Kirk Douglas, el final de una era
![Juan Cruz](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F877d032c-7412-47a6-81c8-1122d036e01b.png?auth=121372c15cef935b3b2a011dc3c02ec0490deff3e62238c8ee091ee432d90f6f&width=100&height=100&smart=true)
ENVIADO ESPECIAL, Kirk Douglas muestra esa solidez f¨ªsica que contribuy¨® a crearle una imagen imborrable de h¨¦roe o de antih¨¦roe del cine americano. Sonr¨ªe permanentemente aunque a veces da la impresi¨®n de que despu¨¦s de la sonrisa vendr¨¢ una tormenta verbal, como las que, interpretando el papel de un coronel franc¨¦s, lanzaba contra sus superiores militares en la epopeya de Stanley Kubrick Los caminos de la gloria. En sus apariciones p¨²blicas en Deauville (Francia), en cuyo festival de cine de Estados Unidos ha recibido un homenaje, Kirk Douglas ha sido todo lo contrario de ese ser duro e implacable que su rostro podr¨ªa denunciar.Aparte de sus caracter¨ªsticas f¨ªsicas, que siguen invariables, a pesar de los rumores que exist¨ªan sobre sus esfuerzos quir¨²rgicos por mantener artificialmente los rasgos de su cara, Kirk Douglas presume de poseer una cierta lucidez sobre su vida y sobre la historia del cine americano. ?Quiero escribir una autobiograf¨ªa ahora -se?al¨® en Deauville- porque me siento representante del final de una era, y considero que mis hijos y la gente de su edad no conoce muchas de las cosas que han pasado.?
No es tr¨¢gico ni melodram¨¢tico, pero en sus gestos aparece el ser fabricado por Hollywood. Habla, desaboton¨¢ndose de vez en cuando, su camisa rosa, como si ya estuviera dictando ese libro, ?que quiz¨¢ no escriba nunca?. Kirk Douglas, 62 a?os, es hijo de emigrantes jud¨ªos rusos. El mismo ense?¨® a su madre a leer y a escribir y de la noche a la ma?ana, en Am¨¦rica, dice el se?or Douglas, ?me encontr¨¦ que pasaba de la edad media a los tiempos modernos?. Fue a la universidad, estudi¨® arte dram¨¢tico, hizo lo que quiso y esa libertad suya se ha traducido hasta ahora en su actuaci¨®n en m¨¢s de sesenta filmes. En dos de ellos, Scalawag (1973) y Posse (1975), fue director. Esta expencia, a pesar de la buena acogida que tuvo el ¨²ltimo de los filmes citados, no debi¨® ser excelente para Kirk Douglas. ?Yo me he dado cuenta de que s¨®lo quiero ser una cosa. He sido actor, he sido productor y he dirigido pel¨ªculas, quiz¨¢ en una ¨¦poca un poco tard¨ªa de mi vida. Ahora, ¨²nicamente quiero volver a ser actor. ?
Kirk Douglas es un car¨¢cter similar al de Norman Jewison, el director de Rollerball y Un violinista en el tejado, entre otros grandes ¨¦xitos cinematogr¨¢ficos. Sin embargo, al rev¨¦s que este ¨²ltimo, Kirk Douglas ha vivido desde el inicio de su carrera art¨ªstica siendo moldeado por los creadores de im¨¢genes de Hollywood. Jewison, por ejemplo, abandona Estados Unidos y su maquinaria de superproducciones para ayudar al joven cine de Canad¨¢, su pa¨ªs. Kirk Douglas regresa a Arizona (Estados Unidos) para ponerse a las ¨®rdenes de un director norteamericano que le usar¨¢ como villano en un western titulado precisamente The villain (El villano).
Recuperar el tiempo perdido
Kirk Douglas ha querido, como Steve McQueen, como otra gente de su generaci¨®n, recuperar el tiempo perdido, crearse una nueva imagen imposible. Para eso hizo Van Gogh, y para ello trata ahora desesperadamente de lograr ?un director franc¨¦s, una pel¨ªcula francesa en la que yo pueda hablar en franc¨¦s?. Pero vuelve al western, ?donde pr¨¢cticamente se inici¨® mi carrera como actor. Creo que la vida cinematogr¨¢fica es un c¨ªrculo constante. Uno termina haciendo aquello que siempre hizo. Algo parecido pasa con las modas de la filmograf¨ªa. Hace unos a?os nadie har¨ªa en los estudios norteamencanos otra cosa que pel¨ªculas sobre diversos desastres: desastres marinos, desastres urbanos... Luego vino la moda espacial: todo deb¨ªa ser espacial. Y surgieron La guerra de las galaxias, Encuentros en la tercera fase. Ahora la man¨ªa es hacer pel¨ªculas de discotecas. Esas man¨ªas consecutivas fueron rotas por una pel¨ªcula excepcional, Alguien vol¨® sobre el nido del cuco, cuyo ¨¦xito convenci¨® a los productores de que era posible dar libertad a los directores y a los guionistas para buscar argumentos de gran profundidad.?
Esa pel¨ªcula, Alguien vol¨® sobre el nido del cuco, ha sido en cierta manera traum¨¢tica para Kirk Douglas. El intent¨® producirla, porque la hab¨ªa llevado al escenario teatral. Le fue imposible. No consigui¨® ni el dinero, ni los actores, ni el director adecuado. Su hijo, Michael, lo logr¨®. Para ¨¦l fue la lecci¨®n que le hizo abandonar definitivamente el sector de la producci¨®n cinematogr¨¢fica.
Kirk Douglas critica las man¨ªas de los cineastas de su pa¨ªs de llevar a la pantalla siempre los mismos temas. Sin embargo, ¨¦l va a participar, bajo la direcci¨®n de Stanley Donen, en un proyecto cinematogr¨¢fico que incluye la actuaci¨®n de Farratt Fawcett Mayors, la bell¨ªsima actriz norteamericana, y que versa sobre un viaje sin retorno al espacio. La obra se titular¨¢ Saturno 3, y comenzar¨¢ a rodarse en Londres en fecha pr¨®xima.
Al Paccino, Robert de Niro, Dustin Hoffman son, para Kirk Douglas, los mejores actores norteamericanos de hoy, pero ?pienso que, al contrario de lo que ocurr¨ªa en mi generaci¨®n, la mayor parte de ellos son gente con mucho talento que carecen de ductilidad para realizar filmes con tem¨¢ticas que difieran de manera total?. En el mundo de los nuevos directores ¨¦l se siente, dice, ?como el padreque aprende de sus hijos. En mi trabajo con De Palma, Scorsese o Spielberg he tenido ocasi¨®n de comprobar algo que Po ocurr¨ªa antes: los directores j¨®venes son amigos entre s¨ª, se intercambian ideas, se ayudan a sacar adelante sus pel¨ªculas. Son, adem¨¢s, capaces de romper con las trampas comerciales que les persiguen y que a veces les obligan en Estados Unidos a realizar filmes que a ellos no les interesan en absoluto?.
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