UCD rehus¨® aceptar la pol¨¦mica sobre el t¨¦rmino "nacionalidades"

El Grupo parlamentario de Uni¨®n de Centro Democr¨¢tico (UCD) en el Senado rehus¨® repetidamente ayer entrar en la pol¨¦mica que sobre el t¨¦rmino nacionalidades, incluido en el art¨ªculo 2 del proyecto de Constituci¨®n propuso, una y otra vez, el portavoz del Grupo Mixto, Torcuato Fern¨¢ndez Miranda. UCD, al igual que los socialistas, opt¨® por explicar su postura una ¨²nica vez, al t¨¦rmino del debate de las dieciocho enmiendas que hab¨ªan sido presentadas, ninguna de las cuales prosper¨®. El texto del proyecto fue finalmente aprobado por veinti¨²n votos a favor y tres abstenciones (Senadores Vascos, Torcuato Fern¨¢ndez Miranda y Mart¨ªn Retortillo (PSI).Las dieciocho enmiendas presentadas al art¨ªculo 2 pueden agruparse en tres apartados distintos: las que pretend¨ªan introducir el derecho a la autodeterminaci¨®n, las que quer¨ªan sustituir el t¨¦rmino nacionalidades y las que propon¨ªan redacciones mejoradas ¨²nicamente en aspectos t¨¦cnicos.

Entre las primeras, figura una enmienda del senador Juan Mar¨ªa Bandr¨¦s en la que se suprim¨ªa la menci¨®n a la naci¨®n espa?ola, patria indisoluble de todos los espa?oles y se afirmaba que los poderes de todos los ¨®rganos del Estado emanan de los pueblos que lo componen, en los que reside l¨¢ soberan¨ªa. El se?or Bandr¨¦s defendi¨® la tesis seg¨²n la cual el Estado espa?ol es un Estado plurinacional y no existe una patria indisoluble. Se?al¨® que deb¨ªa existir una obligatoria y grande solidaridad entre todas las regiones y nacionalidades del Estado y reconoci¨® que la oliarqu¨ªa vasca tiene deudas de justicia con el proletariado de otras zonas. Neg¨® que el derecho a la autodeterminaci¨®n rigiera s¨®lo para pueblos colonizados y anunci¨® que, aparezca o no en la Constituci¨®n, la izquierda vasca no enunciar¨¢ a ¨¦l. Cerr¨® su intervenci¨®n con el lema de ElA ?Despu¨¦s de cuarenta a?os, esto ?

Ram¨®n Bajo, del Grupo de Senadores Vascos, independiente, defendi¨® muy escuetamente que el Estado espa?ol se configurara como una confederaci¨®n de naciones, in perjuicio del derecho a la libre autodeterminaci¨®n de su futuro pol¨ªtico. Solicit¨® que se a?adiera en el texto de otra de sus enmiendas, relacionada con ¨¦sta, las nacionalidades de Arag¨®n y Asturias, que hab¨ªa omitido involuntariamente. Por su parte, Rosend Audet, del Grupo Mixto, se?al¨® que la existencia de Espa?a como Estado no significaba necesariamente la existencia de Espa?a como naci¨®n y pidi¨® que se dijera que la Constituci¨®n se fundamenta en la unidad de los pueblos de Espa?a.

Las tres enmiendas fueron derrotadas con id¨¦ntica votaci¨®n: veinti¨²n votos en contra y tres abstenciones (Entesa deis Catalans y Senadores Vascos).

En un turrio posterior de portavoces, el de la Entesa, Jos¨¦ Benet, aclar¨® que su grupo consideraba que se estaba discutiendo una Constituci¨®n auton¨®mica y que no proced¨ªa la inclusi¨®n del derecho a la autodeterminaci¨®n. ?Por eso nos abstenemos -a?adi¨®-, pero quisiera que constara que la autodeterminaci¨®n no equivale a la secesi¨®n.? El se?m Benet defendi¨® el texto aprobado por el Congreso, pese a que, dijo, contiene varias redundancias. ?Pero es un art¨ªculo que no va contra la historia, sino que enlaza con la aut¨¦ntica historia de Espa?a?, prosigui¨®. Seg¨²n el senador catal¨¢n, la inquietud de algunos senadores ante el t¨¦rmino nacionalidades es explicable pero no justificable. ?La realidad, les guste o no, es que Espa?a es un Estado plurinacional -agreg¨®- y no es una exclusiva nuestra porque sucede igual en otros Estados europeos.?

Se pregunt¨® Josep Benet si no subyac¨ªa bajo esos planteamientos una escasa confianza en la fortaleza de la unidad de Espa?a y dijo que los catalanes no deseaban simplemente conllevarse con el resto de los espa?oles, sino vivir libremente todos juntos.