"Las previsiones econ¨®micas del Gobierno son triunfalistas y voluntaristas"
?A diferencia, quiz¨¢, de lo que sucede en el terreno estrictamente pol¨ªtico, la transici¨®n hacia la democracia sindical presenta todav¨ªa hoy, a pocas semanas del inicio del per¨ªodo constitucional, graves y profundas lagunas. Lagunas que de no cubrirse de forma inmediata, tras la entrada en vigor de la Constituci¨®n, pueden distorsionar el juego democr¨¢tico e incrementar indeseablemente la inestabilidad econ¨®mica, social y pol¨ªtica. ?Con estas palabras termin¨® su conferencia en el Club Siglo XXI, sobre Democracia y sindicalismo, Nicol¨¢s Redondo, secretario general de la Uni¨®n General de Trabajadores. El l¨ªder obrero de la central socialista parti¨® en su exposici¨®n de un an¨¢lisis desde la ¨®ptica sindical de la transici¨®n pol¨ªtica ?Si hoy llevamos a cabo un simple examen de la situaci¨®n sindical en Espa?a, la primera constataci¨®n ser¨ªa la existencia de una innegable pluralidad sindical (distintas opciones ideol¨®gicas, reivindicativas y de prestaci¨®n de servicios para el trabajador) y la realidad de una afiliaci¨®n aceptable, a pesar del breve tiempo transcurrido desde la legalizaci¨®n de los sindicatos y de la pol¨ªtica de los gobiernos Su¨¢rez.?
La Constituci¨®n
? La Constituci¨®n va a representar la ruptura con todo el entramado legal e institucional del franquismo?. Desde la perspectiva sindical -dijo Nicol¨¢s Redondo- la Constituci¨®n significa, en definitiva, el punto de partida de la restauraci¨®n plena de la libertad sindical que el Gobierno no quiso establecer durante el per¨ªodo de transici¨®n. La Constituci¨®n va a recoger en forma suficiente, por no decir amplia, los derechos de sindicaci¨®n, huelga y negociaci¨®n colectiva de los trabajadores.?
Los acuerdos de la Moncloa
Partiendo de la crisis econ¨®mica generalizada (?Espa?a no es una excepci¨®n en este clima de impotencia e incertidumbre ?), pas¨® a analizar los acuerdos de la Moncloa. ? A pesar de las reticencias con que la UGT analiz¨® en su d¨ªa aqu¨¦llos pactos, dijimos entonces y repetimos ahora que esos acuerdos eran el primer intento serio realizado en nuestro pa¨ªs para asumir las consecuencias de la crisis y afrontar los costes inherentes a la superaci¨®n de la misma.?Afirm¨® que no los hab¨ªan asumido porque ?ten¨ªan importantes lagunas desde el punto sindical?, pero ?reconocernos que iban m¨¢s lejos de un plan de saneamiento coyuntural o de estabilizaci¨®n? Sin embargo, dir¨ªa a continuaci¨®n, los trabajadores se preguntan si los objetivos perseguidos por aqu¨¦llos acuerdos no han ca¨ªdo en saco roto y la crisis la estaban pagando los de siempre, las clases menos pudientes. El incumplimiento de las ?contrapartidas? de los pactos (participaci¨®n en la gesti¨®n de la Seguridad Social, en ¨®rganos de control de precios y oficinas de empleo, estatuto de la empresa p¨²blica y pol¨ªtica agr¨ªcola, entre otros) hac¨ªan explicable -seg¨²n Redondo- esta desesperanza de los trabajadores, y hasta incluso descalificaban como interlocutor v¨¢lido al Gobierno.
Estrategia ante los nuevos acuerdos
Para UGT, seg¨²n su secretario general, los posibles acuerdos econ¨®mico-sindicales, deben abordarse teniendo en cuenta cuatro grandes premisas:- La existencia de la Constituci¨®n que debe fortalecer las instituciones democr¨¢ticas, y para ello ¨¦stas deben ser las protagonistas y debe concluir. salvo circunstancias de extrema gravedad, ?la pol¨ªtica de consenso global seguida hasta ahora?. Es hora de ofrecer y contraponer programas, y vamos a demostrar ?que frente a UCD, como partido de derecha, existe una oposici¨®n responsable, y que no va a ser lo mismo un Gobierno Su¨¢rez que un Gobierno de Felipe Gonz¨¢lez?.
- Los interlocutores de la negociaci¨®n deben ser, por tanto, el Gobierno y los sindicatos y patronales representativos.
- Los acuerdos deben comprometer a las partes durante 1979. ?Una vigencia superior a un a?o, en la situaci¨®n cambiante actual; ser¨ªa un error.?
- De cara a los acuerdos, los principales objetivos de UGT son: ?La defensa y promoci¨®n del empleo, el mantenimiento del poder adquisitivo y el afianzamiento de la libertad sindical.?
En los nuevos pactos no se puede plantear una ¨²nica opci¨®n pol¨ªtico-econ¨®mica. ?Existen varias alternativas posibles entre las que habr¨¢ que optar en las negociaciones ?. As¨ª ?partiendo de una tasa de crecimiento deseable del PIB del 4 al 4,5% en 1979, deber¨¢n adoptarse decisiones negociadas en materia de empleo, inversiones (p¨²blicas y privadas), tasa de inflaci¨®n, salarios y evoluci¨®n de magnitudes monetarias?. No se puede acatar sin m¨¢s objetivos triunfalistas. ?La postura del Gobierno, conocida por filtraciones a la prensa, incurre en un voluntarismo peligrosos. No puede calificarse de otro modo la afirmaci¨®n de que, a finales de 1979 nuestra inflaci¨®n ser¨¢ similar ala de los pa¨ªses m¨¢s potentes de la OCDE, o la afirmaci¨®n de que el crecimiento de la inversi¨®n privada ser¨¢ del 9%?.
?Bajo nuestra ¨®ptica, la pol¨ªtica de ajuste debe caracterizarse por dos principios b¨¢sicos y complementarios: la continuidad y el gradualismo. Ello nos lleva a afirmar que la inflaci¨®n en 1979 ser¨¢ dos o tres puntos superior a la avanzada por el Gobierno, y por tanto, el tope salarial no podr¨¢ ser el 12%, sino algunos puntos por encima?. UGT pretende, en su discrepancia con el Ministerio de Econom¨ªa, una pol¨ªtica econ¨®mica m¨¢s suave ?que minimice los costes sociales de la lucha anti-inflaci¨®n?.
?Basta o¨ªr la opini¨®n de los empresarios para entender que el crecimiento de la inversi¨®n privada (que supone el 85% de la total) ser¨¢ inferior al 9% adelantado por el Gobierno. El Estado deber¨¢ realizar un esfuerzo importante con la inversi¨®n p¨²blica, que, con su efecto multiplicador, alentar¨¢ la inversi¨®n privada. La clarificaci¨®n pol¨ªtica puede ser tambi¨¦n un de terminante.?
De todos modos, seg¨²n Redondo, UGT no va a plantear posiciones deterministas en las negociaciones, ni piensa que el pacto sea inevitable y constituya la ¨²nica alternativa. ?Hay quien pretende olvidar que el "acuerdo global" no es la ¨²nica forma de negociaci¨®n colectiva seria y responsable, capaz de enfocar los problemas socioecon¨®micos del futuro.?
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