S¨ªmbolo de una tierra
Celso Emilio Ferreiro, pese a ser poeta y escribir en una lengua desfavorecida, es un escritor de amplia audiencia, y no s¨®lo en Galicia. Ello, como todo, tiene que tener una explicaci¨®n.Su libro Longa noite de pedra, de 1962, ha sido reeditado, antologizado, citado, recitado, cantado, rese?ado y comentado tantas veces que constituye un verdadero acontecimiento en el ¨¢mbito de la literatura gallega. La poes¨ªa en gallego no conoc¨ªa un ¨¦xito igual desde 1880, fecha en que Curros Enr¨ªquez publica Aires da mi?a terra, un libro, tambi¨¦n, de combate, que se benefici¨® en su d¨ªa de la ?excomuni¨®n? del .obispo orensano.
Manuel Curros Enr¨ªquez y Celso Emilio Ferreiro: he aqu¨ª dos nombres que nos invitan a centrar el tema. Curros Enr¨ªquez, uno de los grandes poetas de la Europa del siglo XIX, naci¨® en Celanova (provincia de Orense), en 1851, y muri¨®, como tantos trabajadores gallegos, en la emigraci¨®n (La Habana, 1908). Cuatro a?os despu¨¦s, en 1912, nace, tambi¨¦n en Celanova, Celso Emilio Ferreiro. Como Curros, padeci¨® la mordedura del exilio interior y, como ¨¦l, emigr¨®, cuando ya no era joven, a Am¨¦rica. Vive y pelea en Caracas desde 1966 hasta 1973. En v¨ªsperas de su marcha hay un centenario de amigos y de lectores solidarios (en su mayor¨ªa intelectuales y estudiantes), le tributan un clamoroso homenaje en el que Celso Emilio fue texto y pretexto para enarbolar la primera protesta en grande contra el entramado pol¨ªtico-econ¨®mico del franquismo. Quien consulte la prensa de esos d¨ªas del mes de mayo percibir¨¢ lo que hay de alegato antifranquista en las intervenciones del homenaje, (Otero Pedrayo, Blanco Amor, Alonso Montero, M¨¦ndez Ferr¨ªn, Lois Soto, Albino N¨²?ez, Emilio Alvarez Bl¨¢zquez ... ). Los alegatos se inscriben en la protesta que entonces se iniciaba contra el embalse de Castrelo de Mi?o, contra FENOSA, contra el proceder del capital... En favor, por tanto, de los campesinos expropiados, de los campesinos, una vez m¨¢s, ultrajados. Las p¨¢ginas del poeta fueron texto y pretexto de este grandioso acto.
Celso Emilio se consideraba poeta beligerante, lo que, en principio, no le favorece. Fue, en efecto, muchas veces un poeta civil, pero poeta, es decir, utilizador de palabras aut¨¦nticas (no manipuladas ni disminuidas), que iban derechas al coraz¨®n de un destinatario llamado hombre. Atento a las heridas del entorno, de la comunidad, sus poemas m¨¢s civiles son aquellos en que detecta la herida que en su intimidad originan las heridas ajenas. Hay cuatro versos suyos que exponen, po¨¦ticamente, su po¨¦tica:
?Chove, chove/na casa do pobre/e no meu coraz¨®n/tam¨¦n chove.?
Cuando Celso Emilio Ferreiro publica su primer gran libro, Longa noite de pedra (1962), acaba de cumplir cincuenta a?os. La poes¨ªa justiciera y de denuncia en nuestra lengua,- en la Galicia de posguerra, la inicia un viejo, quien, hace a?os, ejercer¨¢ un fascinante magisterio. Cuando en 1968, en la efervescencia pol¨ªtica del 68 compostelano, surge el grupo de cantantes Voces Ceides (Voces Libres), j¨®venes cantantes que entienden el canto como arma cargada de futuro, los poemas de Longa noite de pedra ser¨¢n los textos m¨¢s cantados, m¨¢s reclamados, m¨¢s proclamados.
Su primer libro importante, O sono sulagado (El sue?o sumergido), de 1955, preludia claramente todo esto. En ese a?o, el poeta se define, para una antolog¨ªa consultada, en estos t¨¦rminos: ?Hay que retorcerle el pescuezo al ruise?or del lirismo lacrim¨®geno, saudoso, viejo estilo.? El grito, el adem¨¢n cr¨ªtico y el gesto solidario valen si el poeta escribe en poeta. ?A qu¨¦ se debe, pues, que, aun fuera de las fronteras de su lengua, Celso Emilio Ferreiro tuviese a partir de 1968 una incidencia y unas adhesiones no alcanzadas por nombres como Blas de Otero o Gabriel Celaya? Estos dos poetas escriben contra la menestorosidad de los tiempos desde la grandeza y la barbarie de la gran urbe y de la industria; Celso Emilio Ferreiro aporta un mensaje popular con acentos de Tercer Mundo, los acentos que tal vez so?aba Franz Fanon para los poetas de las patrias marginadas y castigadas.
Pero el poeta, gran musa civil, fue algo m¨¢s, bastante m¨¢s. Hay en ¨¦l otros poetas. Hace ocho d¨ªas me entreg¨®, para que se lo prologase, O libro dos homenaxes (El libro de los homenajes). Es un homenaje a escritores (Castelao, Antonio Machado, Carles Riba ... ), luchadores (Pablo Iglesias, Che Guevara, Alexandre B¨®veda....), amigos (Ant¨®n Beiras), tierras, momentos, etc¨¦tera. Figura en este libro el soneto, recitado hace pocos d¨ªas en Madrid, a la muerte de Blas de Otero, su compa?ero de armas.
Son las cinco de la tarde, las cinco en punto de la tarde, como en el gran poema de Garc¨ªa Lorca. Hace diecisiete horas que se nos fue Celso Emilio Ferreiro. EL PAIS me exige ya estas precipitadas cuartillas. Yo no s¨¦ ni a qu¨¦ saben las palabras, las estupendas palabras, que el poeta nos deja.
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