Astilleros Espa?oles ha aportado m¨¢s de 600 millones de pesetas al proyecto del nuevo astillero venezolano
La inversi¨®n efectuada por Astilleros Espa?oles (Grupo INI) en el proyecto de construcci¨®n de un nuevo astillero en Venezuela rebasa ya los seiscientos millones de pesetas, repartidos en el porcentaje del capital de la sociedad mixta Astinave ya desembolsado (530 millones) y las cantidades adeudadas por suministro de equipos y aporte de tecnolog¨ªa (cien millones). El proyecto se encuentra actualmente hibernado, tras la decisi¨®n del Gobierno venezolano de revisar todos los proyectos de inversi¨®n suscritos durante el mandato de Carlos Andr¨¦s P¨¦rez. El futuro del proyecto es cuando menos incierto, a juzgar por las contradictorias declaraciones y el silencio oficial de las autoridades venezolanas.
La postura del Gobierno de Venezuela respecto a los tres grandes proyectos espa?oles de inversi¨®n en aquel pa¨ªs (astillero, planta de ENASA y ferrocarril) es en estos momentos sumamente confusa. Mientras algunos medios gubernamentales y el propio presidente de la Rep¨²blica, Jos¨¦ Herrera Campins, insisten en se?alar que los proyectos se encuentran sujetos a revisi¨®n t¨¦cnica y que en ning¨²n momento se incumplir¨¢n los compromisos contra¨ªdos, otros miembros de la Administraci¨®n y, muy especialmente, el ministro de Fomento, se?or D¨ªez Bruzual, sugieren el posible abandono de al menos dos de los proyectos referidos. El punto de mayor controversia interna en el Gabinete venezolano parece ser la construcci¨®n del proyectado astillero de la pen¨ªnsula de Paraguan¨¢ (estado de Falc¨®n). Algunos miembros del Gobierno han sugerido la posibilidad de que el astillero, programado en principio como centro de construcci¨®n y reparaciones, pudiera reducirse a esta ¨²ltima actividad. El propio presidente Herrera Campins, vencedor en las ¨²ltimas elecciones frente a Carlos Andr¨¦s P¨¦rez -patrocinador del proyecto-, ha manifestado espec¨ªficamente que el astillero ser¨¢ construido de acuerdo con los compromisos ya contra¨ªdos, desmintiendo las manifestaciones de sus ministros, la construcci¨®n del astillero figuraba en el programa electoral del hoy presidente.Las autoridades espa?olas y los directivos de Astilleros Espa?oles (Grupo INI), la empresa seleccionada internacionalmente para participar en el proyecto, aseguran ignorar la postura definitiva que vaya a adoptar el Gobierno venezolano respecto al futuro de los contratos de inversi¨®n ya firmados por el Estado de Venezuela durante el mandato del presidente anterior. Hace dos semanas, dos ministros venezolanos visitaron Madrid, pero en ninguno de los contactos establecidos concretaron la postura de su pa¨ªs al respecto, insistiendo en el concepto de revisi¨®n t¨¦cnica al referirse a la actual paralizaci¨®n. Pocos d¨ªas despu¨¦s de la visita -que, al parecer, conoci¨® momentos de gran tensi¨®n-, la embajada de Venezuela en Madrid difundi¨® una nota en la que anunciaba la resoluci¨®n respecto a uno de los proyectos -el de ENASA- antes del pr¨®ximo d¨ªa 31 de marzo de 1980. El tema del astillero de Paraguan¨¢ ni siquiera se mencionaba en la nota, a pesar de que hab¨ªa sido objeto de atenci¨®n en las conversaciones mantenidas por los representantes del Gobierno de Caracas con las autoridades espa?olas.
