Londres confirma la ruptura de las negociaciones con los restantes miembros de la CEE en materia pesquera

El Gobierno laborista brit¨¢nico ha informado ayer sobre la adopci¨®n de una serie de medidas aparentemente destinadas a defender las reservas de pesca a lo largo de las costas del pa¨ªs. Con esta decisi¨®n, de car¨¢cter unilateral, se confirma la ruptura en las negociaciones que sobre materia de pesca manten¨ªan las autoridades de Londres con los restantes Gobiernos miembros de la Comunidad Econ¨®mica Europea.

Seg¨²n el anuncio oficial de hoy, y tal y como se esperaba por las reiteradas declaraciones del ministro brit¨¢nico de Agricultura, John Silkin, queda prohibida la pesca de arenques en toda la zona de las costas occidentales de Escocia; en adelante, no ser¨¢ posible utilizar redes de pesca a partir de unas determinadas dimensiones de mallas; se pone en vigor una serie de restricciones sobre el tipo de redes con las que deber¨¢n faenar los pescadores dentro del l¨ªmite de las aguas territoriales brit¨¢nicas, con el fin de proteger a los alevines y al pescado joven, y se ampl¨ªan las zonas donde queda terminantemente prohibida la pesca de tipo industrial.A la vista de todos estos postulados, parece evidente que ha prevalecido finalmente, el criterio de ?l¨ªnea dura? que ha venido defendiendo el ministro John Silkin en las negociaciones de estos ¨²ltimos d¨ªas con los compa?eros de la CEE. En esas negociaciones, que fracasaron tanto en lo que se refiere a la cuant¨ªa de las capturas como respecto a la pol¨ªtica de conservaci¨®n de los bancos pesqueros, Inglaterra ped¨ªa que se le concediese un trato de favor en el espacio de las doscientas millas mar¨ªtimas en torno a sus costas, as¨ª como un derecho exclusivo de pesca en el espacio de las doce primeras millas de sus aguas territoriales y una mayor proporci¨®n en la cuant¨ªa de las capturas

Los brit¨¢nicos basan la defensa de todas estas medidas, calificadas por muchos europeos como de anticomunitarias y eminentemente insolidarias, en la grave situaci¨®n por la que atraviesan las reservas de pesca en las aguas comunitarias, m¨¢s del 60%, de las cuales pertenecen a Gran Breta?a.

Fuentes oficiales brit¨¢nicas han se?alado que nadie debe darse por aludido en particular, puesto que las medidas restrictivas adoptadas no son discriminatorias y regir¨¢n por igual para todos los pescadores, incluidos, desde luego, los brit¨¢nicos. Las mismas fuentes enfatizaron, por ejemplo, los problemas que se plantean a los pescadores escoceses, tras la prohibici¨®n de capturar el arenque en aguas de sus costas occidentales.