"El cambio debe llegar tambi¨¦n a los partidos y a la Administraci¨®n"

Bajo el t¨ªtulo de Otras reformas... otras rupturas, el subsecretario de Justicia, Juan Antonio Ortega D¨ªaz-Ambrona, pronunci¨® ayer una conferencia en el club Siglo XXI, de Madrid, en la que abord¨® la necesidad de que el proceso de cambio democr¨¢tico que se desarrolla actualmente en Espa?a se ampl¨ªe a estructuras y modos de ser heredados que apenas han sido afectados por dicho proceso.

Aunque el conferenciante reconoci¨® que el principal objetivo de la nueva pol¨ªtica espa?ola estaba siendo coronado por el ¨¦xito, es decir, el tr¨¢nsito sin trauma a la democracia, manifest¨® que, no obstante, el cambio experimentado no hab¨ªa sido tan profundo como pudiera pensarse, ya que hab¨ªa afectado fundamentalmente al lenguaje, siendo m¨¢s modesta su incidencia en el plano real.El se?or Ortega propuso como cambios -rupturas- m¨¢s necesarios la necesidad de romper con la confusi¨®n y con la irresponsabilidad y la frivolidad en pol¨ªtica. La primera ruptura citada la centr¨® el conferenciante en los partidos cuya estructura interna deber¨¢ ser claramente democr¨¢tica. Para el se?or Ortega un partido democr¨¢tico debe tener, ante todo, una ideolog¨ªa definida, que deber¨¢ ser la expresi¨®n, en t¨¦rminos de principios y valores, de los intereses b¨¢sicos de su electorado o del sector social al que cada partido se dirige.

La segunda ruptura la centr¨® el conferenciante en la Administraci¨®n, que deber¨ªa tender a hacer que, ¨¦sta sirviera con eficacia tanto a un Gobierno de derechas como de centro o de izquierdas. Sostuvo a este respecto el conferenciante que la reforma administrativa era fundamental si no sequer¨ªa que la reforma pol¨ªtica se qu¨¦dase s¨®lo en palabras. El se?or Ortega preconiz¨® una Administraci¨®n burocr¨¢tica ¨¢gil, adaptada a las necesidades de cada momento, con sentido del poder p¨²blico y basada en la honesta gesti¨®n de los intereses generales.

?Reformar la estructura interna de los partidos -concluy¨®-, reformar la Administraci¨®n, romper con la confusi¨®n y ligereza en la vida p¨²blica son objetivos que desde una perspectiva cr¨ªtica y, por supuesto, autocr¨ªtica, deber¨ªamos abordar todos -Gobierno y Oposici¨®n-. La democracia, a diferencia de los reg¨ªmenes autoritarios, no debe temer la autocr¨ªtica. Por el contrario, se robustece con la cr¨ªtica racional y con el reconocimiento de las propias deficiencias. ?