Testimonios directos de torturas en Filipinas
?Veintitr¨¦s de abril: sin comida, pu?etazos en el vientre, inyecciones de agua por boca y nariz Veinticuatro de abril: sin comida, inyecci¨®n de agua, golpes en los test¨ªculos ... ? Con una escritura min¨²scula, Sixto Carlos, uno de los centenares de detenidos pol¨ªticos en Filipinas, ha hecho llegar fuera de su celda de tortura un diario, de diez folios, en el que explica telegr¨¢ficamente el trato a que ha sido sometido desde su detenci¨®n hace ocho meses.
El Gobierno filipino y el propio presidente Marcos han asegurado en numerosas ocasiones que no se practica la tortura en el pa¨ªs asi¨¢tico. El caso de Sixto Carlos, inicialmente desaparecido y de quien s¨®lo se confirm¨® oficialmente su detenci¨®n tras una gesti¨®n de su padre, militar de alta graduaci¨®n, ante el presidente Marcos, ha atra¨ªdo la atenci¨®n de Amnist¨ªa Internacional. El prisionero permanece en una celda de un metro por dos.
Carlos, de 32 a?os, es uno de los jefes del Frente Democr¨¢tico Nacional, reagrupaci¨®n en la clandestinidad de oponentes al r¨¦gimen de Marcos que proceden de sectores tan diversos como la Iglesia o el Partido Comunista. Ex profesor de Ciencias Pol¨ªticas en el Colegio de Comercio de Manila, la polic¨ªa le acusa de pertenecer al Nuevo Ej¨¦rcito Popular, la organizaci¨®n guerrillera responsable de importantes acciones en Samar, el verano pasado.
Con ocasi¨®n de las elecciones municipales del 30 de enero, el viceministro de Defensa, coronel Barbero, reiter¨® que no hay un solo caso de tortura en Filipinas. En el curso de la campa?a, el senador Salonga, uno de los l¨ªderes de la oposici¨®n, revel¨®, entre otros, el caso de un joven campesino analfabeto, arrestado a comienzos de 1979 por oponerse a la construcci¨®n de embalses sobre el r¨ªo Chico. Ha sido liberado casi un a?o despu¨¦s, tras haber sido sometido a electrochoques en el hospital psiqui¨¢trico de Manila.
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