El "Cat¨¢logo de novelas espa?olas del XIX", base para una investigaci¨®n literaria
Declaraciones de su autor, Juan Ignacio Ferreras
Juan Ignacio Ferreras ha merecido el premio Rivadeneyra de la Real Academia por su Cat¨¢logo de novelas y novelistas espa?oles del siglo XIX, que ha sido publicado por la Editorial C¨¢tedra. El cat¨¢logo, que el profesor Ferreras, actualmente en la Universidad parisiense de la Sorbona, considera la base para un nuevo planteamiento de la historia literaria, es el fruto de doce a?os de fichaje y trabajo, ce?ido a la novel¨ªstica espa?ola del siglo XIX, y pretende ?acabar con una historia tradicional, superarla y enriquecerla?, seg¨²n sus propias palabras.?El tener una panor¨¢mica amplia y concreta a la vez?, dijo Juan Ignacio Ferreras a EL PAIS, ?permite abrirse a una nueva y distinta visi¨®n de c¨®mo sucede la evoluci¨®n literaria. Se ve como imposible el entendimiento de la historia de la literatura en funci¨®n de nombres clave, y se empieza a comprenderla en funci¨®n de las tendencias en curso. En la novela del XIX, por ejemplo, que hemos catalogado, se ven clar¨ªsimas diversas tendencias, algunas olvidadas. Por ejemplo, hay una novela anticlerical, hay una tradici¨®n de Episodios Nacionales anteriores a Gald¨®s, hay una corriente realista avant la page, y una novela paracient¨ªfica ... ? ?Para m¨ª?, dice, ?el estudio de la historia de la literatura s¨®lo es posible con un m¨¦todo que tenga en cuenta la g¨¦nesis colectiva, la estructura, que ser¨ªa el aporte individual m¨¢s importante, y la funci¨®n de la obra. Dentro de ese m¨¦todo, habr¨ªa que estudiar desde la ideolog¨ªa hasta el precio, pero ninguno de esos criterios, de esos datos, pod¨ªa ser considerado determinante.?
El planteamiento, evidentemente, es de una historia social de la literatura que intente bucear el problema de las relaciones entre la creaci¨®n como fen¨®meno privado, instransferiblemente individual, y ese hecho colectivo al que est¨¢ ¨ªntimamente relacionada y que el profesor Ferreras constata con la existencia de tendencias. Sobre este tema, dice: ?Plantear el problema entre el sujeto colectivo y el sujeto individual ya es, de alguna manera, empezar a resolverlo. Es algo que obliga a tener en cuenta la producci¨®n, es decir, las novelas existentes en lo m¨¢s cerca posible de su totalidad. Y en este sentido es importante el cat¨¢logo. A mi modo de ver, en un cierto momento hay un grupo intelectual con una determinada visi¨®n del mundo. Una visi¨®n de grupo o de clase, visi¨®n que se materializa en una determinada forma de la vida social. Y en esos grupos siempre surgir¨¢ uno capaz de materializarla al nivel literario. Lo individual no es ni la forma de vida ni la visi¨®n del mundo: lo individual es ese momento en que se produce la invenci¨®n, a veces adelantada, el momento en que se revela de modo imaginario lo que realmente piensa el autor y el grupo. ?El caso de Gald¨®s?, dice el profesor Ferreras, ?es claro: hay un grupo con una determinada visi¨®n de la historia, y aparecer¨¢ el genio capaz de cristalizar esa visi¨®n.?
Naturalmente, la complejidad del tema escapa a esta corta entrevista, m¨¢s en este momento en que las visiones sociales de la historia de la cultura no est¨¢n de moda. ?Bueno, est¨¢ demod¨¦ en Francia, donde ha sido reprimido el tema a partir de la muerte de Goldmann, pero empieza con fuerza en Estados Unidos, por ejemplo, tras la creaci¨®n de la c¨¢tedra de Sociolog¨ªa de la Literatura, en la Universidad de Minneapolis. Creo que esta falta de moda de la sociolog¨ªa de la literatura es una consecuencia de la represi¨®n posterior al mayo 68, aquella crisis que signific¨®, de hecho, el aplastamiento de la universidad francesa. Y se explica porque la sociolog¨ªa es una ciencia peligrosa para cualquier Estado.?
De sus propios criterios, a la hora de ir escribiendo una historia social de la literatura, dice Juan Ignacio Ferreras: ?Yo dir¨ªa que mi posici¨®n es hegeliano-marxista, no dualista, y desde luego, no directamente marxista. Debe mucho a la escuela de Francfort y a Max Weber.? En cuanto al cat¨¢logo concreto, ?se ci?e?, seg¨²n su autor, ?a la novela del siglo XIX, que empieza a mi modo de ver a finales del XVIII, que en los primeros a?os del siglo va surgiendo cierta renovaci¨®n confirmadora. Curiosamente, toda la novela que fuera de Espa?a tiene excelentes frutos, cuenta con una representaci¨®n espa?ola, todos los intentos est¨¢n aqu¨ª, con mejor o peor fortuna. Y a mi modo de ver, la teor¨ªa de los modelos no sirve, porque s¨®lo se imita aquello que se est¨¢ preparado para imitar. Otro de los temas que se ven claros despu¨¦s de hacer un cat¨¢logo relativamente exhaustivo es el de la d¨¦bil frontera entre la literatura y las llamadas subliteraturas.?
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