El conflicto de Chrysler, un desaf¨ªo a la direcci¨®n de la multinacional
El conflicto laboral que registra la factor¨ªa de Villaverde de Chrysler Espa?a, SA, cuyas instalaciones permanecen cerradas por decisi¨®n de la empresa desde el pasado d¨ªa 3, constituye un duro pulso entre centrales y direcci¨®n del grupo multinacional, a prop¨®sito de lo que parece intenci¨®n de este ¨²ltimo, de cambiar el marco de relaciones laborales imperante en empresa.
El conflicto en s¨ª, de acuerdo con esta tesis, no pasar¨ªa de constituir una cortina de humo que sirve a la nueva propiedad de la empresa, el grupo franc¨¦s PSA (Peugeot-Citro?n), para intentar acabar con el predominio del sindicalismo de inspiraci¨®n marxista, en l¨ªnea con la pr¨¢ctica que viene desarrollando en el resto de las factor¨ªas europeas del grupo. PSA adquiri¨® Chryler hace a?o y medio a sus anteriores due?os americanos.De acuerdo con la versi¨®n del comit¨¦ de empresa, el grupo franc¨¦s, que, a partir del pr¨®ximo d¨ªa 1 de enero, se har¨¢ con la propiedad total de la empresa, estar¨ªa aprovechando este conflicto con la intenci¨®n de ir minando el movimiento obrero para restar fuerza a la importante implantaci¨®n que hoy ostentan en la factor¨ªa CCOO (49 miembros del comit¨¦, es decir, el 53,26% del total) y UGT (28 delegados y el 30,46%).
De hecho, y con anterioridad a los incidentes que motivaron el actual conflicto -siempre de acuerdo con la versi¨®n del comit¨¦ de empresa-, la postura de la direcci¨®n espa?ola se hab¨ªa endurecido en los ¨²ltimos meses respecto a las relaciones laborales y sindicales en la factor¨ªa. En este sentido se apunta el hecho de que, entre diciembre de 1978 y el presente mes, la plantilla de Chrysler Espa?a se ha reducido, entre otras causas, por despidos, de 14.116 a 13.900 trabajadores.
En esta l¨ªnea, en los ¨²ltimos meses, seg¨²n el comit¨¦ de empresa, se ha endurecido la disciplina de la factor¨ªa, acentuando la direcci¨®n el papel del mando intermedio y superior, m¨¢s como agente represivo que como encargado del desarrollo y control.
El comit¨¦ de empresa se?ala que la intenci¨®n de la direcci¨®n es favorecer en el aspecto laboral al mando intermedio, al que pretender¨ªa sacar del convenio y forzar su enfrentamiento con el resto de la plantilla. Demostrativo de esta pol¨ªtica empresarial puede resultar el hecho de que la huelga legal de Chrysler durante el pasado mes de enero fuera abonada a los mandos intermedios.
La empresa, por su parte, seg¨²n explicaron a EL PAIS el jefe de personal, Antonio Calleja, y el director de relaciones industriales, Juan Antonio Fern¨¢ndez, niega que, tras el conflicto, existan intereses ocultos, e insiste en que la ¨²nica raz¨®n que fuerza al mantenimiento de la negativa a negociar los despidos (ocho trabajadores fueron despedidos a ra¨ªz de los paros que siguieron al desprendimiento de una carrocer¨ªa de la cadena de montaje de Simca, y a los incidentes originados en torno a un mando intermedio, amenazado y perseguido por un grupo de trabajadores) es el mantenimiento de la disciplina laboral.
En apoyo de esta afirmaci¨®n, la empresa se?ala que nunca ha existido intenci¨®n de despedir a nadie en concreto ni proceder a reducir la plantilla por indicaci¨®n de los nuevos propietarios de la divisi¨®n europea de Chrysler, ?la cual no est¨¢ interviniendo en absoluto en el actual conflicto, al dejarnos absoluta autonom¨ªa a la direcci¨®n espa?ola?.
En este sentido, indicaron, en julio pasado se inici¨® el proceso de inversi¨®n de 7.500 millones de pesetas para incrementar la producci¨®n, de acuerdo con un plan fijado para dieciocho meses.
Este extremo, no obstante, es contestado por el comit¨¦ de empresa como demostraci¨®n de la ausencia de planes de reestructuraci¨®n y r¨¦plica que, de una parte, el comit¨¦ como tal no tiene conocimiento de tales inversiones ni sobre los planes de la empresa, y de otra, es consciente de lo obsoleto de las instalaciones de Villaverde, lo que, por s¨ª mismo, justificar¨ªa una fuerte inversi¨®n para su puesta al d¨ªa. ?Claro que si lo que se pretende es robotizar las instalaciones, al igual que se ha montado, por ejemplo, la factor¨ªa de Ford en Almusafes, no hay duda que se producir¨ªa un fuerte excedente de mano de obra, sobre cuya reconversi¨®n nadie nos ha explicado nada. ?
De otra parte, el comit¨¦ de empresa de Chrysler Espa?a tiene indicios suficientes para esperar una reestructuraci¨®n de la factor¨ªa, en el contexto de la ordenaci¨®n en marcha en el sector, lo que habr¨¢ de obligar a una regulaci¨®n de la plantilla. ?Y cuando se habla de reestructurar, ya se sabe lo que ello supone en cuanto a reducci¨®n de plantilla. Para ello, el grupo franc¨¦s trata de acabar con sindicatos fuertes en el interior de la empresa, y de ah¨ª su defensa del esp¨ªritu de disciplina a que alude a prop¨®sito del actual conflicto. ?
Por lo que se refiere al conflicto en s¨ª, que supone la p¨¦rdida diaria de unos trescientos millones de pesetas de facturaci¨®n, arranca del desprendimiento de una carrocer¨ªa de la cadena de montaje de Simca, el pasado d¨ªa 13 de noviembre, a ra¨ªz del cual se origin¨® un enfrentamiento entre los representantes del personal y la direcci¨®n, a prop¨®sito de las condiciones de seguridad de la factor¨ªa, que, tras un tira y afloja entre el mando responsable de la planta y un representante de los obreros, concluy¨® con amenazas y carreras contra el mando intermedio, que le obligaron a huir por una ventana.
Este incidente motiv¨® el inmediato despido de ocho trabajadores, lo que, a su vez, origin¨® la extensi¨®n de los paros que, que hasta entonces, venia protagonizando la plantilla, hasta un total de siete horas de inactividad en cada turno. La respuesta empresarial a esta situaci¨®n fue el cierre de la factor¨ªa el pasado d¨ªa 3, actitud en la que persiste la direcci¨®n, al tiempo que se niega a la negociaci¨®n de los despidos y a la constituci¨®n de una comisi¨®n mixta -representantes obreros y direcci¨®n- para investigar los hechos, tal y como ha propuesto el comit¨¦.
Chrysler Espa?a, S.A, obtuvo un beneficio de 974,5 millones de pesetas en el ejercicio de 1978. No obstante, no se repartieron dividendos a sus accionistas, al decidir la empresa destinar ¨ªntegramente el mismo a diversas reservas de la sociedad.
De los beneficios, Chrysler Espa?a, transferidas la totalidad de las acciones de Chrysler Corporation a las entidades Chrysler France y PSA, Peugeot-Citro?n, dedic¨® 97,5 millones a reserva legal de fomento fiscal; 789,5 millones para reserva de fomento de empleo, y 78,5 millones a reserva voluntaria.
En 1978, las ventas de la empresa fueron de 53.270 millones de pesetas, de las que 4.886 millones (9,2%) fueron destinadas a la exportaci¨®n.
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