Curro Romero, m¨¢ximo protagonista de la feria sevillana
Han subido los precios, pero no la calidad del abono
Hoy empieza la feria de Sevilla, con Curro Romero como m¨¢ximo protagonista y acaparador de puestos, pues ocupa cinco en los doce festejos que componen el abono. Curro, la genialidad hecha torero para el triunfo y, quiz¨¢ sobre todo, para el fracaso, capricho de El Baratillo, produjo los mayores esc¨¢ndalos y los fracasos m¨¢s un¨¢nimemente proclamados en la feria de 1978 (en la que tambi¨¦n tore¨® cinco corridas), no obstante lo cual vuelve este a?o como figura cumbre y con un cartel no s¨®lo mantenido, sino posiblemente incrementado. Lo de Curro es un caso ¨²nico.
La empresa Pag¨¦s, cuyo gerente es Diodoro Canorea, cedi¨® responsabilidades y mando al poderoso empresario Pedro Bala?¨¢, por cuesti¨®n de pr¨¦stamo, y es ¨¦ste el organizador verdadero de la feria o, cuando menos, de lo m¨¢s sustancial de ella. Y puestos en este terreno, habr¨¢ que culparle de la subida de precios que han experimentado este a?o las localidades, la cual no parece estar justificada en absoluto, pues aparte de tres o cuatro figuras que quiz¨¢ hayan impuesto honorarios elevados, el resto de los toreros seguramente se han ?arreglado? por un dinero muy razonable para los intereses de los empresarios. Por a?adidura, han quedado fuera de los carteles otras figuras de las que exigen, como son Jos¨¦ Mari Manzanares, Ni?o de la Capea y Angel Teruel.El precio de los toros, sin embargo, ha subido, tanto en Sevilla como en el resto de las plazas, pues los ganaderos se han decidido a que, como es muy justo, su insustituible aportaci¨®n al espect¨¢culo deje de ser deficitaria; pero la diferencia de lo que van a percibir este a?o con lo que cobraban el anterior no encarece el presupuesto de la feria tanto como para poner por las nubes el importe de las localidades, como se ha hecho.
Los empresarios juegan, no obstante, con el prestigio y calor popular de la feria, que producir¨¢, de cualquier forma, unos taquillajes muy fuertes, en varios casos hasta agotar el papel. Las tardes de Curro, en las que adem¨¢s alterna, sucesivamente, con El Viti, Paquirri y Paula, y otra en d¨ªa tan comercial como el s¨¢bado, supondr¨¢n llenos hasta la bandera. En el aspecto econ¨®mico, por tanto, si no llueve u ocurren otros percances extrataurinos, la feria va a ser un gran negocio.
Y luego est¨¢n la met¨¢fora, la hip¨¦rbole y todo lo que el encanto de Sevilla suscita, que contribuyen, casi tanto como la fiesta misma, a encumbrar la feria de abril. La incuestionable gracia sevillana, la alegr¨ªa y majestad de La Maestranza, son motivo de inspiraci¨®n permanente, desde las felices pinceladas ret¨®ricas hasta los latiguillos, y de este modo la feria transcurrir¨¢, pase lo que pase -si no es tragedia-, acompa?ada por el incesante sonar de los cascabeles. Todos quisi¨¦ramos haber inventado aquello de ?la Giralda se pon¨ªa de puntillas para ver torear a Pepelu¨ª?, pues, efectivamente, la Giralda se asoma por sobre los tejadillos de la plaza, recortada en el azul pur¨ªsimo del cielo sevillano, y de esta especie m¨¢s cosas, como lo de ?los silencios de La Maestranza...?.
Pero por ah¨ª se va al t¨®pico, con el que se escamotea la realidad de lo que es la feria en lo verdaderamente taurino (o por lo menos lo que ha sido los ¨²ltimos a?os). Porque en La Maestranza, tanto o incluso m¨¢s que en otras plazas, durante los dos ¨²ltimos abonos abrile?os se lidi¨® ganado indecoroso y, por si fuera poco, sospechoso de pitones e inv¨¢lido; porque faenitas sin fuste se premiaban con tanta largueza como si en ellas se hubiera reencarnado el toreo de Pepelu¨ª que la Giralda miraba puesta de puntillas; porque los famosos ?silencios de La Maestranza? fueron, m¨¢s que compostura de quien entiende y respeta, una actitud de permisividad ante la mediocridad, la martinga.la y el fraude, con peligrosa indiferencia para los valores del espect¨¢culo y para la feria misma.
Veintid¨®s toreros para 36 puestos
La esperanza es que este a?o sea distinto; que se vea torear de verdad, con toros de verdad; que presida las corridas no un funcionario tan incompetente como el del a?o ¨²ltimo, sino alguien con conocimientos del espect¨¢culo y afici¨®n; que la feria haga historia. Ojal¨¢ sea as¨ª.Las once corridas del abono que veremos a partir de hoy (la primera se dio el pasado domingo) suponen 36 puestos que cubrir¨¢n veintid¨®s toreros. Uno -el Curro ya mencionado-, cinco tardes; otro -Paquirri-, tres; ocho torean dos corridas, que son El Viti, Rafael de Paula, Palomo Linares, Manili, Emilio Mu?oz, Jos¨¦ Luis Galloso, Manolo Cort¨¦s y Ruiz Miguel; y una Rafael Torres, Gabriel Puerta, Antonio Chac¨®n, Miguel¨ªn, Macandro, Antonio Alfonso Mart¨ªn, Jos¨¦ Antonio Campuzano, su hermano Tom¨¢s (que tomar¨¢ la alternativa), El Almendro, Manolo Amador y Currillo.
Las ganader¨ªas anunciadas son -por este orden, a partir de hoy- Salvador Guard¨ªola, Carlos N¨²?ez, Juan Pedro Dornecq, Albaserrada. Manolo Gonz¨¢lez, Jos¨¦ Luis Osborne, marqu¨¦s de Domecq, Alvaro Domecq (?Torrestrella?), Mart¨ªn Berrocal, Miura y Manuel Camacho.
Aunque la brillantez de los festejos nunca puede aventurarse, hay alzunos carteles bien rematados, dentro de la semana de ?farolillos?, entre los que destacan los siguientes: d¨ªa 24, Curro Romero, El Viti y Torn¨¢s Campuzano; d¨ªa 26, Curro, Paula y Cort¨¦s, y d¨ªa 27, El Viti, Paquirri y Emilio Mu?oz. Todos ellos con ganader¨ªas de las llamadas ?comerciales?. Y, naturalmente, la miurada, con la que se cierra la feria, como es tradicional.
Esta tarde -cartel ?de la tierra?, qu¨ªmicamente puro- torean Rafael Torres, Gabriel Puerta y Antonio Chac¨®n, con reses de Salvador Guardiola.
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