PNN y alumnos, una dif¨ªcil amistad
Para encontrar los viejos s¨ªmbolos, los carteles del Che y las obras de Gramsci en alguna esquina de la mesa hay que seguir los pasos de muchos PNN que fueron estudiantes combativos y, empiezan a perder hoy, un poco perplejos y aturdidos, el contacto con las generaciones m¨¢s j¨®venes. ?Supongo que han influido muchas cosas. Los cambios en la ense?anza primaria y media, el que estos chicos han estudiado ya con plastilina y no como nosotros, con el duro pizarr¨ªn, y luego que en gran medida la Universidad se ha descentralizado y en Madrid no hay pr¨¢cticamente m¨¢s que estudiantes madrile?os y se ha perdido aquella cosa estupenda que era el contacto con gente de otras zonas. La uniformidad es mucho mayor. Entonces me enfrento a alumnos que me parecen excesivamente sumisos. Por eso he adoptado otro sistema. Mis clases no son clases, son patadas, algo que obliga a reaccionar a los alumnos.? Paco Alburquerque, delegado de Econ¨®micas el curso 1966-67, perseguido y encarcelado cuando hablaba no ya de una sociedad marxista, sino simplemente decente, busca aquella combatividad en los alumnos de hoy, serios, distantes en su clase de estructura econ¨®mica mundial. ?Y les veo como pacientes que van al psiquiatra. Especialmente los alumnos de la ma?ana; s¨®lo luchan por la subida de tasas o contra la selectividad, y en este contexto los PNN mantienen un nivel de cr¨ªtica bastante mayor, pero somos islotes en un mar inmenso.?
"Mis alumnos me tienen alucinada"
Y algo de esto piensa tambi¨¦n Maruja S¨¢nchez, que da clases en segundo de Empresariales, en la Complutense, afanosa luchadora desde aquellos tiempos, hoy encuadrada en CCOO. ?Me tienen alucinada mis alumnos, porque se sientan delante de m¨ª y copian cualquier cosa, aunque sea una tonter¨ªa que les digo a prop¨®sito, para que reaccionen. Todo con la misma indiferencia. Por eso procuro provocarles, aunque no siempre con ¨¦xito. Mientras tanto, yo observo en medio de esta indiferencia c¨®mo aumenta la gente de Fuerza Nueva en lo que hasta ahora era un feudo de la izquierda. ?No ha vuelto a producirse una unidad de criterios de lucha entre los profesores j¨®venes y los alumnos. ?Si es que hay que ver c¨®mo son; han sido casi compa?eros de clase y al curso siguiente, que van de profesores, ya te hablan de usted en plan de superioridad, y al final son m¨¢s autoritarios que los de siempre?, se queja Perico Rom¨®n, que ha sido varias veces testigo de este proceso, que tambi¨¦n se da inevitablemente. ?Creo que despu¨¦s de los follones que motivaron el cierre de la Universidad de Valladolid, en el 76, y la huelga que mantuvieron m¨¢s de 10.000 PNN no ha vuelto a haber aut¨¦ntica unidad entre alumnos y profesores. Esto fue lo ¨²ltimo, junto con las luchas tremendas del curso siguiente que se mantuvieron en la facultad de Medicina contra la selectividad. Despu¨¦s la escisi¨®n se ha ido haciendo m¨¢s profunda. ?
La distancia f¨ªsica que hace desconocidos los problemas de una facultad a otra y entre los propios estudiantes, es ya una barrera casi infranqueable entre alumnos y profesores, una relaci¨®n marcada con demasiada frecuencia por un autoritarismo tradicional. ?Los profesores de izquierda tienden a abandonar el manual e intentan salirse de la docencia tradicional?, comenta Jos¨¦ Mar¨ªa Ord¨®?ez. ?Como nada ha cambiado y no pueden hacerlo, o se marginan y dejan de venir a clase, o, de lo contrario, est¨¢n en permanente situaci¨®n de ambig¨¹edad. La huida del profesorado es bastante importante en esta facultad. Ahora mismo me acuerdo de gente como Alfonso Orti y Antonio Gimeno, que han terminado por marcharse, entre otros muchos. ?
Y, sin embargo, la incomprensi¨®n es tan profunda como mutua. ?A medida que avanzan los cursos se produce un sentimiento mayor de confusi¨®n e inutilidad de su trabajo te¨®rico. El v¨ªnculo profesor-alumno se reduce a causa de esto a una relaci¨®n autoritaria, porque ese conocimiento adquirido no les sirve a los alumnos ni para resolver los problemas de relaciones personales ni los problemas de trabajo. En quinto curso de Pol¨ªticas asumir la tarea de aprobar o suspender a los alumnos llega a ser pr¨¢cticamente imposible.?
