Pol¨¦mica sobre el proceso contra las abortistas de Bilbao
El proceso instruido en Bilbao contra once mujeres acusadas de haber practicado el aborto fue uno de los puntos m¨¢s tensos del pleno, al proponer el concejal socialista Enrique Moral, en el cap¨ªtulo de ruegos y preguntas, que el Ayuntamiento se pronunciase con relaci¨®n al mismo.El concejal del PSOE fundament¨® su rucgo en que, dada la repercusi¨®n del proceso, la Corporaci¨®n no pod¨ªa mantenerse al margen por un problema de sensibilidad, entre otras cosas -se?al¨®-, porque en Madrid hay decenas de miles de personas implicadas en pr¨¢cticas abortivas, ?con bastantes casos de muerte al cabo del a?o?. Moral se refiri¨® a la despenalizaci¨®n del aborto en otros pa¨ªses y a la ?manifiesta injusticia? que supone el que las clases altas puedan practicar abortos con garant¨ªas sanitarias suficientes, principalmente fuera del pa¨ªs, en tanto que las clases menos pudientes lo hacen en condiciones higi¨¦nicas y sanitarias lamentables.
La concejala comunista Cristina Alme¨ªda se sum¨® al ruego, afirmando que el proceso de Bilbao no ser¨ªa el ¨²ltimo, y que podr¨ªa repetirse f¨¢cilmente en Madrid o en otra ciudad cualquiera. Se refiri¨® a que la legislaci¨®n actual es claramente obsoleta e impide que cada mujer act¨²e con acuerdo a su conciencia individual.
Pena de muerte y despenalizaci¨®n del aborto
A pesar de la prudencia desplegada por el presidente en funciones, Ram¨®n Tamames, al afirmar que no era necesaria una toma de posici¨®n formal por los concejales, salvo de aquellos que lo desearan expresamente, la tormenta estall¨® con la intervenci¨®n de Miguel Herrero (UCD). Previamente hab¨ªa intervenido el concejal Cortezo (UCD) para expresar que era incomprensible la abolici¨®n de la pena de muerte con la despenalizaci¨®n del aborto.
Herrero calific¨® el ruego de inoportuno, afirm¨® que deber¨ªa ser el Parlamento quien tratase el caso, y habl¨® de que el Ayuntamiento estaba pecando de desviaci¨®n de poder, de extralimitaci¨®n en sus funciones y de intromisi¨®n en la funci¨®n de la justicia, ya que el proceso est¨¢ sub j¨²dice. Termin¨® su alocuci¨®n diciendo que se estaba rayando en lo delictivo y que se hab¨ªa hecho apolog¨ªa del aborto.
En este punto intervino el presidente, quien rebati¨® uno a uno sus argumentos, afirmando que no era inoportuno el tema, ni nadie hab¨ªa entrado en el terreno de lo punible ni se hab¨ªa hecho apolog¨ªa de ning¨²n tipo. ?La justicia es lo suficientemente fuerte?, dijo Tamames, ?como para poder ser imparcial. Siempre ha habido procesos c¨¦lebres, y no s¨®lo es un derecho de la opini¨®n p¨²blica, sino casi una obligaci¨®n, pronunciarse sobre los mismos. En todo caso, aqu no habr¨¢ debate ni se someter¨¢ a ning¨²n tipo de consideraci¨®n. Quede en todo caso como la expresi¨®n de un grupo de concejales sobre el asunto.?
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