UGT rompe sus negociaciones con el Gobierno
La Uni¨®n General de Trabajadores ha puesto fin, en el transcurso de una rueda de prensa celebrada ayer, a la ficci¨®n de las negociaciones entre el Gobierno y las centrales sindicales. ?El Gobierno quiso crear una imagen p¨²blica con sus intenciones negociadoras -denunci¨® Nicol¨¢s Redondo, secretario general de UGT-, pero nunca dese¨® que las conversaciones produjeran acuerdos concretos, de ah¨ª que los resultados fuesen nulos.?
Tanto el se?or Redondo como los miembros de su ejecutiva, se?ores Zufiaur y Garnacho, insistieron en que el balance de los contactos de UGT y CCOO con la Administraci¨®n eran ?plenamente insatisfactorios? y en que su central no volver¨ªa a sentarse en la mesa de negociaciones con el Gobierno en tanto ¨¦ste no cambiara su actitud.Los contactos del Gobierno con las centrales se remontan al mes de julio del pasado a?o, cuando el se?or Jim¨¦nez de Parga, ministro de Trabajo en aquel entonces, convoc¨® a CCOO, UGT y USO para exponerles las medidas econ¨®micas que iba a aplicar el Gabinete. La posibilidad de un pacto social, rechazado en todo momento por los sindicatos, y el aut¨¦ntico vac¨ªo sindical de aquellos meses convirti¨® a estos contactos -al igual que el que posteriormente mantendr¨ªan, en el mes de agosto, con el presidente Su¨¢rez- en meramente informativos, sin ning¨²n resultado concreto. Despu¨¦s del verano, y tras la firma de los pactos de la Moncloa por los partidos pol¨ªticos (sin que en ellos participaran las patronales y los sindicatos), volvieron a mantenerse nuevos contactos -en alguna ocasi¨®n tripartitos: sindicatos, patronal y Administraci¨®n- con escasos resultados. Las elecciones sindicales fueron m¨¢s el resultado del acuerdo entre CCOO y UGT que la consecuencia del decreto regulador -confuso y restrictivo- otorgado por el Gobierno.
La crisis de Gobierno de febrero de este a?o pareci¨® imprimir una mayor efectividad a estos contactos. Abril Martorell, el nuevo ministro de Econom¨ªa, y Alvarez Rendueles, el secretario de Estado, volvieron a convocar en varias ocasiones, en el plazo de semanas, a los representantes de los sindicatos y de las patronales. Las conversaciones, que nuevamente hicieron creer a los sindicatos que iban a fructificar en acuerdos, se centraron en la confecci¨®n de un calendario de negociaciones y en la elaboraci¨®n de un orden del d¨ªa sobre las mismas. CCOO y UGT, que creyeron en la buena voluntad de la Administraci¨®n, se pusieron de acuerdo, y en el plazo de unos escasos d¨ªas -la carta fue fechada el 8 de marzo- remitieron al Gobierno una orden del d¨ªa para las negociaciones en el que se inclu¨ªan cinco puntos: el paro (especialmente en sus vertientes agr¨ªcola y juvenil), el proyecto gubernamental de flexibilidad de plantillas (exigencia de la patronal), la participaci¨®n de las centrales en el control de la Seguridad Social y en la gesti¨®n de las empresas p¨²blicas, el destino del patrimonio sindical y la acci¨®n sindical en la empresa, la negociaci¨®n colectiva y el C¨®digo de los Derechos de los Trabajadores. Se acord¨® crear comisiones mixtas de expertos para los distintos temas -de ello ya se hab¨ªa hablado en agosto, con ocasi¨®n de la entrevista de las centrales con el presidente Su¨¢rez- y fijar un tiempo tope de tres a cinco semanas para las negociaciones.
Los contactos, como reconoce ahora UGT, fueron nuevamente un espejismo. El Gobierno no ha formalizado buena parte de las comisiones, otras se han reunido escasas veces o ninguna, y entre tanto -de forma unilateral- ha ido dictando decretos sobre los temas a negociar: empleo (decreto sobre empleo juvenil, agilizaci¨®n en las prestaciones de desempleo y coordinaci¨®n de ayudas al empleo comunitario), Seguridad Social (ya ha trascendido un proyecto de ley sobre gesti¨®n de la misma, patrimonio sindical (ya se ha transferido parte del personal de la AISS), empresa p¨²blica (existe tambi¨¦n un estatuto muy avanzado) y negociaci¨®n colectiva (tambi¨¦n ha aparecido en alg¨²n peri¨®dico un proyecto gubernamental).
Todo ello muestra, seg¨²n UGT, la pol¨ªtica de apariencias democr¨¢ticas y hechos consumados del Gobierno.
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