Jos¨¦ Olivio Jim¨¦nez: "A pesar del r¨¦quiem de los cr¨ªticos, el simbolismo sigue vivo"
El escritor acaba de publicar una antolog¨ªa de ensayos sobre el tema
El simbolismo fue una corriente literaria que vivific¨® simult¨¢neamente las literaturas de Espa?a e Hispanoam¨¦rica. Esa corriente, cuya definici¨®n naci¨® pr¨¢cticamente con san Juan de la Cruz, pervive a¨²n, a pesar del r¨¦quiem que por ella han entonado cr¨ªticos apresurados. Sobre esta base te¨®rica, convencido de que el simbolismo sigue impregnando la literatura contempor¨¢nea en Espa?a, en los pa¨ªses de habla hispana y en el mundo entero, mont¨® el profesor Jos¨¦ Olivio Jim¨¦nez, que ense?a poes¨ªa hisp¨¢nica desde hace veinte a?os en la Universidad de la ciudad de Nueva York, su edici¨®n de El simbolismo, un volumen de ensayos que la editorial Taurus acaba de publicar en su colecci¨®n El escritor y la cr¨ªtica, que dirige Ricardo Gull¨®n.
El camino bibliogr¨¢fico seguido por Jos¨¦ Olivio Jim¨¦nez para llegar a este ¨²ltimo trabajo publicado ha sido largo, intenso y diverso. Su primera tesis doctoral, le¨ªda en Cuba, su tierra, vers¨® sobre Las tragedias de S¨¦neca. Luego, en Madrid, ley¨® otra tesis, esta vez sobre La l¨ªrica cubana contempor¨¢nea. Ambos intereses se compendian, en realidad, en la personalidad de cr¨ªtico que tiene Jos¨¦ Olivio Jim¨¦nez, uno de los pocos tratadistas de poes¨ªa que estudia desde una posici¨®n equidistante -Nueva York- las l¨ªricas de Espa?a y de Hispanoam¨¦rica. ?Lo que me distancia de uno y otro medio es una perspectiva que me permite tener una visi¨®n universal dentro de la hisp¨¢nico?, dice el cr¨ªtico, que pasa largas temporadas en Madrid, aunque explica que ?si viviera permanentemente aqu¨ª a lo mejor s¨®lo terminar¨ªa sabiendo de los poetas espa?oles. De modo que estimo que mi estancia profesional en Nueva York me depara la posibilidad de disfrutar de una situaci¨®n ¨®ptima?.Hubo, seg¨²n Jos¨¦ Olivio Jim¨¦nez, dos momentos en los que no hab¨ªa que llegar a ese distanciamiento para observar una confluencia entre las literaturas sobre las que trabaja. ?Uno fue la ¨¦poca del modernismo, que coincide con la generaci¨®n del 98. Entonces es cuando Rub¨¦n Dar¨ªo viene a Espa?a. Sin la presencia de Dar¨ªo no se entender¨ªa la poes¨ªa espa?ola posterior. El viaje de vuelta a Hispanoam¨¦rica ser¨ªa el de Juan Ram¨®n Jim¨¦nez y Valle-Incl¨¢n, quienes fueron, en la poes¨ªa y en la prosa, dos influencias permanentemente vivas en las letras de Hispanoam¨¦rica. Fue, podr¨ªamos decirlo, con palabras de Federico de On¨ªs, el reencuentro de Espa?a con Hispanoam¨¦rica despu¨¦s de los conflictos habidos. ?
