Duro enfrentamiento entre Felipe Gonz¨¢lez y Santiago Carrillo sobre filosof¨ªa sindical
La pugna entre Comisiones Obreras (CCOO) y la Uni¨®n General de Trabajadores (UGT) sobre qui¨¦n debe negociar los convenios en las empresas, si los comit¨¦s de empresa o las secciones sindicales, que ha estado presente en todas las discusiones suscitadas dentro y fuera del Parlamento sobre el Estatuto de los Trabajadores, alcanz¨® ayer su mayor amplitud y relieve, al enfrentar en el Congreso de los Diputados a los secretarios generales del Partido Comunista de Espa?a (PCE) y del Partido Socialista Obrero Espa?ol (PSOE), Santiago Carrillo y Felipe Gonz¨¢lez. Estas intervenciones han coincidido con la ¨²ltima sesi¨®n plenaria sobre el Estatuto, que ayer qued¨® aprobado por el Pleno del Congreso.
La sesi¨®n comenz¨® con el examen del art¨ªculo 85, relativo a legitimaci¨®n para negociar, que fue el que dio pie a las intervenciones de los dos l¨ªderes pol¨ªticos.Nada m¨¢s iniciarse la discusi¨®n, tom¨® la palabra Santiago Carrillo, secretario general del PCE, para defender el primitivo texto del Gobierno y rechazar el de la Comisi¨®n de Trabajo. En definitiva, defend¨ªa la capacidad de negociaci¨®n dentro de la empresa para los comit¨¦s o, en su caso, para los delegados de personal. ?En este tema aparecen claramente dos filosof¨ªas, de las que se ha venido hablando con cierta vaguedad en el curso del debate sobre el Estatuto; dos filosof¨ªas que no pueden caracterizarse como europe¨ªsta una y la otra no; que tienen tin contenido imposible de encerrar en estos t¨¦rminos. Se trata, por un lado, de una filosof¨ªa propia a los pa¨ªses donde existe un gran sindicato -de hecho, un sindicato ¨²nico-, como sucede en la Europa central y en la n¨®rdica, y que se quiere aplicar a Espa?a, en donde, como en otros pa¨ªses latinos, no existe ese gran sindicato ¨²nico, sino una pluralidad sindical que hace que ning¨²n sindicato aisladamente est¨¦ calificado para negociar en nombre del conjunto de los trabajadores.?
Carrillo dijo que en los pa¨ªses del Norte y Centroeuropa, esos grandes sindicados ¨²nicos negocian, y lo hacen con autoridad, en nombre del conjunto de los trabajadores; pero en nuestro pa¨ªs, como en los de la Europa del Sur, si un sindicato aisladamente osara negociar en nombre de todos los trabajadores, se encontrar¨ªa con que sus acuerdos y decisiones ser¨ªan protestados por la inmensa mayor¨ªa de ¨¦stos. ?Y est¨¢ claro que en nuestro pa¨ªs es necesaria una filosof¨ªa sindical que tenga en cuenta la realidad sindical, porque si no el peligro es que, buscando lo que ayer se llamaba la paz social, nos encontremos con que estamos encendiendo una grave guerra social. ?
Los comit¨¦s de empresa que existen en la pr¨¢ctica, a?adi¨® Carrillo, son el resultado de una larga tradici¨®n de lucha contra el franquismo, a la que unen la fuerza que les da el ser el resultado de la elecci¨®n de todos los trabajadores. M¨¢s adelante, el secretario general del PCE se refiri¨® a que el mencionado art¨ªculo 81 dejaba a la empresa la facultad de designar para negociar con ella a cualquiera de esos sindicatos llamados independientes (en la pr¨¢ctica, entre los obreros se les conoce por el nombre de amarillos), y va a poder establecer las condiciones del convenio a medida y satisfacci¨®n del empresario.
?Seg¨²n esto, la Filosof¨ªa que se trata de establecer en este pa¨ªs es que los empresarios determinen con qui¨¦n negociar. Y, repito, el peligro de esta concepci¨®n consiste en que el se?or Ferrer Salat va a poder escoger sus interlocutores. Esa concepci¨®n hace que la dictadura del empresario se consagre, de hecho, en esta ley, y vamos a tener, no un sindicalismo negociador, sino un sindicalismo que va a tener que recurrir constantemente a la huelga, para poder hacerse respetar y para poder defender a los trabajadores.?
