Gonz¨¢Iez y Sierra, a punto de agredirse en el entrenamiento de ayer
Gonz¨¢lez y Sierra estuvieron ayer a punto de enzarzarse gravemente a golpes en el entrenamiento del Atl¨¦tico de Madrid. Aunque tras el incidente, suavizado por la r¨¢pida intervenci¨®n de otros compa?eros, que separaron a los ?p¨²giles?, ambos jugadores afirmaron que todo estaba olvidado y que el roce hab¨ªa sido producto de los nervios, el hecho en s¨ª vuelve a poner de manifiesto, una vez m¨¢s, que la particular idiosincrasia de la plantilla rojiblanca en los ¨²ltimos tiempos, los enfrentamientos con el entrenador, el mal juego y los pobres resultados ¨²ltimos no favorecen precisamente al equipo ante el partido del pr¨®ximo domingo contra el Real Madrid.
El enfrentamiento se produjo en la segunda parte del habitual partido de los jueves. Gonz¨¢lez, que actuaba con el equipo suplente, intent¨® sortear a Sierra y ¨¦ste le entr¨® de forma muy dura, d¨¢ndole una patada. El ex rayista, muy enojado, se revolvi¨® y quiso repeler la dur¨ªsima acci¨®n de su compa?ero. Sierra no se qued¨® atr¨¢s y como ambos pr¨¢cticamente se enzarzaron a golpes tuvieron que ser separados por el resto de jugadores. Al salir de vestuarios, tanto Sierra como Gonz¨¢lez quitaron importancia al incidente, aunque parece probable que la directiva rojiblanca sancionar¨¢ a ambos por este asunto.
No es la primera vez que se producen en el seno de la plantilla atl¨¦tica hechos de este tipo. Remont¨¢ndose en el tiempo podr¨ªa recordarse tambi¨¦n el pugilato mantenido por los ?argentinos? Ovejero y Panadero D¨ªaz en uno de los entrenamientos previos a un partido de la Copa de Europa, en la temporada que el Atl¨¦tico. fue finalista y perdi¨® en su segunda confrontaci¨®n con el Bayern alem¨¢n, tras el famoso gol in extremis de Schwarzenbeck.
Esta misma temporada se ha carecterizado tambi¨¦n por una serie de circunstancias an¨®malas. Cabe recordar el incidente sostenido entre H¨¦ctor N¨²?ez y el brasile?o Luiz Pereira -en el descanso del sexto partido liguero, en el Manzanares, frente a la Real Sociedad, que supuso la coartada perfecta para dar el cese al t¨¦cnico hispanouruguayo. Rub¨¦n Cano y Leivinha han sido tambi¨¦n objeto de alguna sanci¨®n de r¨¦gimen disciplinario, y m¨¢s cercano en el tiempo est¨¢ el caso Ayala, apartado del equipo, sancionado y con una rocambolesca historia de detectives por medio.
Gonz¨¢lez, adem¨¢s, es noticia tambi¨¦n por sus fuertes declaraciones, en las que arremete contra el actual entrenador rojiblanco, Ferenz Szusza, al que ha calificado como el peor entrenador que ha tenido en su vida. La historia rojiblanca de Gonz¨¢lez, ciertamente, se ha desarrollado de forma negativa. Fue contratado, junto con Guzm¨¢n, e incluso con H¨¦ctor N¨²?ez, ¨¦ste como entrenador, tras la excelente campana realizada el a?o anterior por el Rayo Vallecano. Se lesion¨® gravemente en el partido final del Villa de Madrid, frente al River Plate argentino, y necesit¨® de una complicada operaci¨®n de ligamentos cruzados, realizada por el doctor Cabot. Reapareci¨® en el partido jugado en el Manzanares frente al Rayo -televisado- y, pese a no encontrarse en condiciones de aguantar los noventa minutos, el hecho de que en el banquillo no hubiera m¨¢s delanteros motiv¨® que acabase todo el choque Desde entonces Szusza no ha vuelto a contar con ¨¦l, ni siquiera unos minutos, como prueba l¨®gica par, volver a coger el ritmo. ?O se marcha el entrenador o yo?, ha dicho Gonz¨¢lez. La primera posibilidad es ya archiconocida.
En medio de todos estos incidentes no resulta extra?o que el t¨¦cnico h¨²ngaro, que casi escucha y lee a diario lo referente a su no renovaci¨®n, se encuentre en situaci¨®n complicada y dif¨ªcil por aquello de la p¨¦rdida de serenidad. Quiz¨¢ por ello piensa m¨¢s que otras veces la posible alineaci¨®n que presentar¨¢ en el Bernab¨¦u este domingo, partido que, al margen de las implicaciones para optar a la Copa de la UEFA, pueda tomarse en el seno atl¨¦tico como justificante de una temporada. Arteche y Sierra reparecer¨¢n, Pereira -con una contractura-, jugar¨¢ tambi¨¦n y las dudas parecen centrarse en el medio campo. En el Madrid, a la baja conocida de Sol hay que unir la de Jensen, con una nueva rotura fibrilar. Molowny parece ensayar un sistema de relevos, en el que entran dos parejas -Wolff y Stiellke por un lado y San Jos¨¦ y Pirri por otro- para permutar posiciones en defensa y medio campo. Aguilar, l¨®gicamente, seguir¨¢ en el equipo titular, formando la tripleta ofensiva con Juanito y Santillana.
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