Las perspectivas tur¨ªsticas para la presente temporada son menos favorables que las del pasado a?o
Los primeros datos oficiosos sobre el ¨ªndice de ocupaci¨®n de los principales enclaves tur¨ªsticos espa?oles durante la Semana Santa y el nivel de reservas ya contratadas en firme para el pr¨®ximo verano revelan un cierto pesimismo respecto a los resultados de la presente campa?a, seg¨²n fuentes del sector consultadas por EL PAIS. Una cierta psicosis de nueva crisis en Europa, el fortalecimiento de la peseta en los mercados internacionales y, sobre todo, el encarecimiento de los precios interiores pudieran ser motivo de una importante recesi¨®n tur¨ªstica en Espa?a durante el presente a?o.
Cada temporada tur¨ªstica, la Semana Santa suele ser tomada como etapa indicativa respecto de las posibilidades de la campa?a, tanto en lo que se refiere a los ¨ªndices de ocupaci¨®n registrados, como en lo referente a la conversi¨®n a firmes de las reservas adelantadas por los principales tour-operators europeos. Estos, a su vez, confirman o var¨ªan sus expectativas a la vista del eco despertado por los distintos programas de vacaciones ofertados.Antes que los ¨ªndices reales de ocupaci¨®n de las plazas disponibles, los c¨¢lculos sobre las previsiones de campa?a toman como base la participaci¨®n del turismo for¨¢neo en la afluencia general. No hay que olvidar la importante incidencia que actualmente tiene en el fen¨®meno tur¨ªstico la clientela nacional, desplazada masivamente durante la Semana Santa a los enclaves tur¨ªsticos y de vacaciones. Aunque a efectos de explotaci¨®n empresarial sea incluso m¨¢s interesante la ocupaci¨®n por la clientela aut¨®ctona, a la hora de intentar evaluar las expectativas de campa?a, en lo que a resultados en el conjunto de la econom¨ªa se refiere -aportaci¨®n de divisas-, deben ser tenidos prioritariamente en, cuenta los datos relativos a la afluencia de visitantes exteriores.
Los datos oficiales disponibles hasta el momento revelan un incremento de visitantes en torno al 19% para el conjunto de los dos primeros meses del a?o y un apreciable retroceso -todav¨ªa no cuantificado oficialmente- en marzo, con respecto al mismo mes de 1978, aunque este ¨²ltimo dato deba ser contemplado con la salvedad de que la Semana Santa coincidi¨® el pasado a?o con ese mes. Sin embargo, fuentes del sector insisten en que estas favorables expectativas iniciales se han quebrado durante esta Semana Santa y amenazan con frustrarse definitivamente en los pr¨®ximos meses.
Predominio de "nacionales"
La ocupaci¨®n registrada durante los ¨²ltimos siete d¨ªas en los diversos enclaves tur¨ªsticos ha sido escasamente uniforme, aunque con tendencia al completo en las zonas de Canarias, Costa del Sol y Pirineos. La disponibilidad de plazas, sin embargo, no ha sido plena en todas estas zonas, ya que algunos establecimientos mantienen el h¨¢bito de no abrir sus puertas hasta el mes de junio. En la zona balear, y m¨¢s concretamente en la isla de Mallorca, la afluencia de visitantes ha sido, al menos, un 10% inferior a la registrada en la Semana Santa anterior, seg¨²n los datos oficiosos de los organismos sectoriales. Esta d¨ªsminuci¨®n se considera importante, por cuanto la zona balear es calificada como la m¨¢s indicativa a efectos de previsi¨®n de c¨¢mpa?a y es tambi¨¦n la m¨¢s solicitada por los tour operators europeos.La caracter¨ªstica m¨¢s generalizada durante esta Semana Santa ha sido, en cualquier caso, el predominio de clientela nacional sobre la for¨¢nea. Dato que, aun no siendo preocupante para los empresarios a efectos de rentabilidad, constituye un elemento de inquietud para valorar las expectativas que aguardan al saldo de la balanza de pagos espa?ola en 1979. El pasado a?o, la contribuci¨®n en divisas aportada por el sector tur¨ªstico fue de 5.488 millones de d¨®lares (384.160 millones de pesetas), contribuyendo b¨¢sicamente al super¨¢vit exterior registrado por la econom¨ªa espa?ola, junto al incremento de las exportaciones.
