Agricultura investiga las irregularidades de las antiguas hermandades agrarias

El Ministerio de Agricultura, con objeto de sanear el funcionamiento financiero de las hermandades sindicales de labradores y ganaderos de cara a la nueva etapa de representatividad en el sector agrario y ante el hecho de que los 7.800 funcionarios de dichos organismos no perciben sus salarios desde hace m¨¢s de seis meses, est¨¢ llevando a cabo una profunda investigaci¨®n sobre las actividades de todos estos centros cuyas conclusiones comienzan a hacerse p¨²blicas.

Entre las causas que el informe alude para argumentar la falta de cobro de los 7.800 funcionarios de las hermandades sobresale el hecho de que 1.300 millones de pesetas de la recaudaci¨®n realizada por medio de la cuota sindical agraria fueron utilizados por la extinguida Organizaci¨®n Sindical para hacer frente a sus obligaciones financieras, aunque esto se hiciese con cargo a todos los funcionarios que llevan hasta nueve meses sin percibir su salario.Estas irregularidades financieras, que alcanzaron su punto ¨¢lgido durante el pasado a?o, ven¨ªan ocurriendo en mayor o menor medida desde a?os anteriores, todo ello propiciado por el laberinto que deb¨ªa sortear el dinero recaudado a los agricultores y que permit¨ªa que s¨®lo un 50 % de lo recaudado revirtiese en los propios agricultores. La cuota era recaudada por Hacienda, que la pasaba al Instituto Nacional de Previsi¨®n, que a su vez la enviaba a la Administraci¨®n General de la Organizaci¨®n Sindical -hoy AISS- para su posterior transferencia a la hermandad, que tras detraer una buena, parte de los fondos en cuesti¨®n, la transfer¨ªa a las c¨¢maras provinciales, de las que, con otra merma considerable, pasaba a las entidades locales.

Este hecho irregular ha podido ser desvelado debido a que la financiaci¨®n de las hermandades locales pasa a depender de los Presupuestos Generales del Estado, a trav¨¦s del Ministerio de Agricultura, y m¨¢s concretamente del Instituto de Relaciones Agrarias.

La mala utilizaci¨®n de estos 1.300 millones, de los que s¨®lo han sido devueltos cuatrocientos, ha motivado que el IRA haya tenido que pedir un cr¨¦dito extraordinario al Estado para hacer frente a los salarios de los 7.800 funcionarios. Del cr¨¦dito solicitado, por valor de 1.660 millones de pesetas, han sido concedidos s¨®lo 782 millones, por lo que a finales del presente a?o se deber¨¢n todav¨ªa seiscientos millones en sueldos y sin contar la parte correspondiente a Seguridad Social e IRTP. La falta de cobro de los salarios por parte de los funcionarios de las hermandades no ha impedido que ¨¦stos contin¨²en desarrollando sus funciones, que a la larga componen la vida administrativa-burocr¨¢tica de todo el Ministerio de Agricultura a nivel provincial.

Este caso ocurrido a los funcionarios de las hermandades no se ha producido en las c¨¢maras provinciales agrarias ni en la antigua Hermandad Nacional, ya que al recibir de primera mano los fondos de la cuota sindical, han mantenido el dinero necesario para su normal funcionamiento y otras acciones. El informe se?ala que buena parte de los presidentes de las antiguas c¨¢maras of¨ªciales sindicales agrarias (COSA) contin¨²an percibiendo 20.000 pesetas mensuales en concepto de gastos de representaci¨®n, si bien, desde el pasado mes de junio, sus funciones han desaparecido.

Pero donde los problemas alcanzan su punto ¨¢lgido es en la Hermandad Nacional de Labradores y Ganaderos. Entre las acciones de estas organizaciones hay que se?alar el hecho de que sufraga las p¨¦rdidas de un hotel-residencia de su propiedad llamado Campomar y que alcanza la cifra de 20-35 millones de pesetas anuales; estas p¨¦rdidas se deben a una deplorable gesti¨®n administrativa, al mantenimiento de una plantilla fija de cien personas, a la falta de una gesti¨®n empresarial y al hecho de que dos significados sindicalistas agrarios del vertical: se?ores Lample y Olivert, ocupan en esta empresa los cargos de director-gerente y jefe de obras y servicios.

El informe pone de relieve otra de las sangr¨ªas de la Hermandad Nacional. Se trata del semanario Hermandad, que tendr¨¢ en el a?o actual unas p¨¦rdidas de quince millones. Entre otras razones, estas p¨¦rdidas est¨¢n motivadas por una mala gesti¨®n y por unos sueldos entre los que sobresalen los recibidos- por dos periodistas, que independientemente de su sueldo reciben -se desconoce si en los dos casos- un extra proveniente de los ocho millones de pesetas que el presidente de la Hermandad Nacional controla libremente para su libre disposici¨®n, cifra que contrasta sensiblemente con la de cualquier cargo p¨²blico por ser sensiblemente superior.

Otras causas de la necesidad de fondos de la hermandad reside en que contin¨²a sufragando los gastos inherentes a una oficina de representaci¨®n en Bruselas.

El intento del Ministerio de Agricultura, que a trav¨¦s de las comisiones econ¨®mico- administrativas trata de profundizar en el tema, de desmembrar el caciquismo en toda las organizaciones sindicales agrarias, no resulta sencillo, m¨¢xime cuando la organizaci¨®n de lo que se podr¨ªa llamar bunker agrario tiene importantes soportes. Sin embargo, el deseo del Ministerio de Agricultura de devolver a los agricultores la aut¨¦ntica representaci¨®n del campo obliga a este departamento a continuar con esta tarea, si bien la situaci¨®n de pnivilegio de muchos de los antiguos dirigentes de la hermandad hace dificil el intento.

El seguro agrario, en v¨ªas de soluci¨®n

Para estudiar diferentes temas relacionados con la Seguridad Social, el lunes mantuvieron una reuni¨®n los ministros de Hacienda, Sanidad y Seguridad Social y Agricultura.

Los tres representantes del Gobierno llegaron a los acuerdos siguientes: realizar un estudio comparativo de la situaci¨®n de la Seguridad Social agraria frente al r¨¦gimen general de la Seguridad Social, lo que llevar¨¢ consigo abordar la evoluci¨®n de las aportaciones a la Seguridad Social y las prestaciones que de la misma se perciben; unas propuestas concretas de modificaci¨®n o sustituci¨®n del r¨¦gimen de jornadas te¨®ricas por otro sistema que resulte m¨¢s equitativo y adecuado a la realidad agraria actual, y un calendario que considere los tiempos de aproximaci¨®n del r¨¦gimen de la Seguridad Social agraria al r¨¦gimen general.