En una encuesta realizada por grupos mixtos de trabajo sobre la facultad de Pol¨ªticas de la Complutense entre alumnos de la ma?ana de los tres primeros cursos, ninguna de las respuestas se?alaba como alto el nivel de aceptaci¨®n de la facultad y, en concreto, un 54% de los alumnos no la encontraban nada aceptable, a los que habr¨ªa que sumar el 34% que la encontraban poco aceptable. Las razones que daban para ello eran, por orden de importancia: la falta de calidad de la ense?anza e investigaci¨®n, la relaci¨®n estudiante-profesor, y la formaci¨®n pedag¨®gico-acad¨¦mica y dedicaci¨®n del profesorado.
Como colof¨®n al informe, los alumnos, que resultaban ser en su inmensa mayor¨ªa de extracci¨®n social media-alta y media-media, dedicaban elogios o cr¨ªticas a sus profesores a trav¨¦s del tradicional sistema de puntuaci¨®n, donde no eran escasos algunos ir¨®nicos 0, 5, ¨® 0,7.
Y es Pol¨ªticas precisamente una de las facultades que m¨¢s ha sentido ese vac¨ªo de objetivos y donde la gente se da m¨¢s al porro, incluso dentro de las aulas. El curso pasado no se celebraron pr¨¢cticamente actos culturales, aunque se intenta hacer que funcione una asociaci¨®n de este tipo.
?La verdad es que tampoco hay demasiada inquietud por leer ni por realizar actividades paralelas, se?ala Eduardo D¨ªaz Otero, profesor de la c¨¢tedra de Joaqu¨ªn Ruiz Gim¨¦nez en la facultad de Derecho de Madrid. ?Yo creo que esta situaci¨®n deviene de la etapa inmediatamente posterior a la muerte de Franco, y ya con las elecciones de 1977, cuando los partidos pol¨ªticos empiezan a tener claras aspiraciones extrauniversitarias. A eso hay que a?adir que nunca se han preocupado por conseguir que la lucha de estudiantes y PNN estuviera unida, y hoy es pr¨¢cticamente antag¨®nica, para mayor debilidad del movimiento universitario. Claro que habr¨ªa que preguntarse si lo que dec¨ªa el Partido Comunista hace unos a?os de que "los universitarios son una base objetivamente revolucionaria" responde en algo a la realidad.?
Proceso de despolitizaci¨®n
Lo cierto es que las cosas han cambiado espectacularmente, y la atenci¨®n de esas masas de estudiantes sin ninguna salida se centra, por ejemplo, en la Fiesta de Primavera, que organiza todos los a?os a fin de curso la Universidad Aut¨®noma de Madrid, donde funcionan asociaciones culturales en Filosof¨ªa, Derecho, Econ¨®micas y Ciencias.?Al ciclo de conferencias sobre el terrorismo que se organiz¨® en Derecho vino el abogado Juan Mar¨ªa Bandr¨¦s, y la verdad es que asisti¨® much¨ªsima gente.? Juan Celada, responsable de Universidad del Movimiento Comunista, cree firmemente que una soluci¨®n inmediata a esta apat¨ªa estudiantil est¨¢ en una lucha por reformas concretas. ?Es imprescindible la democratizaci¨®n de la universidad y la creaci¨®n de claustros constituyentes. ?
Las tres universidades aut¨®nomas de Espa?a (Madrid, Barcelona y Lejona, en Bilbao), construidas en un ¨²ltimo intento por conseguir formar una ¨¦lite escogida de titulados que no pod¨ªan ofrecer las viejas universidades sacudidas por la lucha antifranquista, no est¨¢n tampoco al margen de este nuevo estilo de vida.
Las revistas universitarias con cierta inquietud pol¨ªtica se han hundido, como en el caso de Universidad, que el PCE intent¨® hacer circular en Oviedo. Pero tampoco se han podido sacar adelante ni Albor¨¢, a pesar de la subvenci¨®n de 350.000 pesetas recibida del vicerrector, ni la revista Juan Canas, de la misma universidad. Son publicaciones bastante irregulares todas ellas, incluida la propia Cr¨®nica, de Derecho, que aparec¨ªa hasta no hace mucho en esta facultad de la Complutense, y alguna revista de partido ?que no estaba mal?, en opini¨®n de alumnos independientes, caso de Caleidoscopio, del Partido del Trabajo. El Colegio Mayor San Juan Evangelista, uno de los m¨¢s activos culturalmente hablando, edita a¨²n en Madrid la revista Foco, aunque la difusi¨®n de todas estas publicaciones es bastante escasa. En la propia Universidad de Salamanca, las actividades que han sido m¨¢s seguidas el curso pasado han sido los conciertos de rock, jazz y m¨²sica folk, organizados por el colectivo Fonos, en el que participan universitarios y no universitarios. Y lo mismo podr¨ªa decirse de la mayor¨ªa de las universidades, exceptuando las del Pa¨ªs Vasco.
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