Pol¨¦mica en torno al GP de Suecia, que no se celebrar¨¢
El Gran Premio de Suecia de F¨®rmula 1 sigue envuelto en la pol¨¦mica. Despu¨¦s del anuncio por parte de los organizadores de que no podr¨ªan llevar a cabo la prueba, por carecer de los medios econ¨®micos que se requieren para ello, la Federaci¨®n Internacional deneg¨® el permiso a los suecos, cuando ¨¦stos hab¨ªan encontrado el dinero.
El fondo del asunto no deja de ser un motivo m¨¢s en la disputa que mantiene el presidente de la Federaci¨®n, el franc¨¦s Balestre, con el presidente de la FOCA (Asociaci¨®n de Constructores de F¨®rmula 1), Bernie Ecclestone. El presidente de la Federaci¨®n quiere controlar el complicad¨ªsimo mundo de la F¨®rmula 1, mientras que Ecclestone, que ha dado a esta competici¨®n un nivel de seriedad y un volumen econ¨®mico jam¨¢s visto hasta el presente -a¨²n a costa de controlar f¨¦rreamente todos los aspectos, por nimios que parezcan, de esta competici¨®n-, no quiere ceder el control ni siquiera del aspecto deportivo.Los enfrentamientos entre ambos organismos y entre ambos personajes son frecuentes, con constantes ataques a trav¨¦s de la prensa. Balestre argumenta que Ecclestone no tiene capacidad de decisi¨®n en lo que al tema deportivo se refiere, y que, a fin de cuentas, lo primero que es -o deber¨ªa ser- la F¨®rmula 1 es una competici¨®n deportiva. Por su parte, Ecclestone, que cuenta con el apoyo de pr¨¢cticamente la totalidad de los constructores y pilotos que forman actualmente el circo, dice no estar dispuesto a dejar mangonear en sus asuntos a un advenedizo.
Cada uno por su lado, tratan de atraerse a los distintos organizadores de las pruebas que componen el calendario del campeonato del mundo, para, de esta forma, ser a¨²n m¨¢s fuerte. Por ahora, al menos en esta parcela, las fuerzas est¨¢n igualadas, aunque parece existir una impresi¨®n de predominio para Ecclestone, al ser ¨¦l quien fija los m¨ªnimos -cada a?o m¨¢s y m¨¢s elevados- que los distintos organizadores deben abonar antes de que la prueba se celebre. En el caso de que la organizaci¨®n de una carrera determinada no cuente con los cuarenta millones que ahora reclama el padrino, ¨¦ste se ofrece de inmediato a organizar ¨¦l mismo la carrera, a base de sufragar los gastos y de repartir los beneficios, si los hubiera.
El caso del Gran Premio de Suecia entra de lleno en esta pugna. Los organizadores hab¨ªan anunciado su imposibilidad de hacer frente a las primas de salida con las fechas de antelaci¨®n que exige Ecclestone, aunque esperaban poder hacerlo una vez disputada la carrera e ingresado el dinero de la taquilla. El padrino, que sabe perfectamente que en Suecia acude poca gente al Gran Premio, por lo que dif¨ªcilmente podr¨ªa sacarse en taquilla tantos millones, propuso quedarse ¨¦l con la organizaci¨®n, a lo que los suecos dijeron que no. Ecclestone anunci¨® entonces que el circo no viajar¨ªa a Suecia.
Posteriormente, la organizac¨ª¨®n sueca parece haber recibido dinero de unas empresas petrol¨ªferas del pa¨ªs, pero en este caso ha sido Balestre, presidente de la Federaci¨®n Internacional, quien ha desautorizado la prueba,
As¨ª, las diecis¨¦is pruebas inicialmente previstas, divididas en dos grupos de ocho, pasan ahora a ser s¨®lo quince, con un primer grupo de siete y un segundo de ocho. Los pilotos deber¨¢n elegir tan s¨®lo sus cuatro mejores resultados de cada una de las dos mitades. De ah¨ª la importancia del Gran Premio de M¨®naco -a celebrar este domingo-, que se ha convertido en la ¨²ltima oportunidad de esta primera etapa. Mientras Scheckter o Reutemann cuentan ya con los cuatro resultados posibles -ambos, incluso, se han tenido que descontar uno-, lo mismo que Depailler, Laffite y Villeneuve s¨®lo tienen tres, por lo que cualquier resultado de M¨®naco les servir¨ªa para sumar puntos.
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