La construcci¨®n de un nuevo astillero en Venezuela, concretamente en la pen¨ªnsula de Paraguan¨¢, en el estado de Falc¨®n, fue uno de los proyectos m¨¢s ambiciosamente presentados por el Gobierno del presidente Carlos Andr¨¦s P¨¦rez e incluido asimismo en el programa electoral del actual primer mandatario, Jos¨¦ Herrera Campins, antes de su acceso a la primera magistratura de la Rep¨²blica. El origen del proyecto radica en los deseos venezolanos de atender las necesidades de su propia flota petrolera y potenciar el desarrollo industrial de una de las zonas m¨¢s deprimidas del pa¨ªs. Consecuentemente, el Gobierno venezolano convoc¨® un concurso internacional entre las grandes empresas mundiales de la construcci¨®n naval, para optar a la participaci¨®n en la empresa mixta que se iba a encargar de la construcci¨®n y explotaci¨®n del nuevo astillero. El concurso fue adjudicado a Astilleros Espa?oles (AESA), empresa del grupo del Instituto Nacional de Industria (97% del capital).
En mayo de 1975, la presidencia de la Rep¨²blica cre¨® la Corporaci¨®n Venezolana de la Industria Naval (Covinca), dependiente del Fondo de Inversiones Venezolano (FIV). Posteriormente, y como consecuencia de la adjudicaci¨®n del aludido concurso internacional, se constituy¨® en 1977 la sociedad Astinave (Astilleros Navales Venezolanos), con un capital inicial de 165 millones de bol¨ªvares (unos 2.500 millones de pesetas), ampliable hasta 330 millones de bol¨ªvares (5.000 millones de pesetas) durante el desarrollo del proyecto. La distribuci¨®n del capital fue del 55% para el Fondo de Inversiones Venezolano, FIV (cedida posteriormente a Covinca), y el 45% restante a Astilleros Espa?oles (AESA).
La inversi¨®n total del proyecto del nuevo astillero, concebido como centro de construcciones y reparaci¨®n, se calcul¨® en unos 1.300 millones de bol¨ªvares (unos 20.000 millones de pesetas), cubiertos en un 80% por el capital venezolano. Las instalaciones estaban calculadas para una extensi¨®n de 726.000 metros cuadrados, con casi la mitad de esa superficie ganada al mar en la parte norte de la pen¨ªnsula de Paraguan¨¢. El nuevo astillero constar¨ªa de tres diques secos, con capacidad para buques de 120.000, 90.000 y 25.000 toneladas de peso muerto, respectivamente. Asimismo est¨¢n proyectados un total de ocho muelles, con una longitud total de atraque de 1.770 metros, y los correspondientes talleres de fabricaci¨®n y elaboraci¨®n de cascos, tuber¨ªa, electricidad, mec¨¢nica, carpinter¨ªa y otros. -El 40% del total de la inversi¨®n proyectada corresponde a las obras civiles mar¨ªtimas necesarias.
Los estudios de viabilidad del nuevo astillero preve¨ªan la construcci¨®n de aproximadamente cuatro buques de 60.000 toneladas de peso muerto por a?o en una primera fase y la reparaci¨®n de hasta 135 barcos en el mismo per¨ªodo. La facturaci¨®n prevista con estos ritmos se estimaba en 750 millones de bol¨ªvares (casi 11.500 millones de pesetas) para nuevas construcciones y 1,50 millones de bol¨ªvares (2.3 10 millones de pesetas) en lo que se refiere a reparaciones. La plantilla prevista para esta primera fase es de 3.700 trabajadores, estim¨¢ndose en otros 12.000 los puestos de trabajo indirectos que se generar¨ªan en la industria auxiliar.
Reparaci¨®n y construcciones
Desde la construcci¨®n de Astinave, el proyecto de nuevo astillero se ha mantenido en la concepci¨®n de una planta mixta, dedicada a construcci¨®n y reparaciones. El dise?o t¨¦cnico del astillero ha atravesado por diversas fases, pilotadas por Astilleros Espa?oles. En ning¨²n momento las autoridades venezolanas han sugerido oficialmente la posibilidad de reconvertir el primitivo proyecto en un centro exclusivamente dedicado a reparaciones. T¨¦cnicamente, indican algunos medios consultados, la instalaci¨®n de un centro de reparaciones ser¨ªa ruinosa, porque el coste de la infraestructura necesaria no podr¨ªa verse compensado con el reducido margen que incorporan este tipo de actividades. Sin embargo, la posibilidad de reducir finalmente el proyecto a un centro de reparaciones fue anunciada por el ministro de Fomento, Diez Bruzual, en unas declaraciones a la agencia IPS, en septiembre de este mismo a?o. Pocos d¨ªas despu¨¦s, el propio presidente Herrera Campins declaraba al diario venezolano El Universal que ?hay una serie de convenios que no son del Gobierno ni de los presidentes, sino que son del pa¨ªs?, y aseguraba que el astillero ser¨ªa construido, aunque probablemente redimensionado, a la vista de la cr¨ªtica situaci¨®n de la construcci¨®n naval en todo el mundo.Hasta el momento, Astilleros Espa?oles ha invertido ya m¨¢s de seiscientos millones de pesetas en el proyecto, actualmente paralizado. La aportaci¨®n real de capital de la empresa espa?ola a Astinave ha sido de 530 millones de pesetas. Otros cien millones aproximadamente son adeudados por asistencia t¨¦cnica y suministro de equipos por parte espa?ola.
