Reirse de la muerte

Los actores que pasan detr¨¢s de la c¨¢mara suelen arrastrar sus vicios o sus virtudes que, aplicados al punto de vista, contagian la obra entera. Paul Newman se ha revelado como un eficaz narrador, cuyas obras pecan de cierto trascendentalismo; Marlon Brando hizo de El rostro impenetrable una obra con algunos momentos de inspiraci¨®n, pero incoherente y narcisista; John Cassavettes ha creado un estilo, pero s¨®lo parece estar interesado por el trabajo con los actores, resinti¨¦ndose de ello tanto sus historias como su puesta en escena, etc¨¦tera. Seg¨²n parece, lo que m¨¢s interesa a los actores, son los actores, lo cual no est¨¢ mal, pero limita en exceso sus pel¨ªculas. S¨®lo Charles Laughton supone una genial excepci¨®n. Su ¨²nica pel¨ªcula como director, La noche del cazador, bien puede calificarse de obra maestra.Burt Reynolds ha sido uno de los ¨²ltimos actores en pasarse a la realizaci¨®n. Antes de De miedo tambi¨¦n se muere, realiz¨® Gator, el confidente. En ambas, Reynolds es director y protagonista. De miedo tambi¨¦n se muere -est¨²pido t¨ªtulo espa?ol de The End- es f¨¢cilmente emparentable con El cielo puede esperar: ambas est¨¢n dirigidas por actores y ambas son comedias sobre el nada gracioso tema de la muerte. Pero Warren Beatty contaba con el s¨®lido apoyo de Elaine May en el gui¨®n y de Buck Henry en la realizaci¨®n, Burt Reynolds, en cambio, ha confiado en sus propias fuerzas. Y De miedo tambi¨¦n se muere es mucho menos de lo que pod¨ªa haber sido. Reynolds posee cierto desparpajo y soltura a nivel de realizaci¨®n, pero tambi¨¦n su tra bajo es innecesariamente descui dado e imperfecto. Su pel¨ªcula no tiene m¨¢s que una pretensi¨®n: hacer re¨ªr. Y lo consigue muchas veces. Los gags de la pel¨ªcula son casi siempre fisicos, cuando el argumento ped¨ªa un humor m¨¢s reflexivo, m¨¢s intelectual. La historia del frustrado suicida Weridell Sonny hubiera sido ideal para Woody Allen, sin embargo, Reynolds practica un humor m¨¢s a lo Mel Brooks, aunque sin llegar a los extremos escatol¨®gicos de ¨¦ste. La interpretaci¨®n del propio Reynolds se resiente del estar a la vez delante y detr¨¢s de la c¨¢mara en beneficio del trabajo de los secundarios. Joanne Woodward est¨¢ perfecta y Dom DeLouise da un recital de comicidad desenfrenada interpretando a un esquizofr¨¦nico peligroso. a baza mayor de la pel¨ªcula -hacer bromas con un enfermo cuyos d¨ªas est¨¢n contados y que decide suicidarse- est¨¢ parcialmente desaprovechada, aunque se ha logrado un aceptable producto comercial, divertido pese a su notable falta de rigor, una de las cualidades primordiales de toda buena comedia.