"La comuni¨®n de los atletas", ¨²ltima novela de Vicente Molina Foix
La comuni¨®n de los atletas es la tercera novela de Vicente Molina Foix, de 32 a?os de edad (Museo provincial de los horrores y Busto, Premio Barral de Novela de 1973), publicada en esta ocasi¨®n por la Editorial Alfaguara.
?Lo que m¨¢s me atra¨ªa al escribir esta novela era la idea de confrontar dos tipos y al mismo tiempo, dos maneras de contar. La novela tiene estos dos frentes narrativos, los dos en primera persona. Uno es el abogado que introduce la historia de un antiguo compa?ero de colegio, detenido y encarcelado bajo la acusaci¨®n del abuso deshonesto de un menor, y de cuya defensa se encargar¨¢, y el segundo frente narrativo es el del propio reo, que para facilitar la tarea de su abogado escribe en la c¨¢rcel una memoria autobiogr¨¢fica desde el tiempo del colegio hasta la actualidad. Estos son los dos ejes, pero al mismo tiempo hay dos maneras de ver el propio incidente de la supuesta corrupci¨®n y una visi¨®n del mundo. El abogado representa de alguna manera no solamente la justicia, sino la verdad, mientras que el acusado y, sobre todo, el personaje que inesperadamente va cobrando m¨¢s fuerza -que es el de la mujer del abogado- representar¨ªan la sorpresa y la duda frente a esa verdad. Hay, por tanto, tambi¨¦n un enfrentamiento de dos moralidades.?? Existe en la novela -a?ade Molina Foix- una intenci¨®n de remarcar ese doble enfrentamiento entre dos mundos, el narrativo y el moral, a trav¨¦s de la propia estructura, m¨¢s que del lenguaje. El abogado impone su verdad porque es el narrador de la novela, mientras que el acusado, primero, los personajes fantasmas de su propio relato, despu¨¦s, y, finalmente, la esposa del abogado, que ser¨ªa la depositaria, quiz¨¢ inconsciente, de lo que el mundo del acusado representa, rechazan, quiebran esa imposici¨®n. La novela por eso acabar¨ªa con el relato del abogado y el mundo de valores del abogado abiertos con un interrogante.?
-La exposici¨®n de estas distintas concepciones morales no conlleva, en la novela, la condena de ninguna de ellas. Se exponen m¨¢s como muestras de conducta que como valoraci¨®n de alguna de ellas. ?Es consciente este deseo de no elegir entre dos morales?
-?A m¨ª lo que me interesaba era introducir el posible elemento de cr¨ªtica de una conducta a trav¨¦s de las reacciones de los personajes m¨¢s inocentes, por decirlo as¨ª. Por un lado, esos que he llamado personajes fantasmas que surgen en el relato del reo y, por otro, la mujer del abogado que con su actitud de progresiva comprensi¨®n a lo que yo creo que es un desaf¨ªo sensual del mundo del inculpado, pone en crisis el mundo r¨ªgido de la verdad establecida. No es en absoluto una novela de tesis y las ¨²nicas conclusiones, si es que las hay en el lector, ser¨¢n las que se deriven de una identificaci¨®n con cualquiera de los dos puntos de vista narrativos. ?
Vicente Molina Foix est¨¢ a punto de retornar a Espa?a tras una estancia de ocho a?os en Inglaterra, los tres ¨²ltimos como profesor de Literatura Espa?ola en Oxford.
?La posible influencia del mundo anglosaj¨®n ser¨ªa m¨¢s a nivel personal que literario. La novela inglesa moderna me parece absolutamente trivial, en su mayor¨ªa, pero la distancia geogr¨¢fica y, sobre todo, el ritmo distinto de vida y la valoraci¨®n dist¨ªn ta tambi¨¦n de algunos de los problemas que se tratan en el libro, s¨ª me habr¨¢n influido. Esta novela de La comuni¨®n de los atletas creo, sin embargo, que la habr¨ªa escrito igual en una playa de Alicante que en los jardines de Oxford. Creo que es un desarrollo que tiene una l¨®gica interna, respecto a mis novelas anteriores, escritas en Madrid.?
Molina Foix es un nombre vinculado al cine, del que fue cr¨ªtico y guionista. En la actualidad tiene abandonada esa faceta. ?El papel de contraste distanciador y yo creo que enriquecedor, que el cine tuvo para m¨ª cuando yo escrib¨ªa mis primeras novelas, ahora, para mi propia sorpresa, lo est¨¢ teniendo el teatro. Yo que era uno de los que cre¨ªan en la muerte del teatro como g¨¦nero literario, me encuentro desde ha ce un a?o obsesionado con poner en un escenario algunos de los temas que hasta ahora s¨®lo hab¨ªa desarrollado en novelas o en guiones de cine. Quiz¨¢ se trate s¨®lo de que, siendo el cine en estos momentos en Espa?a, el arte m¨¢s dif¨ªcil, el teatro -aunque tampoco es f¨¢cil- me parezca m¨¢s acces¨ªble.?
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