Tres polic¨ªas, asesinados en Mil¨¢n por las Brigadas Rojas

Un nuevo crimen terrorista fue perpetrado ayer por la ma?ana, en Mil¨¢n, mientras en Palermo se abr¨ªan las puertas de la catedral para celebrar los funerales solemnes, con la presencia del jefe del Estado, por Pier Santi Mattarella, el democristiano asesinado el domingo en la capital siciliana, v¨ªctima del terrorismo pol¨ªtico.

En Mil¨¢n, las Brigadas Rojas asesinaron a las 8.40 de la ma?ana de ayer, a los miembros de una patrulla compuesta por tres polic¨ªas: los tres eran meridionales Uno de ellos, Antonio Cestari, de cincuenta a?os, acababa de incorporarse al trabajo despu¨¦s de un infarto que le hab¨ªa puesto al borde de la muerte. Estuvo varios meses viviendo con respiraci¨®n artificial.La patrulla asesinada pertenec¨ªa a un n¨²cleo de servicio adscrito a la polic¨ªa pol¨ªtica. El grupo terrorista dispar¨® contra los agentes en la calle de Cassala, bajo una intensa niebla. Los tres murieron en el acto bajo una r¨¢faga de pistola.

A las diez de la ma?ana una voz masculina telefone¨® a un diario de Mil¨¢n. diciendo: ?Aqu¨ª las Brigadas Rojas. Hemos eliminado un n¨²cleo con vestidos civiles adeptos al control de las f¨¢bricas y de las escuelas.?

La noticia la dio a la C¨¢mara la presidenta comunista, Nilde Jotti, con unas palabras muy duras llenas de dolor y de rabia: ?Otra vez?, dijo, ?tres hombres que hab¨ªan elegido servir al Estado y a sus ciudadanos han sido segados por la violencia criminal y subversiva, que ataca en sus cimientos las instituciones democr¨¢ticas y la convivencia civil y pac¨ªfica.? Y a?adi¨®: ?En momentos de guerra -puesto que de guerra se trata- nuestro deber es estar unidos con el pueblo. Que no se enga?e nadie. Esta ser¨¢ una lucha larga y dif¨ªcil. Esto impone la m¨¢xima unidad de todas las fuerzas democr¨¢ticas?.

Y ha sido precisamente el pa¨ªs entero quien ha condenado, una vez m¨¢s. estos nuevos actos de violencia terrorista, que han cubierto de sangre con cuatro muertos en ocho d¨ªas, el nacer del nuevo a?o 1980. Todo el pa¨ªs se par¨® durante quince minutos como protesta contra el asesinato del presidente democristiano de la regi¨®n sic¨ªllana. Ayer la gente indignada, dec¨ªa por las calles y en los autobuses: ?Otros tres trabajadores han muerto. Los tres eran meridionales. Pagan siempre los m¨¢s inocentes. ?