Los pa¨ªses pobres quieren un nuevo orden econ¨®mico internacional
El poder monop¨®lico de que son due?os los pa¨ªses exportadores de tecnolog¨ªa; el ejercicio de los poderes sin l¨ªmites que ejercen sobre ¨¦sta, y los precios irracionales que se cobra por la llamada transferencia tecnol¨®gica, conceptualmente es uno de los campos a que apunta el establecimiento de un ?nuevo orden econ¨®mico internacional?, y en esa medida, otro de los ?frentes de batalla? en que est¨¢n enfrentados en el sistema de Naciones Unidas los pa¨ªses industrializados y los en desarrollo, o m¨¢s gr¨¢ficamente, calificados de pobres.
Este problema, que fue aludido internacionalmente por primera vez en Santiago de Chile en 1972 durante la segunda Conferencia de la ONU para el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD), adquiri¨® en lo formal caracteres de una verdadera denuncia de los pa¨ªses pobres, que, en sucesivas reuniones sobre la materia, han demostrado que la tecnolog¨ªa ?es el producto m¨¢s caro del mundo?, en circunstancias de que no existe un mercado, sino pa¨ªses exportadores de tecnolog¨ªa, que son unos pocos, y compradores, que constituyen la gran mayor¨ªa.
La "¨¦tica" de la tecnolog¨ªa
La soluci¨®n, ?un c¨®digo de conducta de transferencia de tecnolog¨ªa?, que regule el comercio de este producto, muchas veces invisible, es motivo de una reuni¨®n que se celebra en estos d¨ªas en Ginebra, con la participaci¨®n de expertos de m¨¢s de cien pa¨ªses.El futuro c¨®digo concebido por el grupo de los 77 (pa¨ªses en desarrollo), deber¨ªa establecer normas mediante las cuales la empresa o el pa¨ªs exportador no podr¨ªa imponer a la empresa o pa¨ªs importador, precios y cl¨¢usulas de contratos irracionales e ilimitados en el tiempo. Esto sobre la base de que la variante m¨¢s abusiva a¨²n, seg¨²n los pa¨ªses pobres, es la imposici¨®n al importador de la utilizaci¨®n de determinados insumos que provienen de la misma fuente exportadora.
Voluminosos informes demuestran que, especialmente en los ¨²ltimos a?os, la presi¨®n de las empresas extranjeras es tan grande, que resulta dif¨ªcil o pr¨¢cticamente imposible para un pa¨ªs mantener cierta independencia y adoptar relaciones justas, por la inexistencia de convenci¨®n o c¨®digo internacional.
Otro punto de discordia es si debe o no aplicarse este posible futuro convenio a las empresas matrices y sus subsidiarias, en otras palabras, a las multinacionales. Los pa¨ªses industrializados han planteado al respecto que ellos, como Gobierno, pueden adquirir ciertos compromisos, pero plantean la imposibilidad de obligar a las empresas privadas de sus pa¨ªses a adoptar actitudes similares.
Sin embargo, el principal obst¨¢culo para que en el pr¨®ximo mes de noviembre se cumpla la recomendaci¨®n de la asamblea general de la ONU del a?o 1977 para que se establezca este ?c¨®digo de conducta de transferencia tecnol¨®gica?, radica en que los pa¨ªses industrializados, con algunos matices, proponen que m¨¢s que un c¨®digo se acuerden directrices a seguir, pero que no ?obliguen a los Estados?. Mientras, los pa¨ªses en desarrollo mantienen su firme posici¨®n de un ?c¨®digo jur¨ªdico obligatorio?, tal cual lo acord¨® este ¨²ltimo grupo de pa¨ªses en la reuni¨®n de Manila en marzo de 1977.
Seg¨²n los observadores, la actual reuni¨®n, que debe finalizar a m¨¢s tardar el pr¨®ximo s¨¢bado, constituir¨¢ un nuevo fracaso, que se sumar¨¢ a los intentos frustrados de establecer un fondo com¨²n regulador de materias primas, o las negociaciones sin ¨¦xito que han celebrado los pa¨ªses ricos y pobres para la renegociaci¨®n de las deudas externas de estos ¨²ltimos.
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