Ensidesa hace coincidir la negociaci¨®n del convenio con el plan de reestructuraci¨®n

Las negociaciones del convenio colectivo de Ensidesa, que afecta a 24.000 trabajadores, estuvieron a punto de romperse en la tarde de ayer, al presentar la direcci¨®n una propuesta salarial que contempla un incremento del 4% en 1980, y del 7% para el pr¨®ximo a?o, y poner sobre la mesa, de forma inesperada, un plan de reestructuraci¨®n de la empresa.

Este planteamiento ha sido calificado de ?provocativo? por la comisi¨®n deliberadora que representa a los trabajadores, integrada por doce miembros de la UGT y once de Comisiones Obreras. ?Es?, replicaron al director de personal, ?una carga de dinamita para poner en pie de guerra a Ensidesa. Sabemos que tenemos que pagar la crisis, pero no la parte del le¨®n?. Las centrales sindicales coinciden en rechazar un convenio con una vigencia de dos a?os y en solicitar una reducci¨®n de la jornada a cuarenta horas semanales y una subida salarial equivalente al ¨ªndice de precios al consumo.Despu¨¦s de una semana de negociaciones, la direcci¨®n de Ensidesa plante¨® ayer como objetivos prioritarios la salvaci¨®n de la Empresa Nacional Sider¨²rgica y la eliminaci¨®n de sus p¨¦rdidas mediante acciones profundas, que abarquen aspectos de producci¨®n, costes, comerciales, inversiones y condiciones salariales. En este contexto unitario, la direcci¨®n contempla la negociaci¨®n del convenio de 1980 de forma coherente con los objetivos de remodelaci¨®n de Ensidesa, operaci¨®n que considera necesaria para garantizar su supervivencia.

Los principios fundamentales de esta propuesta se cifran en conseguir que la producci¨®n y completa transformaci¨®n y venta de los 5,4 millones de toneladas de acero se obtengan con el empleo de siete horas-hombre por tonelada de acero bruto-a?o, como m¨¢ximo, y con una estructura de plantilla global compuesta por un 75% de personal obrero y un 25% de personal empleado, y en simplificar y perfeccionar la organizaci¨®n actual de la sociedad de forma que se establezca una plantilla adecuada, salvando las distorsiones, desequilibrios, deterioros e infrautilizaciones existentes con acciones consistentes en trasladar el personal excedente a Veri?a (Gij¨®n) y Avil¨¦s, como consecuencia de la parada de las siguientes instalaciones, que quedar¨¢n fuera de servicio: tren de chapa de Mieres (antes del 1-6-1980), tren de chapa de La Felguera (dentro de 1980), tren de estructurales de La Felguera (dentro de 1981) y horno el¨¦ctrico de Moreda (en fecha a determinar). Tambi¨¦n se prev¨¦ un expediente selectivo de jubilaciones anticipadas y la declaraci¨®n de incapacidad del personal disminuido. En tanto no se lleven a cabo los planes previstos para la plantilla no ser¨¢n admitidos ingresos colectivos de personal. Dentro de las l¨ªneas de austeridad que la actual situaci¨®n de la empresa y las circunstancias imponen, el convenio tendr¨ªa una vigencia de dos a?os, con unos incrementos salariales del 4% en 1980 y del 7% en 1981.

En definitiva, la empresa pretende la eliminaci¨®n de las p¨¦rdidas -el a?o pasado fueron de 7.000 millones de pesetas, casi el 50% menos que las de 1978-, reduciendo el coste total del personal, en relaci¨®n a la cifra de ventas, del 28% actual al 20%; elevar los niveles de producci¨®n y ventas planificadas por la empresa; cerrar las instalaciones obsoletas; dar movilidad plena al personal y reajustar las plantillas para lograr una productividad europea y bajar al 5% el elevado absentismo, actualmente superior al 9%. En la segunda etapa, seg¨²n la direcci¨®n de Ensidesa, ser¨¢n abordadas las inversiones de optimizaci¨®n de las instalaciones actuales y la adici¨®n de aquellas que aporten, por aplicaci¨®n de nuevas tecnolog¨ªas, reducciones dr¨¢sticas de los costes.

Finalmente, se considera indispensable la consecuci¨®n de un 15% de generaci¨®n de fondos con relaci¨®n a la facturaci¨®n, para poder hacer frente a los planes de reestructuraci¨®n, y la reducci¨®n al 7% de los intereses de la deuda de la empresa.