Un toro escapado del matadero de Legan¨¦s procuro diversi¨®n y p¨¢nico a los vecinos de Aluche
Un toro escapado ayer a media tarde del matadero de Legan¨¦s provoc¨® el miedo y al mismo tiempo un espect¨¢culo con su dosis de diversi¨®n a los vecinos de la zona de Aluche, a la que lleg¨® tras recorrer unos ocho kil¨®metros a campo trav¨¦s. Despu¨¦s de campar a sus anchas durante una media hora y cornear a dos se?oras y un motorista, se le localiz¨® finalmente en las cercan¨ªas de la c¨¢rcel de Carabanchel por miembros de la Polic¨ªa Armada de la comisar¨ªa de Los C¨¢rmenes, quienes tuvieron que darle muerte con r¨¢fagas de metralleta.
Seg¨²n la versi¨®n de C¨¢stor Mediero, propietario de un quiosco de prensa de las cercan¨ªas, el animal se encontraba en un estado de gran excitaci¨®n y propenso a la embestida, lo que explica que en un principio fuera confundido por los transe¨²ntes por un toro bravo -y realmente lo era en ese momento-. Despu¨¦s se averigu¨® que el toro estaba condefiado a ser descuartizado en el matadero de Legan¨¦s, de donde pudo escaparse a¨²n no se sabe muy bien de qu¨¦ forma.La relativa proximidad de la plaza de toros de Vista Alegre reforzaba la creencia de los vecinos. El mayoral de la plaza, Manolo Villaverde, fue avisado por la polic¨ªa para que ¨¦ste le identificara o no como perteneciente a la plaza. El se?or Villaverde deshizo el error al se?alar que el bicho no ten¨ªa marca de ganader¨ªa alguna, y que no era un toro bravo. Poco m¨¢s tarde se pudo averiguar su procedencia. A eso de las cuatro de la tarde, el toro, de unos seiscientos kilos de peso, apareci¨® en. Aluche, donde embisti¨® a una se?ora y le ocasion¨®, heridas y magullamientos de cierta consideraci¨®n. Despu¨¦s pas¨® por debajo del puente del Metro y tom¨® la carretera de Carabanchel. Es muy posible que su peligrosidad viniera motivada por el susto de ver tantos coches y personas gritando a su alrededor, pero el caso es que embisti¨® a un joven que circulaba en una moto, y poco despu¨¦s a otra se?ora. Una tercera se salv¨®, porque el conductor de un veh¨ªculo se interpuso entre ambos y le desvi¨® de su camino. Los vecinos disfrutaban del espect¨¢culo, hasta el momento en que el animal les eleg¨ªa como blanco, en que prefer¨ªan echarse a correr.
Continu¨® su carrera hasta la intersecci¨®n de Eugenia de Mont¨ªjo con el Camino de las Cruces, donde fue abatido a tiros. Poco m¨¢s tarde se person¨® en la comisar¨ªa de Los C¨¢rmenes un empleado del matadero para hacerse cargo de la res.
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