despu¨¦s, deber¨ªa -al menos a nivel te¨®rico- comportar la andadura democr¨¢tica. Luego de olvidar la econom¨ªa en su primera etapa al frente del Gabinete, el presidente Su¨¢rez parece dispuesto a recuperar etapas, colocando al profesor Fuentes Quintana al frente de un equipo econ¨®mico, presentado como coherente y consciente de la realidad, capaz de dar con la receta que la situaci¨®n precisaba y, desgraciadamente, y con mayor urgencia, sigue necesitando.
El fracaso informativo del tercer Gobierno de la Monarqu¨ªa hace que, a pesar de algunas filtraciones, espor¨¢dicas e individuales, el pa¨ªs siga ignorando si existe realmente un plan calibrado, y realista, concebido para desterrar de la realidad espa?ola el fantasma de una quiebra que, tarde o temprano, llegar¨¢ a producirse de perpetuar la inhibici¨®n presente.
Que el Gobierno no haya comparecido a estas alturas para explicar con claridad, sinceridad y contudencia qu¨¦ sacrificios van a ser necesarios para salir de la crisis, ni haya delimitado a qui¨¦nes van a afectar y en qu¨¦ grados, es muy grave. Pero no lo es menos que la Oposici¨®n, incluidas las centrales sindicales, lejos de alcanzar un m¨ªnimo acuerdo, ni siquiera haya sido capaz. de plantear una aut¨¦ntica alternativa.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.