M¨¢s de la mitad de las parejas humanas funcionan mal
M¨¢s de la mitad de las parejas no funcionan bien. En todos los seres humanos y todas las relaciones interpersonales existen aspectos sanos y aspectos destructivos, pero en la proporci¨®n citada de parejas predominan los aspectos negativos. Estas palabras, del doctor Rodr¨ªguez Piedrabuena, muestran una de las dimensiones que constituyenobjeto del estudio del problema familiar tratado en el Seminario Nacional de la Familia que termina hoy en Madrid. Alfonso Garcia P¨¦rez informa sobre el tema.
? La gente tiene una idea vagu¨ªsima de lo que es la pareja-asiente ,Rodr¨ªguez Piedrabuena Angustia profundizar en el problema de la pareja, que no es exclusivo de nuestro pa¨ªs. La pareja es algo muy complejo. Una primera pareja es la que uno lleva en la mente, y que es la pareja de los padres, pareja que uno tiende a reproducir en el exterior.? El futuro comportamiento de los individuos queda as¨ª condicionado por la primera pareja vivida en la infancia. Un hombre, por ejemplo, hijo de madre autoritaria y padre sometido, tender¨¢ a reproducir su primitivo esquema familiar, formando pareja con mujeres dominantes, a las que se somete. O, al rev¨¦s, tender¨¢, si su padre fue un individuo autoritario, a adoptar ese comportamiento frente a mujeres a las que someter.
Masculinidad y feminidad
La buena pareja es aquella en la que se produce una aceptaci¨®n en profundidad de uno mismo y del otro, con sus partes negativas, sin entrar, no obstante, en un juego de destrucciones rec¨ªprocas.
?Un hombre realmente macho -afirma el doctor Rodr¨ªguez Piedrabuena- es el que tiene una feminidad profunda y aceptada, feminidad que le lleva a comprenderse con la mujer y a proyectar sobre ella su propia feminidad. Hay entonces un intercambio entre la feminidad del otro, de la mujer y la propia.
Se puede llegar incluso a los amores de homosexualidad sublimada, en la que el hombre es macho-macho, sintiendo un amor profundo por los hombres; esto es lo que sucede en una relaci¨®n homosexual, tanto si se genitaliza como si no.?
La polaridad entre lo masculino y lo femenino se convierte as¨ª en el fundamento profundo de toda pareja, incluida la pareja homosexual. Pero para que la pareja funcione bien debe haber expectativas realistas, ?no convirtiendo al otro en lo que uno quiere ser ni en lo que uno no quiere ser, ni colocando expectativas infantiles, neur¨®ticas o i sic¨®ticas en el otro?.
La pareja, un problema de siempre
Esto quiere decir que la pareja funciona mal porque uno y otro intentan inyectar en el otro expectativas de este tipo. Por ejemplo, la partes maduras ?deben aceptar? las partes enfermas del siquismo de la otra persona, ? reconociendo que el ser humano tiene una inmadurez permanente, debiendo realizar las potencialidades de los dos en com¨²n en la sociedad, ya que la pareja no termina en el n¨²cleo de la casa, aceptando el hecho de que todos tenemos impulsos destructivos de los v¨ªnculos interpersonales pero reconociendo tambi¨¦n que los tenemos constructivos. Una persona madura acepta que la otra sea agresiva en un momento determinado, sin desmoronarse por ello la relaci¨®n?.
La ruptura
La pareja se rompe por muchos motivos. Hay personas que est¨¢n s¨ªquicamente lesionadas y s¨®lo pueden tener relaciones er¨®ticas ?personas que no pueden percibir m¨¢s sentimientos que los er¨®ticos. Para estas personas s¨®lo tiene sentido el sexo, porque en el fondo tienen un profundo miedo a sus semejantes y los reducen a sexo, y de esta forma los someten. Esto, les sucede, por ejemplo, a las mujeres hist¨¦ricas. Otras veces, la causa de esta erotizaci¨®n absoluta es la inseguridad de algunos individuos que al sentirse profundamente destruidos como personas, no quieren que nadie se acerque a otros niveles que no sean los de la mera relaci¨®n corporal. Estas personas, tras estar juntas alg¨²n tiempo, cuando sus expectativas inconscientes se han roto, necesitan romper la pareja para volver a empezar. La erotizaci¨®n precoz del v¨ªnculo es, en estos casos, la fuente del rompimiento?.
Pero sucede tambi¨¦n lo contrario: la ruptura por una escasa erotizaci¨®n: ? Hay personas que tienen terror a la erotizaci¨®n; no erotizan nunca. Se casan y terminan rompiendo porque nunca vencen sus angustias. ? El temor al otro suscita en ambos casos la conversi¨®n en inaccesible de alguna esfera o campo del otro: el ¨¢mbito er¨®tico, el afectivo... Siempre se rechaza algo del otro en estos casos.
Otras veces, por el contrario, la causa del mantenimiento de una pareja frustrante es un m¨®vil patol¨®gico. ?Hay personas -dice el doctor Piedrabuena- que debiendo haberse separado no se separan por miedo y necesidades inconscientes masoquistas, s¨¢dicas, de dependencia. Tienen un yo d¨¦bil que no puede tolerar frustraciones o que no puede adaptarse al medio ambiente.? La pareja se convierte entonces en un medio de defensa colectivo frente al mundo exterior. De hecho, las personas esquizoides se casan para protegerse de la sociedad.
Cayetano Castrill¨®n de la Rosa, jefe del servicio de siquiatr¨ªa infantil y familiar de la Seguridad Social, en Sevilla, asegura que ?el problema de la pareja incide seria, grave y masivamente sobre el ni?o, ya que ¨¦ste, desde que nace, est¨¢ a merced de toda la corriente afectiva, impulsiva e instintiva de la pareja. Seg¨²n el tipo de fuerzas en acci¨®n, as¨ª se ve afectado el ni?o?.
Ante la pareja que va mal, el doctor Castrill¨®n piensa que ?el ni?o prefiere que la pareja se mantenga, aunque vaya mal. Si la pareja que sustituye a la rota es adecuada, y el ni?o tiene la edad de aceptarlo, es mejor el cambio, Pero a partir de los tres a?os, el ni?o no acepta tan f¨¢cilmente el cambio, si la pareja nueva funciona bien. El ni?o suele preferir mantener la pareja, y los padres suelen preferir romperla, lo cual a veces es menos grave que mantenerla. Pero cuando una pareja est¨¢ totalmente vac¨ªa, no tiene sentido mantenerla?.
?Aunque no se han sacado conclusiones del seminario, el inter¨¦s de la gente ha superado todo lo previsto?, asegur¨® a EL PAIS Margarita Espa?a, subdirectora general de la Familia, del Ministerio de Cultura, organismo promotor del seminario nacional. ?Esta subdirecci¨®n general -a?adi¨®- ha querido, antes de pasara la acci¨®n, recoger informaci¨®n real y aut¨¦ntica sobre c¨®mo est¨¢ hoy la familia en Espa?a.?
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