Violentas manifestaciones contra la dictadura de Somoza
Quienes planearon el asesinato del periodista nicarag¨¹ense Pedro Joaqu¨ªn Chamorro, probablemente no calcularon las consecuencias que el hecho podr¨ªa producir. La muerte del director de La Prensa, que siempre se distingui¨® por su oposici¨®n al r¨¦gimen de Anastasio Somoza, ha desatado las m¨¢s violentas manifestaciones en pleno centro de Managua, con incendios y graves p¨¦rdidas econ¨®micas, y ha aglutinado a los m¨¢s variados sectores sociales en contra del dictador ?Tachito? Somoza.El Gobierno sac¨® al ej¨¦rcito nicarag¨¹ense a las calles de Managua para reprimir las manifestaciones callejeras, que se produjeron antes, durante y despu¨¦s de las honras f¨²nebres en memoria del periodista asesinado Decenas de miles de personas asistieron a los funerales y luego recorrieron calles cercanas al edificio del diario La Prensa incendiando veh¨ªculos y algunos locales comerciales. Diez personas tuvieron que ser asistidas en centros hospitalarios.
La significaci¨®n pol¨ªtica de Joaqu¨ªn Chamorro iba m¨¢s all¨¢ de la postura de oposici¨®n que siempre mantuve, desde las columnas de su diario. A ra¨ªz de los ataques realizados en diversos puntos de Nicaragua, incluida la propia- capital, por guerrilleros del Frente Sandinista de Liberaci¨®n, Chamorro fue elegido presidente de la Uni¨®n Democr¨¢tica de Liberaci¨®n (Udel), grupo compuesto por personalidades de muy variada significaci¨®n ideol¨®gica y social, encargado de dialogar con el Gobierno de Somoza sobre la necesidad de un cambio radical en las estructuras del pa¨ªs.
Presionado por las circunstancias y sin contar con el tradicional apoyo norteamericano, Somoza acept¨® iniciar conversaci¨®n con Udel, pero despu¨¦s de las elecciones municipales el pr¨®ximo febrero. Udel rechaz¨® de plano esta condici¨®n indicando que las elecciones ser¨ªan ganadas, como es tradicional en los reg¨ªmenes autoritarios, por los partidarios del Gobierno, y que esta circunstancia colocar¨ªa a Somoza en una falsa posici¨®n de fuerza.
En opini¨®n de los observadores, el asesinato de Chamorro (cuyos presuntos autores fueron detenidos el jueves, seg¨²n anunci¨® la polic¨ªa) no solamente no acallar¨¢ a la oposici¨®n interna al r¨¦gimen de Somoza, sino que la acrecentar¨¢. Cuando se produjeron los ataques de guerrilleros sandinistas,el dictador se vio sorprendido por el hecho de que obispos, intelectuales, financieros, empresarios y profesionales, muchos de ellos antiguos aliados del somocismo, hicieran p¨²blica su oposici¨®n a la situaci¨®n por la que atraviesa el pais, sometido desde hace m¨¢s de cuarenta a?os a la dictadura de la familia Somoza, y se pronunciar¨¢n por la urgente necesidad de un cambio radical del que no deber¨ªan estar ajenos los dirigentes del Frente Sandinista. Chamorro, que recogi¨® esta bandera desde las p¨¢ginas del peri¨®dic¨® que dirig¨ªa, se convirti¨® as¨ª en uno de los m¨¢s graves obst¨¢culos para la permanencia de los Somoza en el poder, sobre todo ¨¦n las circunstancias internacionales que ya no favorecen, como antes, al actual r¨¦gimen nicarag¨¹ense.
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