El impacto de la subida de los precios de los crudos petrol¨ªferos en las econom¨ªas europeas ha provpcado una cierta psicosis de nueva crisis energ¨¦tica en el continente. La mayor parte de los Gobiernos de los pa¨ªses centroeuropeos (de donde proceden mayoritariamente los turistas que visitan Espa?a) han elaborado ya importantes programas de reducci¨®n de consumos energ¨¦ticos e iniciado campa?as de mental?zaci¨®n, para convencer a sus respectivas sociedades de la necesidad de implantar un determinado clima de austeridad. Todo ello se estima que puede incidir desfavorablemente en la evoluci¨®n de la campa?a tur¨ªstica del presente a?o.
La prop¨ªa crisis energ¨¦tica, con el aumento en los prec¨ªos de los derivados petrol¨ªferos -entre ellos, el keroseno para la aviaci¨®n-, ha obligado a los tour operadores a replantear sus ofertas de programas de, vacaciones. Dada la rigidez de su estructura de costos, repartida a tercios aproximados entre transporte, alojamiento y beneficio, los tour operadores se han visto obligados a ofrecer a sus clientes la opci¨®n de variar el emplazamiento de sus vacaciones, buscando enclaves m¨¢s baratos, o abonar un suplemento sobre el precio ya pactado, derivado del incremento del precio de los combustibles. Esto afectar¨¢ especialmente a Espa?a, por cuanto el nivel de sus precios interiores es ostensiblemente superior al que ofrecen sus m¨¢s directos competidores (Grecia, Yugoslavia, Bulgaria, Marruecos y Portugal, entre otros).
Los principales tour operadores buscan en estos momentos emplazamientos alternativos a Espa?a para incluirlos en sus programas de vacaciones, con vistas a intentar abaratar los costes. La b¨²squeda presenta, no obstante, importantes dificultades, ya que la capacidad hotelera espa?ola carece de parang¨®n en el Mediterr¨¢neo, con la excepci¨®n de Italia, cuyos precios se encuentran a parecido nivel. En cualquier caso, Italia est¨¢ recuperando en los ¨²ltimos dos a?os su tradicional participaci¨®n en el mercado.
El fortalecimiento de la peseta
Adem¨¢s de unos precios considerablemente elevados, Espa?a oferta, esta temporada, un handicap suplementario como consecuencia del fortalecimiento de la peseta en los mercados intemacionales. Los poseedores de una divisa fuerte -especialmente los centroeuropeos- han acudido tradicionalmente a Espa?a en una situaci¨®n harto ventajosa, por el importante margen de convertibilidad existente. Este margen, sin embargo, se ha reducido considerablemente en los ¨²ltimos tiempos, como consecuenc¨ªa del avance de la peseta en las respectivas paridades y del crecimiento de la inflaci¨®n en Espa?a.Esta situaci¨®n de intercambio monetario sirve, por otra parte, para facilitar la salida de los espa?oles al extranjero en vol¨²menes que han crecido considerablemente en los ¨²ltimos dos a?os, reduciendo el saldo de ingreso por turismo de la econom¨ªa nacional. En este sentido, las campa?as desarrolladas a nivel oficial, instando a los espa?oles a conocer el pa¨ªs, han demostrado escasa efectividad, en buena medida porque los precios interiores de la industria hostelera comienzan a ser en cierta medida disuasorios.
Aunque con escasa incidencia en los resultados globales de la presente campa?a, se viene produciendo tambi¨¦n en los ¨²ltimos tiempos un deterioro del servicio ofertado por la industria tur¨ªstica -en todos sus componentes- en el pa¨ªs. Uno de los sectores que mayor deterioro en la calidad de los servicios presenta es el del transporte, y muy particularmente el a¨¦reo, que se ha demostrado incapaz de absorber el incremento de tr¨¢fico derivado de la evoluci¨®n econ¨®mica general y la tur¨ªstica en particular. Este deterioro, sin embargo, incidir¨¢ tarde o temprano en la imagen tur¨ªstica espa?ola, en tanto en cuanto supone una alteraci¨®n de la relaci¨®n de la calidad-precio, determinante a la hora de elegir un emplazamiento para la etapa vacacional.
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