Antolog¨ªa verde
Cuarenta a?os sin sexo es un cat¨¢logo de situaciones c¨®micas engendradas por la represi¨®n sexual de la dictadura, una recopilaci¨®n de an¨¦cdotas, un Celtiberia Show del sexto mandamiento, una antolog¨ªa del disparate sexual, es decir: un buen tema para hacer si no una buena pel¨ªcula, s¨ª, al menos, un divertido espect¨¢culo. Sin embargo, algo falla en Cuarenta a?os sin sexo. Para empezar, que una pel¨ªcula contenga muchas historias diferentes no implica que deba ser amorfa. Esto lo entend¨ªan hace ya algunos siglos Boccaccio, Chaucer y el an¨®nimo autor de Las mil y una noches, y, m¨¢s recientemente, su adaptador, Pasolini. Tambi¨¦n lo entiende el Fellini de Roma y Amarcord. Juan Bosch no lo entiende. Cuando una pel¨ªcula no posee una historia, por carecer de ella o por tener infinitas minihistorias, mucho m¨¢s importante es su estructura, su construcci¨®n, su orden, su progresi¨®n, pues ¨¦stos son el sost¨¦n de toda pel¨ªcula, incluidas las que tienen un argumento ¨²nico y concreto. Ahora bien, Juan Bosch se ha limitado a reconstruir una serie de situaciones sin ning¨²n criterio selectivo m¨¢s que el del posible exhibicionismo de cada an¨¦cdota, ha privilegiado unas respecto a otras, sin ninguna raz¨®n l¨®gica y las ha ordenado -por decir algo- de la forma m¨¢s arbitraria y gratuita. Si a ello unimos la poca gracia de la mayor parte de los episodios, la torpe realizaci¨®n de todos ellos y la continua subordinaci¨®n del humor al sexo, cuando deber¨ªa ser exactamente al contrario, nos encontramos con que lo que pod¨ªa haber sido un interesante intento de comedia de episodios a la italiana se ha quedado en un vulgar filme m¨¢s de destape.
Cuarenta a?os sin sexo
Director: Juan Bosch. Fotograf¨ªa: Tom¨¢s Pladevall. Int¨¦rpretes: Marta Angelat, Antonio Ceinos, Carlos Lucena, Alfredo Luchetti, Alicia Orozco, Mar¨ªa Rubio, Mar¨ªa Rey, Taida Urruzola y Juan Villalongo. Espa?ola, 1978. Local de estreno: Bilbao.
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