Los nudistas
Todos los a?os vuelve el rollo de los nudistas. Fuimos pioneros del desnudo en Ibiza, tal como ¨¦ramos, cuando el propio cuerpo era una blasfemia y todos hac¨ªamos un poco de bonzos, quem¨¢ndonos al sol de la libertad vigilada, como ese bonzo antifranquista que se quem¨® ante Franco en un front¨®n vasco y ahora es senador.?Acaso no fuimos bonzos del antifranquismo los primeros nudistas que nos abrasarnos al sol del Mediterr¨¢neo, sin gustarnos el sol y gust¨¢ndonos,. s¨®lo lit¨¦rariamente, el Mediterr¨¢neo, a la espera de las fuerzas vivas y de orden que nos correr¨ªan en pernetas por sobre la arena gorda y entre los riscos negros de la isla?
Al bonzo del front¨®n veo que le han recompensado con una senadur¨ªa, pero a quienes fuimos carne de teleobjetivo, corporeidad mortal y rosa, vistos con el ojo de pez del esc¨¢ndalo en la prensa del coraz¨®n decente, a ¨¦sos no nos han hecho nada. No nos han nombrado nada y s¨®lo nos queda volver un a?o m¨¢s, quitarnos desganadamente el pantal¨®n unisex, nosotros y ellas, el vaquero bisexual, y apuntarnos este verano al primer club legal de nudistas que ser¨¢ instalado en la Costa Brava. Ya exist¨ªa otra playa tolerada en la misma costa, algo as¨ª como la socialdemocracia del desnudo, pero ahora se trata de que en Gerona el personal se va a desencuerar por decreto municipal y mediante cuota. Lo nuestro fue m¨¢s ¨¦pico.
Eramos como semidioses griegos y puros, movi¨¦ndonos blancos, blancas, sobre el tap¨ªz confuso del franquismo, y ten¨ªamos por alas,en los pies desnudos, los perros y gozquecillos de la isla, e implantamos nuestra mitolog¨ªa de ensalada matrimonial y nudista en lo alto de la Grecia paralela, sin descender a la comisar¨ªa de guardia, como los dioses griegos no descendieron nunca a los tribunales romanos.
En Santa Cristina de Aro, el concejal Miquel Font Pujadas nos ha dado una cita estival y pante¨ªsta. Resulta que los nuevos ayuntamientos de izquierdas empiezan a funcionar, no mediante el socialismo, sino mediante el pante¨ªsmo. El Club Catal¨¢n de Naturistas de Barcelona va a arreglar los papeles en quince d¨ªas, que son los que yo voy a tardar en dejarles a ustedes en herencia mis bol¨ªgrafos, mis botones perdidos por los bolsillos, m¨ª ropa interior de abrigo, mi bufanda, mis entradas de cine de estrenos invernales y remotos, mi ¨²nico billete de 5.000 de vell¨®n, mi Segunda antoloj¨ªa de Juan Ram¨®n Jim¨¦nez y mi spray.
Desnudo como los hijos de la mar, o cuando menos como los socios de la mar (que parece que de ese club hay que hacerse socio), dejar¨¦ atr¨¢s el bostezo discursivo de los pol¨ªticos, el roneo masoca de los colegas y la furtiva l¨¢grima de las fans. Me ver¨¢n ustedes perderme a la altura de San Feli¨² de Guixols, y luego ya entrar¨¦ para siempre en la honda y leve cala que es como un p¨¦talo de la rosa terrestre ca¨ªdo al nivel de la espuma. Puesto que nada cambia, ni siquiera para aparentar que cambia todo, como antes, nos desnudaremos de la Constituci¨®n, que es un duro traje de papel de barba, dejaremos en la caseta las leyes, los consensos, los monopolios, la Tr¨ª, la sv¨¢stica de los neopatriotas y la raqueta de Su¨¢rez.
Hay que hacer desnudismo como se hace o hac¨ªa patriotismo. Hay que ser patriotas del propio cuerpo, ahora que todos quieren recortarse una patria catastral o quedarse la pen¨ªnsula entera con sus dioses.
El Este del Ed¨¦n est¨¢ en Tossa de Mar. Cuando Franco nos desnud¨¢bamos para ser los bonzos de la libertad en la hoguera del sol cl¨¢sico. No ard¨ªamos vivos, pero nos pon¨ªan una multa. Cuando Franco nos desnud¨¢bamos para ser el San Sebasti¨¢n masculino o femenino al que los centuriones. de las centurias de Falange pon¨ªan mortal ballester¨ªa en el pecho de posguerra, a¨²n no cruzado por ese surco de oro que recorre tu piel, amor, ?te acuerdas? Ahora, con Su¨¢rez, la democracia, el fascismo espont¨¢neo, el nazismo de entre semana, el cinismo de la derecha y el desencanto de la izquierda, vamos a desnudarnos -verano del 79- para que el sol nos purifique de pactos y consensos, para perder la p¨¢tina sombr¨ªa de las Cortes. Ciudadanos del mar y patriotas del cuerpo, nos desnudarnos para desarmarnos hasta del bol¨ªgrafo-fuente, ahora que otros se arman hasta los dientes. La utop¨ªa est¨¢ en Tossa y dan carnet.
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