Estatuto de Autonom¨ªa, elemento clave para la posible pacificaci¨®n de Euskadi

La comisi¨®n encargada de redactar el anteproyecto de Estatuto vasco de Autonom¨ªa deber¨¢ tener listo el pr¨®ximo d¨ªa 7 un texto lo suficientemente flexible como para que puedan reconocerse en ¨¦l la decena de fuerzas pol¨ªticas que, de una u otra manera, van a participar en la tarea. Intentar comprometer en la defensa de un mismo texto a fuerzas tan dispares como AP y el PC, como UCD y la izquierda abertzale. Sin embargo, la mayor¨ªa de las fuerzas consultadas por EL PAIS parecen estar de acuerdo en, al menos dos puntos: que el Estatuto est¨¢ llamado a desempe?ar un papel clave en la b¨²squeda de v¨ªas de reconciliaci¨®n y pacificaci¨®n de Euskadi. Javier Angulo y Patxo Unzueta han elaborado el siguiente informe.

Cuando los dos partidos mayoritarios de Euskadi, PNV y PSOE (51,8 % de los votos del 15 de junio entre ambos), se reunieron hace, unas semanas para contrastar criterios de cara a la elaboraci¨®n del Estatuto, part¨ªan de un acuerdo previo en tomo a tres puntos: primero, que para lograr el respaldo mayoritario de pueblo vasco al Estatuto -y hacer de ese respaldo el inicio de un proceso hacia la normalizaci¨®n pol¨ªtica del pa¨ªs- era preciso lograr antes el m¨¢s amplio consenso en tomo al texto. Segundo, que hab¨ªa que tratar de comprometer en ese acuerdo al menos una parte de las fuerzas m¨¢s radicales; tercero, que el proceso de elaboraci¨®n y aprobaci¨®n del Estatuto no deb¨ªa ser muy dilatado: el proyecto ten¨ªa, que estar listo para el mismo d¨ªa en que entrase en vigor la Constituci¨®n.Este ¨²ltimo punto ser¨ªa, sin embargo, contestado inmediatamente por algunas de las fuerzas radicales a las que se trataba de comprometer en el acuerdo: la coalici¨®n abertzale Herri Batasuna ha sido la ¨²nica fuerza que no ha presentado su propio anteproyecto y ha rechazado frontalmente el plan de elaboraci¨®n del Estatuto con su correspondiente calendario en base a dos argumentos: por una parte, que era preciso esperar a conocer los resultados del refer¨¦ndum del 6 de diciembre para, en base al nivel alcanzado por el rechazo a la Constituci¨®n, intentar forzar los l¨ªmites establecidos por ¨¦sta en materia auton¨®mica. Por otra parte, que los resultados del 15 de junio no pod¨ªan ser utilizados como criterio para determinar la composici¨®n de la comisi¨®n de elaboraci¨®n y era preciso esperar a las elecciones municipales.

Otras fuerzas -como la propia AP, aunque desde otra perspectiva- recoger¨ªan la segunda parte de la argumentaci¨®n de Herri Batasuna: ?Mientras no se celebren elecciones municipales y se constituyan las juntas generales en nuestras provincias, nadie posee aut¨¦ntica representaci¨®n democr¨¢tica del Pa¨ªs Vasco para adoptar Estatutos de Autonom¨ªa?, opinaba AP el pasado d¨ªa 25. Pero a?ad¨ªa que, pese a ello, y ?con el fin de entrar en el juego de discusi¨®n de nuestro futuro?, hab¨ªa decidido presentar su propio anteproyecto.

Los que participan

As¨ª las cosas, once partidos (PNV, PSOE, PCE, UCD, AP, ElA, ORT, LKI, PTE, EKA y DCV) han presentado textos propios, mientras que han dejado de hacerlo las fuerzas de Herri Batasuna, por una parte, y EMK y ESEI, por otra. Estos dos ¨²ltimos partidos han anunciado, sin embargo, su intenci¨®n de participar en el proceso, en particular mediante la presentaci¨®n de enmiendas al texto que la comisi¨®n har¨¢ p¨²blico el d¨ªa 9 de diciembre. La ausencia de ESEI viene determinada por su ?deseo de no complicar a¨²n m¨¢s la tarea de la comisi¨®n?, mientras que EMK la ha explicado como protesta por haber sido excluido de la ponencia redactora, pese a contar con un parlamentario.

En su conjunto, los once partidos que han aceptado participar en el proceso representan, en base al 15 de junio, entre el ochenta y el 88 % de los votos vascos. Por otra parte -y seg¨²n una clasificaci¨®n establecida hace un a?o por el soci¨®logo Jos¨¦ Ram¨®n Recalde-, las fuerzas que se pueden considerar ?genuinamente autonomistas? supondr¨ªan el 69,1 % de los votos, y el 85,1 % si se incluye en este grupo a UCD. Seg¨²n la misma clasificaci¨®n, las fuerzas independentistas supondr¨ªan el 6 % de los votos -aunque habr¨ªa que tener en cuenta que una parte importante de esta corriente se abstuvo el 15 de junio-, y las fuerzas genuinamente centralistas, el 9, 1 %.

