El desprecio administrativo por la mujer
Con frecuencia y raz¨®n se ha dicho que ¨¦ste es un pa¨ªs machista. Con menos frecuencia y probablemente con mucha m¨¢s raz¨®n se ha dicho que la Administraci¨®n espa?ola es machista. Lo que ya parece claro es que por lo que se refiere a la mujer y a sus problemas, la actual Administraci¨®n es, esencialmente, ineficaz.El pasado 28 de noviembre present¨® su dimisi¨®n, con car¨¢cter irrevocable, la primera subdirectora general de la Condici¨®n Femenina, Pilar Izaguirre. La mencionada subdirecci¨®n general ha sido motivo de cr¨ªtica por el mero hecho de dar a la mujer -en el ¨¢mbito administrativo- categor¨ªa de subdirecci¨®n, ni siquiera una direcci¨®n general. Es decir, que los complejos e importantes problemas de m¨¢s del 50 % de la poblaci¨®n espa?ola tienen una valoraci¨®n inferior al teatro o a la oficina de prensa de la Vicepresidencia Pol¨ªtica del Gobierno, por citar tan s¨®lo dos ejemplos de direcciones generales. Pues bien, al parecer, el actual equipo del Ministerio de Cultura y concretamente la Direcci¨®n General de Desarrollo Comunitario, de la que depende la ya mencionada Subdirecci¨®n de la Condici¨®n Femenina, no considera importante el hecho de que est¨¦ vacante desde el pasado 28 de noviembre, m¨¢s de mes y medio.
Pilar Izaguirre dimiti¨® no por motivos personales, como se aleg¨® en su d¨ªa y ratific¨® el director general, Garc¨ªa Margallo, sino por comprender, al menos desde su perspectiva personal, la inutilidad de su esfuerzo, o dicho con otras palabras, el desinter¨¦s administrativo por el tema.
Una Subdirecci¨®n General de la Condici¨®n Femenina, en buena l¨®gica, deber¨ªa de estar desbordada de trabajo -lo que no dudamos que ocurra- y con una persona al frente de la misma, que consiga llevar a la pr¨¢ctica alguna de las tareas apremiantes que ese machismo que cit¨¢bamos al comienzo ha despreciado y relegado con constancia: por ejemplo, un centro de documentaci¨®n riguroso para que todos los estudiosos del tema, o las feministas, puedan reacabar la informaci¨®n necesaria sobre los problemas que aquejan a este important¨ªsimo sector social. Es evidente que la mujer es tambi¨¦n ciudadano, pero no lo es menos que, por una tradici¨®n capitalista, una educaci¨®n religiosa y el tan mencionado machismo institucional, la mujer est¨¢ discriminada laboral y econ¨®micamente, posee una notable desinformaci¨®n sobre su propio cuerpo y acepta sumisa una condici¨®n de inferioridad en la sociedad y en su propia casa.
El pasado martes se inauguraba en Madrid un centro de planificaci¨®n familiar creado por el PSOE. Existen otros vinculados a grupos feministas. El aborto se convertir¨¢, sin duda, en uno de los temas m¨¢s espinosos y pol¨¦micos del momento. La trabajadora exige y exigir¨¢ con mayor fuerza, tras las elecciones sindicales, su equiparaci¨®n salarial con el trabajador. La reforma, inminente al parecer, del C¨®digo Penal, tendr¨¢ en la mujer a una de sus principales protagonistas, y as¨ª sucesivamente. Temas de indudable repercusi¨®n nacional, que afectan a numerosos ministerios y que tiene en la Subdirecci¨®n General de la Condici¨®n Femenina una de las escas¨ªsimas parcelas ejecutivas de la Administraci¨®n, a la que, por lo visto, se la considera in¨²til o, cuando menos, innecesario el reemplazar a Pilar Izaguirre, vacante que dej¨® harta de comprobar c¨®mo ?la pol¨ªtica? se impon¨ªa a la eficacia.
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