Precisiones de Lord Kilmarnock

Le dirijo estas l¨ªneas no para ocupar m¨¢s espacio en su peri¨®dico sino para que agradezca usted de mi parte al se?or Vicent Ventura su atenci¨®n en brindarme su art¨ªculo desde Tribuna Libre del martes 5 de septiembre.En segundo lugar, quisiera corregir unas impresiones de su corresponsal sobre mi modo de vida. No me Gusta el g¨¹isqui. Prefiero el vino tinto espa?ol. Y mi ?descanso? en Ronda consiste en cultivar, golpe a golpe (y muy agusto) una huerta que tengo la fortuna de tener aqu¨ª.

En lo que se refiere a la OTAN es importante se?alar que no existe ningun v¨ªnculo absoluto entre las Comunidades y dicha organizaci¨®n: basta el ejemplo de Francia. Personalmente, creo que ser¨ªa un papel bonito para el Ej¨¦rcito espa?ol ya que no tiene casi responsabilidades en el norte de Africa. Pero no debe haber chantaje en las negociaciones sobre este particular.

Ahora, en cuanto al tratamiento que reciben los pa¨ªses del Magreb, Mashraq, Convenci¨®n de Lom¨¦, etc¨¦tera -aqu¨ª creo que rige un solo principio: cualquier pa¨ªs aspirante tiene que aceptar el aquis communautaire, es decir, el cuerpo de tratados con terceros y legislaci¨®n propia de las Comunidades desde su concepci¨®n-, Una vez haya ingresado de pleno derecho, claro est¨¢ que todo miembro puede ya con voz y voto influir en la pol¨ªtica comunitaria hacia el mundo exterior.

Con el pen¨²ltimo p¨¢rrafo del se?or Vicent Ventura, sobre problemas laborales, estoy plenamente de acuerdo, En vez de seguir apuntalan do un sistema que ya no proporciona puestos, de trabajo suficientes y que los proporcionar¨¢ cada vez menos en los a?os venideros, hay que inventar un sistema nuevo, como dice muy bien su corresponsal. Y, eso s¨ª, hay que discutirlo. Por esto, tendr¨¦ mucho gusto en invitarle al se?or Ventura a tomar un g¨¹isquicito en el bar de la C¨¢mara de los Lores, siempre que ¨¦l no tenga inconveniente si yo me tomo mi vinito espa?ol. A fin de cuentas. no creo que haya tanto que nos separe. Reservo mi ?cierto entusiasmo? para el d¨ªa en que los representantes de Escoc¨ªa. Gales. Breta?a, Normand¨ªa, Languedoc, Tirol, Sicilia, Calabria. Galicia, Catalu?a, Pa¨ªs Vasco. Andaluc¨ªa, etc¨¦tera. puedan influir en un Parlamento verdaderamente europeo. No veo otra soluci¨®n al creciente problema de las ?nac¨ªones? y las ?nacionalidades?.