Comisiones Obreras no admite alternativa en su negativa al pacto social
Comisiones Obreras se opone rotundamente a un pacto social y exige como condici¨®n imprescindible para la negociaci¨®n de nuevos acuerdos el cumplimiento en su totalidad de los pactos de la-Moncloa. La negativa de CCOO al pacto social no admite alternativa, ni los futuros nuevos acuerdos ser¨¢n posibles si no son establecidos a cuatro, es decir, con participaci¨®n de empresarios, trabajadores, partidos pol¨ªticos y Gobierno. La duraci¨®n de los nuevos acuerdos, seg¨²n esta central, deber¨¢ ser superior a la de los pactos de la Moncloa,y se considera como ¨®ptima una vigencia de los mismos durante tres a?os.
Estas son, en s¨ªntesis, las conclusiones de la reuni¨®n celebrada durante el pasado fin de semana en Madrid por el Consejo Confederal de CCOO, seg¨²n informaron en rueda de prensa los dirigentes del sindicato.En la misma reuni¨®n se abord¨® ¨¦l tema de la Constituci¨®n, sobre la que CCOO acord¨®, como primer objetivo de actuaci¨®n en el plano pol¨ªtico y, a plazo inmediato, apoyar masivamente su aprobaci¨®n, para lo que en esta misma semana se iniciar¨¢ una campa?a interna de sensibilizaci¨®n de sus afiliados, para ir, posteriormente, a una movilizaci¨®n de sus efectivos en apoyo del s¨ª a la Constituci¨®n.
De esta manera, seg¨²n explic¨® Marcelino Camacho, se cerrar¨¢ una etapa que habr¨¢ supuesto ? una ruptura legal? con el anterior r¨¦gimen y se abrir¨¢ una fase cualitativamente nueva en la que la clase obrera se enfrentar¨¢ a tres poderes: ? Los uniformes y la oligarqu¨ªa, como poderes de hecho, y las instituciones, como poder de derecho, en las que se incardina un Gobierno, algunos de cuyos miembros parecen interesados en no acabar nunca con la crisis global de un sistema.? En su alusi¨®n a los miembros del Gobierno, Camacho se?al¨® la pol¨ªtica seguida por Sanidad e Industria, como prueba de un inter¨¦s enfrentado a los de la clase obrera.
No al pacto social
Despu¨¦s de definir la actual situaci¨®n como de emergencia nacional, en la que, junto con la crisis global del sistema, Camacho denunci¨® diversos aspectos de la misma que abarcan desde la contaminaci¨®n ambiental hasta el incremento de la delincuencia (con especial menci¨®n al problema de la droga), para concluir en la necesidad de devolver la confianza al pa¨ªs.
? Lo que est¨¢ en peligro es la democracia?, se?al¨® Camacho despu¨¦s de dibujar el panorama que justifica la necesidad de lograr un pacto que sustituya a los de la Moncloa, ?sin los cuales habr¨ªa sido imposible abordar el proceso constituyente y en los que la clase trabajadora ha sabido dar prueba de su progresismo?.
?Los nuevos acuerdos -explic¨® Camacho- no pueden ser entre dos o, en todo caso, entre dos y cuatro, como ocurrir¨ªa si nos prest¨¢ramos a negociar con los empresarios con la mediaci¨®n del Gobierno, un Gobierno de derechas, en el que la patronal est¨¢ muy bien representada. Estos. acuerdos, si no tuvieran car¨¢cter de ley, lo que s¨®lo se puede alcanzar mediante la presencia de los partidos, ser¨ªan incumplidos por los propios empresarios. Un pacto social no podr¨ªa abordar m¨¢s que la pol¨ªtica salarial y por un solo a?o. Un acuerdo a cuatro permitir¨ªa la aplicaci¨®n de los compromisos que se pactasen durante todo el tiempo de su vigencia, que no deber¨ªa ser inferior a tres a?os. ?
La oposici¨®n al pacto social fue complementada por Nicol¨¢s Sartorius con la argumentaci¨®n de que el mismo ?no modifica la estructura del sistema econ¨®mico, sino que persigue salir de la crisis a costa de los trabajadores?. Asimismo, seg¨²n Sartorius -ni ¨¦ste ni Juli¨¢n Ariza, que tambi¨¦n intervino en la rueda de prensa, concretaron en tres a?os (duraci¨®n del plan econ¨®mico propuesto por el PCE para salir de la crisis) la extensi¨®n de los pactos, aunque insistieron en la necesidad de que fueran por m¨¢s de un a?o-, el arbitraje del Gobierno en una negociaci¨®n entre empresarios y trabajadores conducir¨ªa al pacto social, por lo que ?si en las jornadas de reflexi¨®n con Abril Martorell se pretende conducir el di¨¢logo hacia estas dos fuerzas, CCOO rechazar¨¢ la invitaci¨®n gubernamental?.
