Nucleonor se queja ante el Senado de EEUU de la complicada legislaci¨®n nuclear

Mientras el Senado norteamericano se dispone a votar una ley destinada a limitar la proliferaci¨®n at¨®mica, mediante un r¨ªgido control de las exportaciones de uranio, un representante de las compa?¨ªas el¨¦ctricas espa?olas inform¨® en una carta enviada ayer al Comit¨¦ de Relaciones Exteriores sobre los graves problemas que la complicada legislaci¨®n estadounidense causa a las centrales nucleares espa?olas.Jos¨¦ Luis S¨¢nchez, director de Nucleonor (Centrales Nucleares del Norte) envi¨® la carta al senador John Sparkman, presidente del Comit¨¦ de Relaciones Exteriores del Senado, un d¨ªa antes de que la C¨¢mara alta norteamericana vote el proyecto de ley que podr¨ªa afectar seriamente a las centrales at¨®micas espa?olas. La ley, que fue aprobada en septiembre por la C¨¢mara de Representantes, ser¨¢ votada en el Senado en la madrugada del mi¨¦rcoles, hora de Madrid, y deber¨¢ ser posteriormente aprobada por una sesi¨®n conjunta de las dos C¨¢maras del Congreso.

El se?or S¨¢nchez indica en su carta que Espa?a podr¨ªa verse obligada a reconsiderar su plan de construcci¨®n de centrales at¨®micas -en su gran mayor¨ªa de fabricaci¨®n norteamericana- si contin¨²an los retrasos en los suministros de uranio y de equipo t¨¦cnico, que ya han causado graves perjuicios a las compa?¨ªas el¨¦ctricas espa?olas. Concretamente; el director de Nucleonor hace referencia a los treinta meses de retraso sufridos por la central de Asc¨®, los diecisiete meses que retrasaron la de Valdecaballeros y otros problemas que afectaron a las plantas at¨®micas de Lem¨®niz, Garo?a y Zorita:

La carta del se?or S¨¢nchez recoge los puntos esenciales de su intervenci¨®n el a?o pasado en la reuni¨®n del Atomic Industrial Forum, en Nueva York, de los que inform¨® EL PA?S, el pasado mes de marzo. Jos¨¦ Luis S¨¢nchez dijo entonces que Espa?a ha firmado acuerdos sobre control de material at¨®mico con Estados Unidos y con la Agencia Internacional de la Energ¨ªa At¨®mica (AlEA), que son suficiente garant¨ªa de que nuestro pa¨ªs no pretende utilizar la energ¨ªa at¨®mica para fines no pac¨ªficos.

Las continuas trabas y dificultades impuestas por Estados Unidos han hecho que los compradores espa?oles comiencen a fijarse en otros exportadores de tecnolog¨ªa at¨®mica. Buena prueba de ello es que en los ¨²ltimos tres a?os s¨®lo se adquiri¨® un reactor en Estados Unidos y dos en la Rep¨²blica Federal de Alemania. Sin embargo, Espa?a contin¨²a dependiendo de norteam¨¦rica para su programa, nuclear y la ley en curso de aprobaci¨®n por el Congreso podr¨ªa afectar a tal programa de forma a¨²n no determinada, ya que el n¨²mero de enmiendas y contraenmiendas hace dif¨ªcil conocer cual ser¨¢ el texto definitivo de la ley de control de exportaciones de material at¨®mico.

La confusa legislaci¨®n actual obliga a que antes de concederse una licencia de exportaci¨®n haya de llegarse a un acuerdo entre varios departamentos ministeriales norteamericanos (Estado, Defensa y el reci¨¦n creado de Energ¨ªa), adem¨¢s de la Comisi¨®n Reguladora Nuclear y la Agencia de Desarme y Control de Armamento.

Espa?a no ha firmado el tratado de no-proliferaci¨®n nuclear y esto podr¨ªa suponer un problema adicional.