La impresi¨®n de que una gran parte de la poblaci¨®n vasca ser¨ªa partidaria de un Estatuto con amplias competencias auton¨®micas es confirmada por los objetivos que la mayor¨ªa, de las fuerzas consultadas asignan al proceso ahora iniciado.

Los objetivos

?En primer lugar, ampliar los contenidos auton¨®micos del Estatuto del 36?, responde el nacionailista Juan Jos¨¦ Pujana, sucesor de Ajuriaguerra en el CGV. Comenta que para esto habr¨¢ que sacar el m¨¢ximo partido a las posibilidades abiertas por el art¨ªculo 150 de la Constituci¨®n respecto a las competencias del Estado transferibles a los entes auton¨®micos. Idea en la que coincide Benegas, del PSOE, para quien el primer objetvo es ?recobrar la autonom¨ªa que el pueblo vasco tuvo en el 36, con la aspiraci¨®n de lograr las cotas auton¨®micas que permita el texto constitucional?.

Por su parte, Mario Onaind¨ªa, de ElA, concreta esos contenidos en tres puntos fundamentales: un orden p¨²blico aut¨®nomo, una fiscalidad propia y la posibilidad de que Navarra no quede excluida del marco auton¨®mico vasco.

Sobre este ¨²ltimo punto -incorporaci¨®n de Navarra-, casi todas las fuerzas consultadas son partidarias de la inclusi¨®n en el texto de una disposici¨®n adicional que permita esa incorporaci¨®n, una vez que as¨ª lo decidiera el pueblo navarro, de manera autom¨¢tica y sin necesidad de modificar el cuerpo del estatuto.

Respecto a la articulaci¨®n de los distintos territorios hist¨®ricos en un ente auton¨®mico com¨²n -objetivo considerado por el senador Goyo Monreal, de ESEI, como prioritario-, PNV y PSOE se pronuncian expresamente por una estructuraci¨®n confederal de las provincias. Para ello, el PNV propugna otorgar el m¨¢ximo protagonismo a las Juntas Generales, conformadas en base a los municipios. El PSOE, al igual,que ElA y ESEI, oponen a este ¨²ltimo criterio el principio de representaci¨®n comarcal sobre la base de la proporcionalidad estricta.

Jes¨²s Viana, de UCD, sin citar expresamente la f¨®rmula confederal, se muestra partidario de ?la m¨¢xima autonom¨ªa de territorio dentro de la unidad del Pa¨ªs Vasco?. Y el presidente de AP del Pa¨ªs Vasco, Jes¨²s P¨¦rez Bilbao -para quien ?el primer objetivo debe ser la recuperaci¨®n de la identidad foral adapt¨¢ndola al presente?-, el Estatuto debe ?respetar las respectivas diputaciones forales?.

V¨ªa de pacificaci¨®n

Pero junto a los contenidos, la mayor¨ªa de las fuerzas vascas consideran que el proceso mismo de elaboraci¨®n del Estatuto debe ser ya un paso hacia la reconciliaci¨®n y pacificaci¨®n del Pa¨ªs Vasco. ?Una de las principales debilida des del pueblo vasco es la perma nente divergencia entre sus partidos pol¨ªticos a la hora de abordar la cuesti¨®n nacional?, opina Roberto Lertxundi, secretario general del PC de Euskadi. ?Por ello -a?a de-, el estatuto, objetivo com¨²n de todos los partidos democr¨¢ticos, puede y debe cerrar muchas brechas, acercar muchos criterios, ser veh¨ªculo de consenso democr¨¢tico y nacional. ? Onaind¨ªa, que confiesa haber sugerido a Txiki Benegas la idea de plantear la pacificaci¨®n a partir de la ?din¨¢mica nacional creada por la batalla por el Estatuto?, considera que ?hay que tratar de limar diferencias y sectarismos, infundiendo entusiasmo a un pueblo desencantado?.

El propio Benegas, que expuso por extenso en el Club Siglo XXI de Madrid la relaci¨®n entre ?un buen estatuto unitario y la pacificaci¨®n del pa¨ªs?, piensa que, efectivamente, no se puede ?desligar el problema de la violencia de los problemas pol¨ªticos? y que el acuerdo en torno a un texto estatutario que puede ser ?el inicio de un camino que, con las posibilidades que abra, conduzca a la pacificaci¨®n total?. Por lo dem¨¢s, pr¨¢cticamente todas las fuerzas subrayan que, en palabras de Pujana, ?la paz en Euskadi no se, puede implantar s¨®lo con medidas policiales, y quien no quiera verlo errar¨¢ siempre en el caso vasco?. Incluso AP considera que se trata de ?una oportunidad de pacificaci¨®n de las actuales tensiones que no debe desaprovecharse?. Tan s¨®lo Lertxundi advierte contra el peligro de confundir ?medidas pol¨ªticas para la pacificaci¨®n con las componendas o el cambalache con quienes practican la violencia terrorista