El punto inicial de discusi¨®n, pues, al inicio de cualquier negociaci¨®n para el establecimiento de nuevos acuerdos se centra en la controversia sobre si el pacto ser¨¢ a cuatro, tal como propugna CCOO en coincidencia con el PCE, o a dos, como sostiene UGT, tambi¨¦n en l¨ªnea con el PSOE. Ante esta tesitura, despu¨¦s de que Camacho recordara la oposici¨®n que Inicialmente mostr¨® la central socialista a los pactos de la Moncloa para despu¨¦s seguir una actuaci¨®n coincidente con CCOO, Jul¨ª¨¢n Ariza fue tajante al se?alar que ?es muy dif¨ªcil el acuerdo a cuatro sin el PSOE y la UGT, pero es absolutamente imposible el pacto social sin CCOO?.
Sartorius suavizar¨ªa, posteriormente, la dureza de Ariza al se?alar que, siempre que se respetara el contenido que CCOO quiere dar a los acuerdos, ¨¦stos podr¨ªan adoptar la forma tan flexible que fuera necesaria. Todos coincidieron, no obstante, que el enfrentamiento de criterios entre UGT y CCOO no supondr¨¢ el fin de la etapa de actuaci¨®n unitaria que ambas centrales han mantenido en el ¨²ltimo a?o.
En cuanto al contenido del acuerdo econ¨®mico y pol¨ªtico que persigue CCOO, el consejo confederal se pronunci¨® por un plan econ¨®mico en profundidad que aborde seriamente el problema del paro, que reduzca la inflaci¨®n, aumente la inversi¨®n p¨²blica y privada y reconvierta la econom¨ªa de manera m¨¢s racional y nacional, fortaleciendo el sector p¨²blico e impida la privatizaci¨®n del INI. Dentro de este plan econ¨®mico se debe fijar una pol¨ªtica de salarios que mantenga la capacidad adquisitiva de ¨¦ste y aumente las pensiones.
En el plano social, el acuerdo debe suponer el establecimiento de un nuevo marco democr¨¢tico de relaciones laborales y derechos sindicales, para lo cual es preciso la regulaci¨®n de la negociaci¨®n colectiva (el proyecto de ley que sobre convenios colectivos ha remitido el Gobierno a las Cortes es rechazado por CCOO en algunos de sus aspectos, especialmente en lo que supone de exclusi¨®n de la negociaci¨®n colectiva al funcionariado y a la supervivencia del laudo) , de la acci¨®n sindical en la empresa, soluci¨®n satisfactoria al destino del patromonio sindical y aplicaci¨®n inmediata de la amnist¨ªa laboral.
En el aspecto pol¨ªtico, CCOO persigue el desarrollo de las leyes org¨¢nicas contenidas en el texto de la Constituci¨®n y, por lo que hace referencia al terreno sindical, se considera prioritario el c¨®digo o estatuto de los derechos del trabajador, ley General de la Seguridad Social, ley de Regulaci¨®n de los Derechos de los Trabajadores Emigrantes y ley de Procedimiento laboral.
Tambi¨¦n en un plano pol¨ªtico, los acuerdos deben establecer, un calendario electoral que fije las fechas de elecciones, tanto niunicipales como legislativas. Finalmente, se considera imprescindible la puesta en marcha de ¨®rganos de seguimiento y control que garanticen el cumplimiento de lo pactado.
Acerca de los compromisos contenidos en los pactos de la Moncloa y cuyo cumplimiento exige CCOO para iniciar la negociaci¨®n de los nuevos acuerdos, Sartorius se?al¨® la presencia de las centrales sindicales en las juntas de precios y en los ¨®rganos de gesti¨®n de la Sesiuridad Social, representaci¨®n de los sindicatos en la empresa p¨²blica, en el INEM y oficina de colocaci¨®n, y establecimiento de un plan de equiparaci¨®n al r¨¦gimen general de la Seguridad Social de los trabajadores agr¨ªcolas.
En opini¨®n de Sartorius, el cumplimiento de tales compromisos es posible antes de que finalice el a?o tan s¨®lo con que los oportunos ministerios dispongan la normativa necesaria para que, en forma de decretos, salgan las correspondientes disposiciones legales.
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