Me interesan las relaciones entre cultura y poder

?Mi inter¨¦s se centra en las relaciones entre la cultura y la pol¨ªtica, sobre todo, en la condici¨®n de poder y el intelectual que ejerce el poder. Mi libro sobre Le¨®n Blum es una respuesta a la biograf¨ªa que escrib¨ª del general De Gaulle, que ejerci¨® el poder con una mezcla de autoridad intelectual y militar. Son dos ejemplos de hombres de fuerte formaci¨®n intelectual que ejercieron el poder con sus propios m¨¦todos?, declar¨® a EL PAIS el escritor Jean Lacouture, que el pasado jueves present¨® en Madrid su ¨²ltimo libro sobre el pol¨ªtico franc¨¦s Le¨®n Blum, publicado por la editorial Seuil, dentro de los actos de la Quincena Cultural Francesa.El escritor, y periodista Jean Lacouture, profesor del Instituto de Ciencias Pol¨ªticas de Par¨ªs ha publicado varias obras dedicadas a temas y personalidades de la historia contempor¨¢nea, entre las que figuran Egipto en movimiento (1956), El fin de una guerra: Indochina (1960), Elpeso del Tercer Mundo (1962), De Gaulle (1965), Ho-Chi-Minh (1967), Israel y. los ¨¢rabes (1967), Nasser (1971) y Andr¨¦ Malraux (1973). ?La relaci¨®n entre cultura y poder -declara- tambi¨¦n la trat¨¦ en el libro sobre Malraux y en uno pr¨®ximo que escribir¨¦ sobre Mauriac. Los intelectuales han dominado la pol¨ªtica europea en la primera parte del siglo XX. Despu¨¦s de la explosi¨®n del fascismo, que fue la anticultura, entramos en la era de los bur¨®cratas y tecn¨®cratas, los hombres de los sistemas o de las oligarqu¨ªas t¨¦cnicas. La pol¨ªtica actual se reduce a la gesti¨®n y para este papel no hay necesidad de intelectuales.?

Lacouture considera que nos encontramos en un per¨ªodo de nostalgia intelectual. ?Creo que las locuras del fascismo y las desilusiones que lleva la realizaci¨®n del socialismo en la Europa del este han dominado el papel de la ideolog¨ªa. A la falta de imaginaci¨®n en la pol¨ªtica se une que los problemas contempor¨¢neos en la mayor¨ªa de los pa¨ªses son, sobre todo, econ¨®micos.?

En su biograf¨ªa sobre el pol¨ªtico franc¨¦s Lecin Blum (1872-1950), presidente del Gobierno del Frente Popular en 1936, y del Gobierno socialista, en 1946, despu¨¦s de ser detenido por el Gobierno de Vichy y deportado por los nazis, autor de la obra A escala humana, Lacouture resalta la actualidad de un hombre que intent¨® conciliar la justicia y la libertad, as¨ª como la pr¨¢ctica de las virtudes personales en la vida p¨²blica.

?La carrera pol¨ªtica de Blum desemboca, posiblemente, en un fracaso, aunque el Gobierno que presidi¨® haya transformado la condici¨®n obrera en Francia y las perspectivas de las relaciones entre el pueblo y el Estado. En su tiempo, la cuesti¨®n primordial era el problema del fascismo y preservar la democracia. A pesar de su sinceridad y voluntad no supo organizar las fuerzas del Estado franc¨¦s, ni el conjunto de la izquierda para oponerse a la subida del totalitarismo. Sin embargo, Blum queda hoy como el hombre de su tiempo m¨¢s interesante para nosotros. Otros hombres importantes de la primera parte de este siglo en Francia no tienen la actualidad moral e intelectual de Blum.?

El tema de la pol¨ªtica de Blum frente a la guerra civil espa?ola y su ?no intervenci¨®n?, ocupa el inter¨¦s de los historiadores y es motivo de cr¨ªtica por parte de Lacouture. ? He escrito un libro favorable a Blum, pero estoy en desacuerdo con su decisi¨®n de no intervenir en la guerra espa?ola. Las razones que hizo valer son considerables y no permiten despreciarlas. En el gobierno que presid¨ªa, alianza entre socialistas y radicales sin participaci¨®n de los comunistas, la mayor¨ªa de los radicales se negaban a correr riesgos. En la opini¨®n p¨²blica francesa hab¨ªa una gran reserva frente a la ayuda a la Rep¨²blica espa?ola y el aparato del Estado era hostil a sostener la Rep¨²blica. Adem¨¢s de estos datos interiores y la escasez de armamentos, hab¨ªa la oposici¨®n de Gran Breta?a. El conjunto d¨¦ estos argumentos no me parece enteramente convincentes. De esta forma, Blum y el Gobierno socialista estaban en la imposibilidad de aplicar una pol¨ªtica justa que era sostener el Gobierno leg¨ªtimo de Madrid.?