El alcalde y los concejales de Bilbao, encerrados por los vecinos
El alcalde y los concejales del Ayuntamiento de Bilbao permanec¨ªan encerrados en el interior de la sala de sesiones ayer por la noche, ante la oposici¨®n de un centenar de personas, miembros de las asociaciones de vecinos, a que nadie abandonase el local si la Corporaci¨®n no se pronunciaba sobre determinadas reivindicaciones.
Nada m¨¢s iniciarse el pleno -y con la peque?a sala de sesiones abarrotada de p¨²blico-, una representante de la coordinadora de asociaciones de vecinos pidi¨® la palabra para plantear la urgencia de que la Corporaci¨®n se pronunciase en torno a su propuesta de articulaci¨®n de la participaci¨®n del movimiento ciudadano en la vida municipal. Sus palabras fueron interrumpidas por el alcalde, Jon Casta?ares, quien sugiri¨® poner a votaci¨®n la opci¨®n entre aceptar la propuesta de la improvisada oradora o, alternativamente, esperar al punto del orden del d¨ªa en que deb¨ªa discutirse una moci¨®n de Herri Batasuna en el mismo sentido.Los votos del PSOE, Herri Batasuna y Euskadiko Ezkerra en favor de la primera opci¨®n resultaron minoritarios respecto a los del PNV y UCD, que propon¨ªa seguir el orden del d¨ªa, seg¨²n lo ten¨ªan previsto.
En ese momento, algunos representantes de las asociaciones de vecinos repartieron entre los concejales un escrito, en el que se recuerdan los puntos planteados en un dossier entregado al Ayuntamiento el pasado d¨ªa 11 de junio. El dossier en cuesti¨®n, tras pasar revista a las necesidades m¨¢s urgentes de los barrios, planteaba que se reconociera el derecho de las asociaciones de vecinos a estar presentes en los plenos, a disponer de locales, a recibir subvenciones y a ser informadas peri¨®dicamente sobre los proyectos y actividades del Ayuntamiento.
El alcalde, a la vista de la situaci¨®n, orden¨® a los ujieres la recogida de los escritos repartidos, a lo que el p¨²blico respondi¨® con abucheos y gritos como ?Los barrios no pueden esperar? y otros similares.
Instantes despu¨¦s, y en un clima de gran confusi¨®n, el se?or Casta?ares suspendi¨® la sesi¨®n y los concejales se levantaron con intenci¨®n de abandonar la sala. El grito ?De aqu¨ª no sale nadie?, proferido por uno de los asistentes, fue r¨¢pidamente seguido por otros del mismo tono y por un movimiento de bloqueo de la puerta de salida. A la hora de transmitir esta cr¨®nica, los ediles continuaban sentados en sus puestos, mientras proseguian los gritos del p¨²blico, que exhib¨ªa pancartas alusivas a la situaci¨®n y reivindicaciones de cada barrio.
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