Por otra parte, en contra de lo que se pretende, esta pol¨ªtica no va a facilitar un gran sindicato en este pa¨ªs -dijo Carrillo-, sino que va a propiciar una atomizaci¨®n del movimiento sindical y generar elementos de anarqu¨ªa en las relaciones laborales.
Tuvo tambi¨¦n palabras muy duras para la CEOE, que dijo ?est¨¢ dictando a esta C¨¢mara lo que debe y no debe discutir, consider¨¢ndose los due?os de Espa?a, porque ustedes con su pol¨ªtica est¨¢n haci¨¦ndoles creer que son, realmente, los due?os de Espa?a?.
Los socialistas presentan una transaccional
Contest¨® a esta primera intervenci¨®n de Carrillo el diputado socialista Manuel Chaves. Afirm¨® que realmente no se estaba discutiendo sobre qui¨¦n debe ne,gociar, sino sobre si el empresario va a elegir a tal o cual sindicato, con lo cual se busca el debate de fondo. ?No me parece serio mantener la ficci¨®n de que el comit¨¦ es un ¨®rgano unitario, esta C¨¢mara tampoco es unitaria, por haber sido elegida por todos los espa?oles. El comit¨¦ de empresa agrupa a trabajadores que representan a distintas opciones sindicales; en definitiva, no es un ¨®rgano unitario, sino un ¨®rgano representativo. Funciona unitariamente cuando hay acuerdo, y no funciona como tal cuando hay discrepancia. Esa es la realidad, nos guste o no. ?
M¨¢s adelante, Chaves explic¨® que en los pa¨ªses de Centroeuropa y norte de Europa, a los que se hab¨ªa referido Carrillo, funcionan los comit¨¦s de empresa, y que en los pa¨ªses latinos, donde hay pluralidad sindical, es precisamente donde funcionan las secciones sindicales. Aparte de esto, a?adi¨®, ?hay que aclarar, una vez m¨¢s, que los socialistas no pretendemos que los comit¨¦s de empresa no puedan negociar en el ¨¢mbito de ¨¦sta, sino que lo que proponemos es que tambi¨¦n puedan negociar las secciones sindicales?.
Por otra parte, Chaves resalt¨® la coincidencia entre los comunistas y la CEOE, en su preferencia por los comit¨¦s de empresa sobre las secciones sindicales. Estas, dijo, favorecen un sindicalismo fuerte porque se encuentran vertebradas al resto de la organizaci¨®n sindical, en tanto que los comit¨¦s se encuentran desvinculados y por ello son susceptibles de manipulaci¨®n (de ah¨ª que los prefieran los empresarios) y de caer en el corporativismo.
Finalmente, el diputado socialista propuso una enmienda transaccional en el sentido de que ?en los convenios de empresa o ¨¢mbito inferior podr¨¢ negociar el comit¨¦ de empresa, delegados de personal, en su caso, o las representaciones sindicales si las hubiere. No obstante, en los convenios que afecte a la totalidad de los trabajadores de la empresa ser¨¢ necesario que tales representaciones
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sindicales en su conjunto sumen la mayor¨ªa de los miembros del comit¨¦. En todos los casos, ser¨¢ necesario que ambas partes se reconozcan como interlocutores?.
Dura r¨¦plica de Carrillo
Santiago Carrillo, tras anunciar que manten¨ªa su propia enmienda, aunque no se opondr¨ªa a la socialista, manifest¨® que Chaves no hab¨ªa contestado,a su argumentaci¨®n, y en cambio hab¨ªa hecho una encendida defensa de las secciones sindicales en la empresa. Manifest¨® que tambi¨¦n ellos defienden las secciones sindicales en la empresa, pero que la funci¨®n de negociar convenios en la misma debe corresponder al comit¨¦ de empresa, en el que se encuentran representados los sindicatos. ?El papel de las centrales sindicales se ejerce en este caso a trav¨¦s del comit¨¦ de empresa.?
