Experimentos de lluvia artificial en Espa?a
Van a efectuarse experiencias de lluvia artificial en Espa?a. Nuestro pa¨ªs ser¨¢ el laboratorio natural de un experimento consistente en el desarrollo provocado de precipitaciones acuosas. Hace tres a?os se reconoci¨®, por parte de la Organizaci¨®n Meteorol¨®gica Mundial, la necesidad de investigar sobre las posibilidades humanas de provocaci¨®n de lluvia. La experiencia se iniciar¨¢ en Espa?a a ra¨ªz del convenio que se suscribir¨¢ el d¨ªa 23 de este mes entre el secretario general de la Organizaci¨®n Meteorol¨®gica Mundial y el ministro de Transportes y Comunicaciones. Benito R. Mallol informa sobre la importancia de este hecho.
Fue en abril de 1975, durante el desarrollo del VII Congreso de la Organizaci¨®n Meteorol¨®gica Mundial, cuando se expuso la necesidad, cada vez m¨¢s creciente, de investigar sobre la posibilidad que realmente tiene el hombre de modificar el tiempo atmosf¨¦rico. Dentro de esa l¨ªnea naci¨® el PEP (Programa de Estimulaci¨®n de la Precipitaci¨®n), marco de cuya puesta en pr¨¢ctica ser¨¢ pr¨®ximamente nuestro pa¨ªs. Pero ?qu¨¦ se pretende realmente con un programa como el comentado? Desde luego, algo mucho m¨¢s amplio e importante que solamente el hecho de lograr fabricar lluvia. Una parte b¨¢sica del PEP es, desde luego, una previa evaluaci¨®n estad¨ªstica.Hasta ahora, los proyectos de modificaci¨®n artificial del tiempo han empezado normalmente como experimentos exploratorios en los cuales se establec¨ªan correlaciones razonables comparando los cambios en la precipitaci¨®n durante los per¨ªodos de siembra con las variables meteorol¨®gicas y comprobando a continuaci¨®n estas correlaciones en un experimento de siembra confirmatorio. Por otra parte, el PEP debe ayudar a comprender y predecir la eficiencia en precipitaci¨®n de los sistemas nubosos, para descubrir por qu¨¦ algunas. nubes y sistemas de nubes convierten muy eficazmente su contenido de agua en precipitaci¨®n, mientras que otras producen muy poca o ninguna precipitaci¨®n. Se pretende, en suma, conocer el mecanismo natural de la lluvia.
A partir de enero de este a?o y a ra¨ªz del acuerdo suscrito entre el ministro de Transportes y Comunicaciones y el secretario general de la OMM, habr¨¢ dos etapas preparatorias dentro del PEP, en los tres primeros meses del 79 y el 80 (las fechas m¨¢s indicadas para la experimentaci¨®n directa), con objeto de coordinar todas las operaciones. Si dentro de este per¨ªodo se demuestra la operatividad del sistema dentro del programa, se establecer¨¢n experiencias durante cinco a?os m¨¢s.
Se ha escogido la cuenca del Duero, en la provincia de Valladolid. All¨ª, cincuenta cient¨ªficos, que van a llevar a cabo el experimento, tendr¨¢n que analizar pormenorizadamente todos los aspectos de las zonas geogr¨¢ficas en los que se den las mejores circunstancias para llevar a cabo la experiencia.
Para ello van a ser utilizados aviones de observaci¨®n que proceder¨¢n a efectuar las mediciones pertinentes, estaciones de radar y globos sonda con la misma finalidad: Tambi¨¦n se tendr¨¢ en cuenta la informaci¨®n meteorol¨®gica suministrada por sat¨¦lites artificiales. Si todo marcha como est¨¢ previsto, en 1980 se llevar¨¢ a cabo la segunda parte de la experiencia. Depender¨¢ del ¨¦xito de ambas etapas del proyecto la puesta en marcha de un programa m¨¢s ambicioso de cinco a?os de duraci¨®n.
En el programa van a participar numerosas organizaciones meteorol¨®gicas. Concretamente Australia, Canad¨¢, Francia, Jap¨®n, Suiza, Estados Unidos y la URSS estar¨¢n presentes en el desarrollo de la experiencia, a trav¨¦s de sus organizaciones meteorol¨®gicas.
El impacto ambiental
Es l¨®gico suponer que en un experimento de este tipo, en el que se ha intentado atar con m¨¦todos rigurosamente cient¨ªficos desde el principio todas sus posibles consecuencias, se haya tenido tambi¨¦n en cuenta la posible repercusi¨®n del mismo en el medio ambiente de la zona en cuesti¨®n (concretamente, en este caso, la cuenca del Duero). El Programa de investigaci¨®n ambiental y control del PEP estudiar¨¢, en todo momento, el posible impacto del experimento en dos sentidos: el de la influencia de las sustancias que actuar¨ªan sobre los sistemas nubosos: por ejemplo, el yoduro de plata, y el de un incremento de la precipitaci¨®n, en los ecosistemas. En el primer aspecto, y a pesar de estar demostrado apriori la inocuidad del yoduro de plata y su gran dispersi¨®n en una siembra de nubes (?har¨ªa falta ingerir cuatrocientos litros de agua procedentes de una nube inseminada para asimilar la inisma cantidad de plata que la contenida en cualquier manzana?), se establecer¨¢ una red de vigilancia constante que analizar¨¢ el agua de la zona y los posibles efectos del agente de siembra.
En el segundo aspecto, aunque no se espera, tampoco que haya ning¨²n efecto perjudicial a causa del aumento de precipitaci¨®n debido al programa, se ha previsto incluso evitarlo, si tal aumento tuviera lugar en momentos, ¨¦pocas o sitios no deseables por motivos agr¨ªcolas, hidrol¨®gicos, etc¨¦tera. Por ello, se llevar¨¢n a cabo experiencias con unos criterios y procedimientos de suspensi¨®n temporal de la experiencia para los casos expuestos.
Habr¨ªa que pensar, pues,solamente en los enormes beneficios que este programa debe traer a nuestro pa¨ªs. Como afirma Jos¨¦ Tapia Contreras, subdirector general del Instituto Nacional de Meteorolog¨ªa, ?los an¨¢lisis de los procesos espont¨¢neos de la precipitaci¨®n natural que lleva la experiencia en su primera fase de operaciones, y los que despu¨¦s se har¨ªan sobre las alteraciones artificiales de dichos procesos, implican la utilizaci¨®n de equipos, instrumentaci¨®n de f¨ªsica de nubes y medios de exploraci¨®n atmosf¨¦rica, as¨ª como el desarrollo de t¨¦cnicas en las que puede adquirir una excelente formaci¨®n una buena parte de nuestro personal t¨¦cnico y profesional. Esto facilitar¨ªa en el futuro el desarrollo en nuestro pa¨ªs de la investigaci¨®n dentro de este campo. Tambi¨¦n se podr¨¢n aplicar dichas t¨¦cnicas y otras similares (lucha antigranizo, defensa contra heladas, etc¨¦tera) en otras regiones de nuestra geograf¨ªa bastante: necesitadas de ello?
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