Eanes responsabiliza de la crisis a socialistas y democristianos

?Deshacer equ¨ªvocos? fue el objetivo con que justific¨® el presidente portugu¨¦s, general Ramalho Eanes, la rueda de prensa concedida ayer en Lisboa y en la que estuvieron presentes periodistas portugueses y extranjeros. Esta es la primera conferencia de esta naturaleza que lleva a cabo el presidente portugu¨¦s y la ¨²ltima hasta 1980, seg¨²n deseo expreso del general Eanes.

En un tono mucho m¨¢s optimista de lo que es habitual en ¨¦l, el general Eanes se esforz¨® en quitar todo dramatismo a la situaci¨®n pol¨ªtica portuguesa: ?No hay crisis de r¨¦gimen?, afirm¨® de entrada, y la situaci¨®n presente puede ?aportar una contribuci¨®n importante a la consolidaci¨®n del sistema democr¨¢tico?. Seg¨²n Eanes, hay crisis en las relaciones entre el presidente y el Parlamento y los partidos pol¨ªticos, en especial el Partido Socialista. Manifest¨® tambi¨¦n, que las fuerzas armadas tienen un comportamiento ?perfecto? y el Consejo de la Revoluci¨®n cumple sus funciones sin crear problemas, ni al Gobierno ni al presidente de la Rep¨²blica.Eanes se defini¨® a s¨ª mismo como un presidente ?con una conciencia exigente de sus obligaciones?, pero, a la vez, celoso de sus obligaciones constitucionales. En la conferencia de prensa, no se limit¨® a defenderse de las acusaciones formuladas ¨²ltimamente por los socialistas, seg¨²n las cuales se excedi¨® en sus competencias constitucionales. Reiter¨® que no puede ?admitir una reducci¨®n de su campo de acci¨®n constitucional?.

Impaciencia hacia los partidos

No pudo evitar que se transparentase, a trav¨¦s de varias de sus respuestas, una cierta impaciencia e incomprensi¨®n castrense en relaci¨®n al comportamiento de los partidos, no hacia su persona, sino hacia lo que considera su ?misi¨®n?. Lament¨®, por ejemplo, la no colaboraci¨®n de los partidos con el Gobierno en formaci¨®n cuando era, en su opini¨®n, ?su obligaci¨®n moral?, ya que el Gabinete de Nobre da Costa no es m¨¢s que un ?Gobierno de recurso?, es decir, el ¨²nico posible, despu¨¦s de que los partidos, responsables ¨²nicos de la apertura de la crisis, ?no supieron o no quisieron resolverla?.Al negar toda responsabilidad en la crisis presente, que, seg¨²n afirm¨®, no esperaba, porque Mario Soares y Freitas do Amaral le hab¨ªan dado garant¨ªas de que habr¨ªa ?un verano sin problemas?, Eanes no pudo evitar el achacar la responsabilidad de la crisis a los partidos respectivos: al CDS, hasta la destituci¨®n del primer ministro, y al Partido Socialista, despu¨¦s, porque ?como partido m¨¢s votado? le correspond¨ªan mayores obligaciones hacia el pa¨ªs?.

Los ?presidencialistas? y todos aquellos que quieren presionar al general Eanes para que tenga una mayor participaci¨®n en la direcci¨®n pol¨ªtica del pa¨ªs no han recibido el menor est¨ªmulo. Al contrario, Eanes reiter¨® el compromiso contra¨ªdo al presentar su candidatura de ?aceptar apoyos, pero no admitir presiones?, queriendo mantenerse ?al margen de los partidos?.

Esta afirmaci¨®n tranquilizar¨¢, seguramente, a los partidos pol¨ªticos, sobre todo si se tiene en cuenta que el semanario conservador de mayor difusi¨®n en Portugal, O Tempo, afirmaba en su edici¨®n de ayer que la rueda de prensa presidencial servir¨ªa de lanzamiento de un nuevo partido pol¨ªtico, que Eanes tendr¨ªa intenciones de formar con el concurso de Nobre da Costa, sus ministros e importantes personalidades arrancadas a los partidos Socialista, Social Dem¨®crata y Dem¨®crata Cristiano.

Objetivos gubernamentales

A pesar de que el Gobierno Nobre da Costa y su eventual sucesor (en caso de rechazo parlamentario) cuenta, en principio, con la confianza presidencial, Eanes no renuncia a su derecho de criticarlo, como ya lo hizo con los anteriores gobiernos, cada vez que lo considere necesario. En ?defensa de los intereses del pueblo portugu¨¦s y del pa¨ªs?. En todo caso, se trata de una confianza pol¨ªtica y no de una confianza personal, de la misma manera que dimiti¨® al primer ministro (?y no a Mario Seares?, como especific¨®), porque las condiciones puestas a dicha confianza (Gobierno estable y coherente, con apoyo parlamentario mayoritario) hab¨ªan dejado de existir con la denuncia del acuerdo PS-CDS, por parte del ¨²ltimo partido.El general Eanes fue contundente al definir los objetivos del nuevo ejecutivo: evitar el vac¨ªo pol¨ªtico y no tener que verse obligado a asumir, personalmente la direcci¨®n del pa¨ªs: hacer votar la ley electoral y dirigir las operaciones de elaboraci¨®n de las listas electorales: facilitar el di¨¢logo entre los partidos y fuerzas representativas de los sectores de opini¨®n.

Derecho a dimitir

Fue mucho menos claro en su respuesta sobre los rumores de su eventual renuncia. Si, por una parte, reafirm¨® con fuerza que cumplir¨¢ hasta el final el mandato que recibi¨® a trav¨¦s de sufragio directo se reserva su derecho si se llega a una situaci¨®n de ?bloqueo?, de poner su mandato ?no en cuesti¨®n pero s¨ª a votaci¨®n?, renunciando al cargo para presentar de nuevo inmediatamente su candidatura.Hay que esperar las reacciones de los partidos pol¨ªticos para medir hasta qu¨¦ punto aceptar¨¢n el ?desaf¨ªo democr¨¢tico? del presidente y los efectos de los esfuerzos tranquilizadores de su intervenci¨®n, que se sit¨²a en la misma l¨ªnea que la de Nobre da Costa hace tres d¨ªas.

Eanes parece tender una mano en direcci¨®n a Mario Soares y Freitas do Amaral, al revelar que fueron los partidos respectivos quienes obligaron al segundo romper el acuerdo con el PS, y al primero a no presentar su renuncia como estaba dispuesto inicialmente a hacerlo.

Aniversario militar

El presidente Eanes considera que las conmemoraciones de las fechas significativas del Movimiento de los Capitanes y de la revoluci¨®n de abril de 1974 son ?iniciativas positivas y que merecen ser apoyadas?. Preguntado acerca de una nota del Ej¨¦rcito de Tierra, desaconsejando a los oficiales bajo su mando el participar en actos conmemorativos de la fecha del 9 de septiembre, considerada como aniversario del nacimiento del Movimiento de las Fuerzas Armadas, el general Eanes, que es tambi¨¦n jefe de Estado Mayor, general de las Fuerzas Armadas portuguesas, declin¨® cualquier responsabilidad en la decisi¨®n.