Orden y ausencia de emotividad en la inauguraci¨®n del IX Congreso del PCE
Con una hora de retraso sobre la hora prevista y el sal¨®n de sesiones completamente lleno, el IX Congreso del PCE comenz¨® ayer sus sesiones sin otras manifestaciones externas que la ovaci¨®n dedicada a Dolores Ib¨¢rruri, presidenta del partido, y Teresa M¨¢rquez -esposa de Jos¨¦ D¨ªaz, el que fue l¨ªder comunista durante la guerra civil- al hacer su entrada en el sal¨®n. Una bandera nacional y otra del PCE presid¨ªan el acto junto con las banderas de las nacionalidades y regiones, incluida la de Navarra.Completo orden y ausencia de emocionalidad -pr¨¢cticamente nadie levant¨® el pu?o ni se dieron gritos de ning¨²n tipo- fueron caracter¨ªsticas de la jornada inaugural, en la que cabe destacar la presencia de representantes de varios partidos, desde Alianza Popular a la ORT. No asisti¨® el socialista Enrique M¨²gica, inicialmente anunciado en la relaci¨®n de invitados.
El secretario de organizaci¨®n del PCE, Sim¨®n S¨¢nchez Montero, abri¨® el acto con la propuesta de aprobaci¨®n de la mesa presidencial del congreso. Conforme S¨¢nchez Montero le¨ªa los nombres, los delegados aplaud¨ªan: fueron especialmente ovacionados los de Dolores Ib¨¢rruri, Eduardo Saborido, Santiago Carrillo. Marcelino Camacho e Ignacio Gallego.
Seguidamente, S¨¢nchez Montero dio lectura a una lista de nombres que constituyen la presidencia de honor del congreso, presentados por aqu¨¦l como ?un resumen de la historia del partido?. Figuran en esta presidencia de honor los abogados supervivientes de la matanza de Atocha: la viuda del dirigente Pedro Pati?o, muerto por la Guardia Civil durante una huelga de la Construcci¨®n: Angelita Grim¨¢u, Rafael Alberti, Gabriel Celaya, Blas de Otero, Moreno Galv¨¢n, el padre Llanos y el padre Diez Alegr¨ªa (ovacionados con calor por los asistentes). Ana Bel¨¦n, Juan Genov¨¦s, Cristina Almeida, Juan Antonio Bardem, Juan Diego, Teresa M¨¢rquez -la viuda de Jos¨¦ D¨ªaz- Vicenta Camacho y otras personas.
Una vez citados y aplaudidos todos los nombres mencionados, S¨¢nchez Montero volvi¨® precipitadamente al micr¨®fono para pedir disculpas por haberse olvidado de someter a la aprobaci¨®n formal del congreso la propuesta de mesa presidencial. Fue aprobada con dos votos en contra y una abstenci¨®n.
Acto seguido, los miembros de la mesa presidencial ocuparon el estrado y uno de ellos, Adolfo Pi?ero, anunci¨® de pronto: ?Camaradas: la mesa me ha elegido a m¨ª como presidente del congreso?, e inmediatamente agreg¨® que iba a someter a aprobaci¨®n el programa y las normas de funcionamiento del congreso, preparadas por los presidentes y secretarios de delegaciones con una representaci¨®n del Comit¨¦ Central. Programa y normas fueron aprobados, con 35 votos en contra (en su mayor¨ªa del PSUC) y ochenta abstenciones, fundamentalmente delegaciones catalanas, Madrid y Asturias. (Una s¨ªntesis de estas normas Figura en otro lugar de estas mismas p¨¢ginas
A continuaci¨®n, Santiago Carrillo ocup¨® la tribuna de oradores por espacio de dos horas y cinco minutos, a fin de dar lectura al informe del Comit¨¦ Central a los congresistas (que tambi¨¦n presentamos en otro lugar de estas mismas p¨¢ginas). Su cita ?al ¨²ltimo de nuestros fusilados, al inolvidable Juli¨¢n Grimau?, arranc¨® una gran ovaci¨®n, al igual que sus palabras en el sentido de que ?estamos decididos a forjar el porvenir y asegurar muchos a?os de progreso y avance al PCE?. Otros aplausos estuvieron dedicados a subrayar la afirmaci¨®n de que ?la violencia por la violencia s¨®lo puede generar fascismo y reacci¨®n?, y fue especialmente ovacionada la menci¨®n a que ya han terminado los tiempos en que la Brigada Pol¨ªtico-Social resolv¨ªa en las comisar¨ªas la conflictividad laboral.
Otros p¨¢rrafos muy ovaciona dos del discurso de Carrillo fue ron los referidos a la ?obsesi¨®n electoralista? del PSOE y la imposibilidad de que se haga una pol¨ªtica socialista sin el PCE; tambi¨¦n hubo ovaci¨®n para el pasaje en que Carrillo atac¨® a EL PA?S, e fue aplaudida la afirmaci¨®n de que ?quien no est¨¦ de acuerdo con la pol¨ªtica de nuestro partido, se ha equivocado de partido?.
Finalizado el discurso de Carrillo -el secretario general del PCE fue premiado con dos besos de Dolores Ib¨¢rruri, al regresar a su asiento, mientras los congresistas aplaud¨ªan-, se dio lectura a las delegaciones extranjeras presentes. Hubo ovaciones especialmente notables para el MPLA angole?o, el Partido Comunista cubano (los asistentes prorrumpieron en gritos de Fidel, Fidel), MAPU y PC de Chile, PC y PS franc¨¦s, Partido Comunista italiano. OLP, Polisario y Partido Comunista de la Uni¨®n Sovi¨¦tica (PCUS), este ¨²ltimo subrayado por gritos de Lenin, Lenin en alg¨²n sector de la sala. La acogida a los partidos espa?oles fue diversa: desde algunos silbidos a Alianza Popular, hasta los gritos de Unidad, unidad dedicados al PSOE.
Representaciones de partidos espa?oles
El PCE ha invitado al congreso a representaciones de todos los partidos parlamentarios y otras fuerzas de izquierda extraparlamentaria. Ayer estuvieron presentes en la sesi¨®n Carlos Argos, de Alianza Popular; Gonzalo Casado, de UCD; Donato Fuejo, del PSP; Manuel Gued¨¢n, de la ORT; Javier ?lvarez Dorronsoro, del MC; Miguel Roca, de la Minor¨ªa Catalana, y Ernest Lluch, de Socialistas de Catalu?a, entre otros.
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