M¨¢s adelante, en un tono cada vez m¨¢s radical, afirm¨® que hay sindicatos de clase y sindicatos de colaboraci¨®n de clase. Dijo que los comit¨¦s de empresa en Francia e Italia antes de mayo de 1968, a los que se hab¨ªa referido Chaves, no ten¨ªan nada que ver con los comit¨¦s de empresa de Espa?a. ?Yo dir¨ªa que el se?or Chaves se olvida de que los sindicatos no se construyen sobre la base de leyes aprobadas en los Parlamentos y en la pol¨ªtica del Gobierno. Si se piensa que hace falta una ley as¨ª para que los sindicatos sean fuertes, se comete un tremendo error. Los sindicatos se construyen en la lucha reivindicativa, en la lucha de defensa de los trabajadores.? A partir de aqu¨ª se refiri¨® a la larga tradici¨®n de lucha de CCOO bajo el franquismo; ?la prueba es que se podr¨ªan contar los a?os de c¨¢rcel de los dirigentes de CCOO en todo el pa¨ªs y los a?os de c¨¢rcel de otros, y se ver¨ªa que los dirigentes de Comisiones Obreras han estado muchos m¨¢s a?os en la c¨¢rcel que los dirigentes de otros sindicatos?.
Clarificaci¨®n de Felipe Gonz¨¢lez
En un tono en¨¦rgico, Felipe Gonz¨¢lez tom¨® la palabra y contest¨® a la intervenci¨®n de Carrillo. ?Aqu¨ª se han empleado argumentos de car¨¢cter t¨¦cnico y se han empleado argumentos de otra naturaleza. Vamos a partir de la base de que hay dos filosof¨ªas distintas desde una concepci¨®n de sindicalismo de clase, y no desde una concepci¨®n de sindicalismo de colaboraci¨®n, que algunos pueden tener desde otros ¨¢mbitos, no desde el nuestro. Son dos filosof¨ªas distintas que siempre se basan en los modelos que tratan de conseguir, a donde se quiere ir, a donde se quiere llevar a la sociedad. Y hay una filosof¨ªa socialista del sindicalismo perfectamente arraigada en las reglas del juego democr¨¢tico. Todav¨ªa no se ha demostrado que haya una filosof¨ªa sindical comunista que mantenga, los valores de la democracia pluralista. Y como se emplean argumentos que est¨¢n fuera de este debate y uno ya est¨¢ cansado de o¨ªr argumentos fuera de la C¨¢mara, tengo que decir que todav¨ªa no he nombrado aqu¨ª al se?or Ferrer Salat, que me da exactamente igual el se?or Ferrer Salat a la hora de legislar y votar en conciencia.?
En tal sentido, Gonz¨¢lez dijo que precisamente Ferrer se ha opuesto duramente al establecimiento de secciones sindicales, como toda la patronal en Espa?a, Francia e Italia. El argumento ha sido, dijo, la politizaci¨®n de la empresa. ?Que quede absolutamente claro que en esto la coincidencia con la patronal no es la coincidencia de los socialistas. ?
Se ha hablado del pasado, dijo. ?Si hay que hacer una revisi¨®n del pasado hay que hacerla a fondo, con todas sus consecuencias tambi¨¦n. Y a eso los socialistas estamos dispuestos desde ahora. Que no se valoren y se pongan en platillos sacrificios o no sacrificios, que ya hemos recibido bastantes insultos fuera de la C¨¢mara en este terreno y no vamos a consentir m¨¢s. Porque nosotros, los socialistas, hemos estado aqu¨ª y admiramos el esfuerzo y sacrificio personal de algunos comunistas que han estado aqu¨ª tambi¨¦n luchando. Desde fuera de aqu¨ª, no se nos puede hablar de sacrificios, lo hemos dicho una vez y lo vamos a repetir muchas veces. ?
?Los socialistas estamos cansados de que se hagan panfletos en la calle hablando de supuestas connivencias de los socialistas con la patronal. Nunca hemos dejado ni un ¨¢pice de nuestra reivindicaci¨®n, de nuestra filosof¨ªa, de nuestro proyecto pol¨ªtico por sentarnos en una mesa de negociaci¨®n. Nosotros, los socialistas -no todo el mundo puede decir lo mismo-, tenemos pruebas evidentes que estamos dispuestos a contrastarlas en cualquier nivel dentro y fuera de la C¨¢mara. Por consiguiente, creo que se debe tener el m¨¢ximo respeto a los grupos parlamentarios, y cuando se hable de historia hay que asumir responsabilidades hist¨®ricas.?
Felipe Gonz¨¢lez dijo que los socialistas, por su respeto a la libertad, no hac¨ªan ostentaci¨®n de cu¨¢ntas veces hab¨ªan estado en la c¨¢rcel, y relat¨® la respuesta de Nicol¨¢s Redondo a un periodista que le pregunt¨® que cu¨¢ntas veces hab¨ªa estado en la c¨¢rcel, y ¨¦l dijo que muchas veces, pero que no ten¨ªa ning¨²n m¨¦rito, porque nunca estuvo voluntariamente, sino que le llevaron a la fuerza. ?No hagamos balances de sacrificios, que tendr¨ªamos que empezar desde hace mucho tiempo, y en ese balance de sacrificios los socialistas est¨¢n en primera l¨ªnea.?
