Punto muerto en la crisis portuguesa
El primer ministro portugu¨¦s, Alfredo Nobre da Costa, recibi¨® ayer a las delegaciones del Partido Socialista (PS) y del Centro Democr¨¢tico Social (CDS). Estos contactos para tratar de formar Gobierno son importantes para el ¨¦xito de la misi¨®n de Nobre da Costa, que depende de la actitud de socialistas y centristas que compon¨ªan el anterior Gobierno. Los observadores insin¨²an que si el PS mantiene la oposici¨®n a que sus militantes formen parte del nuevo Gobierno y si el CDS condiciona su apoyo al futuro Gabinete a la actitud que adopten los socialistas, Nobre da Costa podr¨ªa renunciar a formar Gobierno, antes, incluso, de tramitar las invitaciones formales a los posibles ministros.Mario Soares, l¨ªder del PS, y Sa Carneiro, presidente del Partido Socialdem¨®crata, est¨¢n de acuerdo en que Portugal afrontar¨¢ nuevas elecciones legislativas en breve plazo, lo m¨¢s tarde en el primer trimestre de 1979. Es la ¨²nica coincidencia en las posiciones de los dirigentes de los dos mayores partidos portugueses, cuyas declaraciones del pasado fin de semana no van a facilitar la soluci¨®n de la crisis portuguesa.
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Soares afirma que est¨¢ en marcha en Portugal un "golpe antidemocr¨¢tico"
(Viene de primera p¨¢gina)
En sus declaraciones a la radio portuguesa, Mario Soares ha confirmado que Nobre da Costa intentaba constituir un Gabinete formado por cinco independientes, cinco socialistas, tres socialdem¨®cratas y dos democristianos. La negativa socialista y democristiana condenar¨ªa esta f¨®rmula en su mismo punto de partida.
Varios indicios confirman que, al menos en lo que concierne a los socialistas, ser¨¢ muy dif¨ªcil hacerles cambiar de actitud. Vitor Constancio, uno de los miembros del anterior Gobierno, cuya permanencia en funciones es reconocida como muy importante, por el papel que desempe?¨® en las negociaciones econ¨®micas y financieras, en particular con el FMI y la CEE, ha confirmado ya su negativa. Tanto ¨¦l como el secretario general del PS no cuestionan la personalidad de Nobre da Costa (?fue un buen ministro?, dijo Soares), sino la metodolog¨ªa adoptada para intentar resolver la crisis.
Mario Soares no participar¨¢ siquiera en las negociaciones en curso entre su partido y la personalidad designada por el presidente Ramalho Eanes para sucederle, dejando toda la responsabilidad al secretariado del partido. El domingo afirm¨® que hab¨ªa un sentimiento dominante entre los militantes socialistas contrario a cualquier aproximaci¨®n. El nuevo Gobierno, en opini¨®n de Mario Soares, tiene una ?din¨¢mica de derecha? por situarse al margen de los partidos del Parlamento, y por no haber recibido, hasta ahora, apoyos fuera de la derecha.
La voluntad expresada por Mario Soares de ?no hostilizar frontalmente al nuevo ejecutivo?, si consiguiera formarse, significar¨ªa, en el mejor de los casos, una abstenci¨®n socialista, lo que no satisface, en absoluto, las condiciones m¨ªnimas exigidas por los democristianos, que siguen considerando ?inviable un Gobierno hacia el que el PS se mantenga en una actitud negativa o indiferente?.
Golpe antidemocr¨¢tico
Pero la afirmaci¨®n de Mario Soares que ha suscitado mayor emoci¨®n en los medios pol¨ªticos portugueses ha sido la frase seg¨²n la cual ?estaba en marcha en Portugal un golpe antidemocr¨¢tico?. El secretario general del PS tuvo el cuidado de matizar lo que entend¨ªa con esto: que la soluci¨®n encarada por el presidente no respetaba la divisi¨®n de poderes prevista en la Constituci¨®n portuguesa y, postergando los partidos, abr¨ªa el camino a un poder contra ellos. ?Desde hace cincuenta a?os, sabemos hacia d¨®nde llevan siempre estos caminos?, ha concluido Soares, apresur¨¢ndose a a?adir que un golpe militar, una ?pinochetada?, era inconcebible, en las presentes condiciones nacionales e internacionales.
Estas precauciones no han impedido que los adversarios de Soares interpreten estas declaraciones con una nueva agresi¨®n contra el presidente Eanes: ?Soares insin¨²a que Eanes dirige un "golpe antidemocr¨¢tico"?, afirmaba ayer, en primera p¨¢gina, el diario Jornal Novo, dirigido por la diputada socialdem¨®crata Helena Roseta.
El presidente del CDS, Freitas do Amaral, comentando las declaraciones de Soares a la salida de un encuentro con Nobre da Costa, las consider¨® ?irresponsables? e ?insensatas?, ya que, en su opini¨®n, el presidente ha cumplido estrictamente las disposiciones constitucionales. En caso de fracasar el intento de reconcilaci¨®n entre socialistas y democristianos- y la prensa portuguesa afirma que el Partido Socialista permanece sordo a los intentos de la presidencia de la Rep¨²blica en tal sentido-, los democristianos entienden que deber¨¢ ser formado un Gobierno de gesti¨®n, encargado exclusivamente de preparar las elecciones, y del que no deber¨ªa formar parte ning¨²n elemento ligado a los partidos. Pero los observadores que afirman conocer bien la personalidad de Nobre da Costa creen que ¨¦l no aceptar¨ªa ser un simple primer ministro interino, a quien ser¨ªan vedadas todas las iniciativas pol¨ªticas y, sobre todo, econ¨®micas. El c¨ªrculo se cerrar¨ªa, pues, de nuevo, dejando al presidente Eanes frente a la alternativa de nombrar un nuevo encargado de formar Gobierno -civil o militar-, ya que el Parlamento no puede ser disuelto mientras est¨¢ de vacaciones.
Preocupaci¨®n comunista
Los comunistas, por su parte, parecen seriamente preocupados por la situaci¨®n, que puede resultar del enfrentamiento entre los socialistas y el presidente Eanes, sobre todo despu¨¦s de una eventual renuncia de Nobre da Costa. De ah¨ª la extrema prudencia observada en el comunicado del ¨²ltimo Comit¨¦ Central del PCP. Los comunistas, a pesar de sus reservas en relaci¨®n a la personalidad del primer ministro, reafirman su voluntad de contribuir a ?encontrar una soluci¨®n negociada? y, sobre todo, se?alan que un fracaso de Nobre da Costa no significa necesariamente un fracaso de la soluci¨®n propuesta por Eanes.
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