El contrato suscrito entre el Fondo de Inversiones Venezolano (FIV) y Astilleros Espa?oles (AESA), para la constituci¨®n de Astinave, preve¨ªa el desembolso de un 20% de la participaci¨®n respectiva en el momento de formar la nueva sociedad, y del resto del capital, en plazos trimestrales sucesivos. tambi¨¦n del 20% por ambas partes. La empresa espa?ola ya ha desembolsado uno de esos vencimientos trimestrales, mientras que la parte venezolana, en este caso Covinca, simplemente ha aportado el 2?c inicial. La aportaci¨®n efectiva de AESA al capital de Astinave ha sido, por tanto, de dos plazos de 29,7 millones de bol¨ªvares cada uno (20% de su participaci¨®n del 45%), que suman unos 530 millones de pesetas.
La paralizaci¨®n de las actividades de Astinave, y muy especialmente la incertidumbre de su futuro, est¨¢ gravando sensiblemente la vida de la sociedad, cuya situaci¨®n es en estos momentos de pr¨¢ctica suspensi¨®n de pagos. Recientemente, el presidente de la empresa, a su vez vicepresidente del socio venezolano, Covinsa, Gonzalo Pe?aloza, present¨® su dimisi¨®n al Gobierno, disconforme con la actitud del Ministerio de Fomento ante el tema. El almirante Augusto Brito, recientemente nombrado presidente de Convinca, ha anunciado la inmediata designaci¨®n de un nuevo presidente para la sociedad mixta.
Fuentes pr¨®ximas a Astilleros Espa?oles han manifestado su absoluto convencimiento sobre una pronta respuesta oficial de las autoridades venezolanas respecto del cumplimiento de los compromisos contra¨ªdos. Los mismos medios han insistido en se?alar que las circunstancias de mercado concurrentes en el momento present¨¦ var¨ªan muy escasamente de las imperantes en el momento de la convocatoria del concurso internacional. Dichas fuentes afirman que el nuevo astillero se concibi¨® en base a las circunstancias internas del mercado venezolano, y muy en concreto las de Petroven (el ente petrol¨ªfero venezolano), cuyas necesidades de flota se est¨¢n cubriendo en estos momentos en el mercado mundial de la construcci¨®n naval. Antes de la paralizaci¨®n del proyecto, las autoridades venezolanas ten¨ªan pr¨¢cticamente ultimado un conjunto de medidas de ordenaci¨®n de la marina mercante y el mercado de fletes, en aras de proteger la actividad de los astilleros nacionales. Este conjunto de medidas se estima imprescindible para cualquier alternativa que se elija, pero algunos medios han sugerido la posibilidad de que las presiones de algunos armadores e incluso de grupos internacionales con fuerte presencia en el mercado de la construcci¨®n naval estuvieran gravitando considerablemente sobre la actitud que actualmente mantiene el Gabinete venezolano.
Otro de los puntos conflictivos -no mencionados- del proceso de decisi¨®n de las autoridades venezolanas ser¨ªa la dificultad en proveer instrumentos financieros para los presuntos compradores de los barcos construidos. Esto pudiera circunscribir la actividad del futuro astillero al mercado interior, lo que, al parecer, se contrapone a los intereses de determinados medios del sector.
No se descarta en medios espa?oles la posibilidad de unas nuevas conversaciones bilaterales en las pr¨®ximas semanas, encaminadas a la puesta en marcha definitiva del proyecto de Astinave.
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