?No se construyen los sindicatos con leyes, pero aqu¨ª venimos a legislar y, tenernosquetener respeto a esta funci¨®n para que el pueblo tenga respeto a esta funci¨®n. Venimos a hacer leyes y esas leyes est¨¢n en mayor¨ªa y minor¨ªa en las C¨¢maras; son leyes por las que se combate en funci¨®n de una estrategia y un proyecto hist¨®rico.?
M¨¢s adelante, tras manifestar que no era amigo de consejos y admoniciones, afirm¨® que ?igual que anta?o, cuando defend¨ªamos comit¨¦s de empresa contra las representaciones del sindicato vertical hoga?o les decimos que pasado manana ser¨¢n otros los que est¨¦n defendiendo con nosotros las secciones sindicales en la empresa, porque ese es el curso de la historia en los pa¨ªses donde existe pluralismo sindical, libertad sindical y democracia; curso de la historia que, a veces, se trata de frenar, de truncar o desviar, como en el caso, que ya se ha apuntado fuera de esta C¨¢mara, de Portugal. Si a los socialistas les ha ido mal no es para seguir el ejemplo de los comunistas, porque el ejemplo de los comunistas en Portugal?, dijo, ?sigue siendo un ejemplo de estalinismo, un ejemplo de seguidismo de Mosc¨² y, en definitiva, de quiebra de las libertades. Y esta es la parte m¨¢s importante de nuestra intervenci¨®n.?
Felipe Gonz¨¢lez afirm¨® que estaban en contra de toda manipulaci¨®n, de todo tipo de falseamiento, de todo tipo de doble juego, ?que desde ahora anunciamos que combatiremos sin descanso dentro y fuera de la C¨¢mara. Porque ya est¨¢ bien, se?oras y se?ores diputados?. Fuertes aplausos, tanto de los esca?os socialistas como de algunos del grupo centrista, rubricaron las palabras de Felipe Gonz¨¢lez.
Negociaci¨®n de convenios
Al margen de la negociaci¨®n en el ¨¢mbito de la empresa, que qued¨® redactada conforme a la transaccional socialista, en los ¨¢mbitos superiores a: la misma negociaron los sindicatos, federaci¨®n o confederaciones sindicales que cuenten con un m¨ªnimo del 10% de los miembros del comit¨¦ o delegados de personal del ¨¢mbito geogr¨¢fico funcional a que se refiere el convenio, y las asociaciones empresariales que cuenten con el mismo tanto por ciento de los empresarios afectados.
Asimismo estar¨¢n legitimados en los convenios de ¨¢mbito estatal los sindicatos o asociaciones empresariales de comunidad aut¨®noma que cuenten en su ¨¢mbito con un m¨ªnimo del 15%. No estar¨¢n comprendidos en este supuesto los sindicatos o patronales que se encuentren integrados en federaciones o confederaciones estatales.
La comisi¨®n negociadora, que qued¨® regulada por el art¨ªculo 86 -con una m¨ªnima correcci¨®n propuesta por los comunistas- se constituir¨¢ en el ¨¢mbito empresarial por el empresario o sus representantes y por los representantes de los trabajadores. En el ¨¢mbito superior, la comisi¨®n quedar¨¢ v¨¢lidamente constituida cuando sindicatos y patronales representen, como m¨ªnimo, a la mayor¨ªa absoluta de los miembros del comit¨¦ de empresa y a la mayor¨ªa de los empresarios. En los convenios empresariales, ninguna de las partes superar¨¢ los doce miembros.
Tramitaci¨®n de convenios
Cualquiera de las partes comunicar¨¢ por escrito a la otra, y mandar¨¢ copia de ello, a efectos de registro, a la Direcci¨®n General de Trabajo, la solicitud de negociaci¨®n de convenio. En el plazo m¨¢ximo de un mes a partir de la recepci¨®n de la comunicaci¨®n se constituir¨¢ la comisi¨®n negociadora. Ambas partes est¨¢n obligadas a negociar de buena fe. Los acuerdos de la comisi¨®n requerir¨¢n, en cualquier caso, el voto favorable del 70% de cada una de las dos representaciones. Las partes podr¨¢n solicitar, en cualquier momento, la intervenci¨®n de un moderador.
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