Segunda se?orita

Hace a?os, con Mi querida se?orita, nos ofrec¨ªa Jaime de Armi?¨¢n los problemas particulares de una mujer referidos, fundamentalmente, a una mutaci¨®n de sexo. Tal cambio, sus razones y consecuencias ven¨ªan dadas en una clave real, como un humano examen m¨¦dico que nos dejaba a su final el recuerdo de un filme excelente, de un humor de calidad y un dominio del dif¨ªcil arte de contar una historia poco habitual en t¨¦rminos reales.Gran parte de estas virtudes vuelve a evidenciarse en Nunca es tarde, ¨²ltima pel¨ªcula del mismo autor, tambi¨¦n por ¨¦l escrita y dirigida. Dentro de un estilo o tem¨¢tica que podr¨ªamos llamar fisiol¨®gico-po¨¦tica, esta historia de una mujer de edad que pronto se siente enamorada de un joven y, a la vez, embarazada de ¨¦l, tras verle hacer el amor con su pareja, nos plantea una historia humana como todas aquellas que retratan los anhelos de cierta edad, m¨¢s propicia en teor¨ªa a recuerdos y frustraciones.

Esta firme voluntad de salvarse, de llenar siquiera un peque?o hueco de la vida camino del fin, su af¨¢n por superar prejuicios, intereses y desplantes, acaba componiendo un personaje femenino original, poco com¨²n en nuestra pobre cinernatograf¨ªa.

Tratada con iron¨ªa y, a ratos, con gracia bien expl¨ªcita, esta pareja desigual en edad e incluso en sentimientos que el tiempo y la amistad acabar¨¢n acercando, aparece tratada tan acertadamente como para acabar por hacernos admitir lo que en un principio se evidencia y juzgamos inveros¨ªmil.

Sin embargo, el talento de Armi?¨¢n para este tipo de historias, ya de manifiesto en anteriores ocasiones, vuelve a dar medida de s¨ª en este filme, no s¨®lo en la acertada direcci¨®n de actores, sino tambi¨¦n en su progresi¨®n dram¨¢tica que nos lleva hasta un final ni feliz, ni dram¨¢tico, absolutamente personal, a la vez l¨®gico y pat¨¦tico.

Tras una primera parte donde la historia se pla¨²tea con el asedio divertido de la anciana se?ora al vecino reci¨¦n casado, con las anotaciones acertadas sobre dos vidas burguesas vecinas y, a la vez, contrapuestas, la historia cobra densidad y altura para hacerse m¨¢s vaga en sus ¨²ltimas secuencias. Da entonces la sensaci¨®n de que el cuento se agota y al alargarlo hacia medidas convencionales pierde densidad con alg¨²n que otro planteamiento esbozado, pero no resuelto, como el enfrentamiento entre las dos mujeres o la vida en com¨²n del tr¨ªo a la espera del ni?o, protagonista invisible de la f¨¢bula.

Todo lo apuntado hasta aqu¨ª viene a decir que Nunca es tarde supone uno de los filmes espa?oles m¨¢s originales de esta nueva temporada que se inicia y, por supuesto, uno de los que mejor saben llegar al fondo de los sue?os irrealizables.