Mosc¨² acusa a Sadat de "traici¨®n" a la naci¨®n ¨¢rabe
El viaje del presidente Jimmy Carter a El Cairo y Tel-Aviv ha sido calificado en la Uni¨®n Sovi¨¦tica como un intento de fortalecer las posiciones debilitadas en Oriente Pr¨®ximo del imperialismo norteamericano, al tiempo que se acusa al presidente egipcio, Sadat, de una nueva ?traici¨®n? a la naci¨®n ¨¢rabe, por su intento de apoderarse del papel de gendarme de la zona que hasta hace poco protagonizaba Ir¨¢n.Desde Mosc¨² se analiza la estrategia del Pent¨¢gono como el desarrollo de una serie de actividades individuales cuyo fin es mantener las posiciones de dominio de Estados Unidos en Oriente Pr¨®ximo y en la pen¨ªnsula ar¨¢biga. El suministro de gran cantidad de armas norteamericanas a Yemen del Norte por un valor superior a los cuatrocientos millones de pesetas y la presencia del portaaviones Constellation frente a las costas del Yemen se califica aqu¨ª de contrasentido, cuando existen unos esfuerzos dentro del marco de la Liga Arabe para resolver el conflicto entre las rep¨²blicas yemen¨ªes.
"Pol¨ªtica de ca?oneras"
?El incendio premeditado de la discordia en la pen¨ªnsula ar¨¢biga -se?al¨® un portavoz sovi¨¦tico-, con el deseo de arrastrar a ¨¦l a otros pa¨ªses ¨¢rabes, tiene por prop¨®sito distraer la atenci¨®n del acuerdo, ya preparado, entre Egipto e Israel. Por lo visto, Washington est¨¢ dispuesto a utilizar la pol¨ªtica de las ca?oneras sobre los pa¨ªses de la pen¨ªnsula ar¨¢biga, los cuales hab¨ªan renunciado a confirmar el acuerdo entre Egipto e Israel, inspirado por Estados UnIdos.?Y junto a estos ataques a Norteam¨¦rica, las acusaciones a los dirigentes egipcios por someterse nuevamente a las condiciones norteamericanas. ?Es notorio el af¨¢n de Egipto -comentaba ayer la agencia Tass- en su intento por representar el papel de Ir¨¢n. El Cairo, que ha entregado a Washington la lista de armas que necesita, est¨¢ dispuesto a enviar tres batallones de ayuda a Yemen del Norte. Esta ayuda a Estados Unidos ser¨ªa definitiva para la formaci¨®n del eje Washington-El Cairo-Tel-Aviv, que supone una nueva traici¨®n de Sadat a los intereses vitales de la naci¨®n ¨¢rabe.?
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