Es el tercer incendio de la freidur¨ªa del hotel
Ayer segu¨ªan siendo tema de pol¨¦mica en esta ciudad las causas del incendio del hotel Corona de Arag¨®n, as¨ª como las medidas de seguridad del establecimiento y la actuaci¨®n de las fuerzas de salvamento. En torno al origen del fuego, algunos t¨¦cnicos de hosteler¨ªa planteaban serias dudas sobre la versi¨®n oficial, ya que, a su juicio, dif¨ªcilmente las llamas de una freidora pueden originar un suceso de esta magnitud. ?Es m¨¢s?, a?ad¨ªan las mismas fuentes, ?para fre¨ªr churros se utiliza normalmente grasa en lugar de aceite, y la grasa no prende.?
Al margen de estas reservas, el Gobierno Civil manten¨ªa ayer, apoyado en los informes t¨¦cnicos de Industria, la primera versi¨®n de lo ocurrido: el fuego tuvo su origen en un recipiente que conten¨ªa unos veinte litros de aceite. El gobernador civil, Francisco Laina Garc¨ªa, manifest¨® a EL PAIS que, seg¨²n declaraciones de los empleados, no era ¨¦sta la primera vez que ard¨ªa la freidora. En dos ocasiones anteriores les hab¨ªa sucedido lo mismo, pero hab¨ªan conseguido apagar las llamas sin ning¨²n problema con ayuda de los extintores.De acuerdo con lo declarado ante la polic¨ªa por los empleados del hotel, tambi¨¦n en esta ocasi¨®n, al menos dos de ellos, cogieron un extintor, pero a los pocos segundos se dieron cuenta de que no consegu¨ªan nada. Un extractor de humos se hab¨ªa convertido en transmisor del incendio.
Todo esto ten¨ªa lugar en la cocina de la cafeter¨ªa Formigal, situada en un lateral del edificio, y no en la cocina general del hotel. Los empleados dieron aviso a los responsables de la cafeter¨ªa de que hab¨ªa un incendio y acto seguido -el humo les obligaba ya a cubrirse la cara con pa?uelos- comunicaban el siniestro al personal de recepci¨®n y de tel¨¦fonos. Fue la telefonista la que puso el hecho en conocimiento de los bomberos, pero sin que, al parecer, tuviese todav¨ªa una imagen real de lo que estaba sucediendo.
Nadie avis¨® a los que dorm¨ªan
A pesar de que en estos primeros momentos dominaba la impresi¨®n de que se trataba de un incendio f¨¢cilmente dominable, la polic¨ªa zaragozana ha podido comprobar que tanto los empleados de la freidur¨ªa como la propia telefonista abandonaron r¨¢pidamente el hotel, sin dar ninguna alarma ni el m¨¢s leve aviso a los hu¨¦spedes, que en su inmensa mayor¨ªa se encontraban a¨²n durmiendo. Personas que se alojaban en el hotel han relatado a EL PAIS que no escucharon alarma alguna hasta bastante despu¨¦s de que los bomberos hubieran iniciado las tareas de extinci¨®n.
Otro hecho comprobado es que nadie tuvo la precauci¨®n de apagar el sistema de aire acondicionado, que a lo largo de toda la ma?ana fue precisamente el mecanismo que introduc¨ªa el mon¨®xido de carbono en las habitaciones. Las fuentes sanitarias consultadas han confirmado que, en efecto, la inmensa mayor¨ªa de las v¨ªctimas fallecieron por intoxicaci¨®n. No pasan de seis los muertos por traumatismos al lanzarse al vac¨ªo, y tan s¨®lo una quincena de cuerpos se encontraban carbonizados, aunque se cree que incluso algunos de ellos pudieron morir antes por asfixia. Convertido el sistema de aire acondicionado, que a causa del calor estaba funcionando a tope, en transmisor del humo, las moquetas y la cola empleada para pegarlas eran un aut¨¦ntico reguero de p¨®lvora, seg¨²n la versi¨®n de los t¨¦cnicos de Industria. Al mismo tiempo, la escalera central del edificio se convert¨ªa en una chimenea que elevaba las llamas hasta la ¨²ltima planta. Los propios helic¨®pteros avivaron en algunos momentos las llamas ?aunque?, a?ade el gobernado civil, ??qui¨¦n se atrev¨ªa a ordena su retirada, cuando precisamente estaban salvando a las persona que hab¨ªan subido a la azotea??
Pese a las circunstancias iniciales y a la ausencia de cualquier sistema de alarma, el gobernado civil no cree que se hayan producido hechos merecedores de sanci¨®n penal. El p¨¢nico fue, a su juicio, una explicaci¨®n de lo sucedido. ?Por otra parte?, a?ade, ?ha habido tambi¨¦n otros empleados que llegaron a salvar hasta a seis personas, incluso con riesgo f¨ªsico para sus vidas. El hecho cierto es que entre los mismos empleados del hotel hay tres fallecidos. ?
Medidas de seguridad
Acerca de las medidas de seguridad que el hotel estaba obligado a tener, la primera autoridad de Zaragoza se?ala que esto depende casi exclusivamente de las ordenanzas municipales. En este sentido, cabe se?alar que el nuevo Ayuntamiento estaba tramitando precisamente una nueva ordenanza contra incendios, en la que se contempla la obligatoriedad de instalar escaleras exteriores en los edificios altos.
Al margen de las suspicacias existentes en medios zaragozanos sobre el origen del incendio, agravadas por ciertas psicosis de bombas en hoteles, el grupo de compa?¨ªas aseguradoras del hotel no parece haber puesto dificultades iniciales para afrontar las indemnizaciones a que haya lugar. En algunos medios se calcula en torno a los trescientos millones de pesetas el montante de los da?os sufridos por el hotel, a lo que habr¨¢ que a?adir las indemnizaciones que correspondan a los familiares de las v¨ªctimas. Estas cifras, sin embargo, est¨¢n sujetas a revisi¨®n, ya que por ahora es imposible predecir si la estructura del hotel ha sufrido o no da?os irreparables. El consejo de administraci¨®n de Turismo Zaragoza, SA, propietaria del hotel, celebr¨® una reuni¨®n extraordinaria el mismo d¨ªa del siniestro para adoptar las primeras medidas. El futuro del hotel depende, no obstante, del examen pericial que se haga de su estructura. En el caso de que ¨¦sta se mantenga en buen estado, todo parece indicar que la empresa, que en gran parte depende de la Caja de Ahorros de Zaragoza, Arag¨®n y Rioja, volver¨¢ a abrir sus puertas. Los 250 trabajadores del hotel desconoc¨ªan, sin embargo, ayer tarde su suerte pr¨®xima.
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