Y un segundo momento en que esa confluencia se produjo, dice Jos¨¦ Olivo Jim¨¦nez, ?en el per¨ªodo de entreguerras. A Madrid vienen en diferentes ¨¦pocas Vicente Huidobro y C¨¦sar Vallejo. Del ¨²ltimo publican Gerardo Diego y Bergam¨ªn la segunda edici¨®n de Trilce, en 1930. Y en ese per¨ªodo se destaca la presencia en Madrid de Pablo Neruda, quien llega en 1933, funda revistas y traba una estrecha amistad con poetas como Miguel Hern¨¢ndez, Federico Garc¨ªa Lorca y Vicente Aleixandre. El "viaje de vuelta", por seguir dici¨¦ndolo con esa expresi¨®n, se produce con la repercusi¨®n que tiene en Hispanoam¨¦rica la obra de autores como Aleixandre y Lorca, que se conocen all¨ª muy puntualmente y que influyen de modo decisivo en la poes¨ªa que se hace. Y hay una tercera etapa peligrosa, la de los a?os cuarenta, en que se produce un distanciamiento prejuiciado en el sentido de que lo que viene de Espa?a los parece franquismo a los hispanoamericanos, refractarios ante lo que estiman que es literatura oficial. Esta separaci¨®n ya empieza a modificarse, como muy bien vio Octavio Paz en un n¨²mero de Papeles de Son Armadans. En aquel art¨ªculo, Paz dec¨ªa que este divorcio, fatal para las dos literaturas, le ha recordado a Espa?a el deber de universalidad y de cosmopolitismo que a veces puede ponerse en peligro por una cierta visi¨®n demasiado cerrada y local?. En ese di¨¢logo, Espa?a tiene ?el deber de dar una lecci¨®n de gravedad, de gravitaci¨®n, del enraizamiento que pueda corregir una cierta tendencia a la volatilizaci¨®n e incluso al esnobismo y a la pedanter¨ªa, los grandes peligros de Hispanoam¨¦rica?.
En los ¨²ltimos a?os ese distanciamiento ha sido progresivamente menor, estima Jos¨¦ Olivio Jim¨¦nez. Como elementos que abonan su optimismo, el cr¨ªtico se?ala ?la atenci¨®n hacia los narradores nuevos de Hispanoam¨¦rica y el rescate de ciertas, figuras importantes de la poes¨ªa de all¨¢, como Octavio Paz y Lezama Lima. Creo que en este caso Hispanoam¨¦rica est¨¢ en deuda, porque all¨ª no hay a¨²n un reconocimiento un¨¢nime de los valores de aqu¨ª?.
El simbolismo, una corriente actual
La antolog¨ªa de textos que sobre el simbolismo ha recogido y editado Jos¨¦ Olivio Jim¨¦nez ha sido destacada porque en el libro publicado por Taurus se explora por primera vez lo que ¨¦l cree que es la m¨¢s importante veta del modernismo, que es el simbolismo asociado a los franceses. Los modernistas, seg¨²n Jos¨¦ Olivio Jim¨¦nez, ?ten¨ªan conciencia del simbolismo y quer¨ªan salvar el concepto del modernismo de una mirada excesivamente provinciana, integr¨¢ndola en el contexto de la literatura de aquellos tiempos?. Para realizar la edici¨®n de este libro, Jos¨¦ Olivio encontr¨® ?obligatorio incluir autores espa?oles e hispanoamericanos, como Mart¨ª, Unamuno, Antonio Machado y Juan Ram¨®n Jim¨¦nez, escritores de un lado y de otro que coincidieron en el modernismo?. Jos¨¦ Olivio Jim¨¦nez, como Ricardo Gull¨®n, prefiere hablar de modernismo en lugar de generaci¨®n del 98 para definir el movimiento del grupo de escritores que han recibido esta ¨²ltima denominaci¨®n.Otro de los m¨¦ritos del trabajo es que se ha salvado una carencia: ?No hab¨ªa una bibliograf¨ªa espec¨ªfica, aunque s¨ª difusa, acerca del simbolismo.? Por ello, Jos¨¦ Olivio Jim¨¦nez tuvo que consultar centenares de libros relacionados con el tema y referidos al establecimiento, ?de manera natural?, del simbolismo en Espa?a e Hispanoam¨¦rica ?. Esta corriente vivific¨® de manera simult¨¢nea ?las literaturas de aqu¨ª y de all¨ª?. En Hispanoam¨¦rica, el simbolismo naci¨® asociado, en un primer momento, con el parnasismo. Con posterioridad, el simbolismo surgi¨® dentro de la ¨¦poca modernista y en sus fronteras con el existencialismo del que Jos¨¦ Mart¨ª, Unamuno y, por supuesto, Ortega y Gasset fueron precursores anteriores a Jean Paul Sartre, Martin Heidegger y todo el boom protagonizado por esta corriente.
San Juan de la Cruz, precursor
Jos¨¦ Olivio Jim¨¦nez encuentra en san Juan de la Cruz un precursor de la est¨¦tica simbolista, el que desde una posici¨®n racional analiz¨® la cuesti¨®n del misterio en la poes¨ªa, c¨®mo hab¨ªa que expresar ese misterio. Desde los. tiempos de san Juan de la Cruz hasta ahora, el simbolismo, indica Jos¨¦ Olivio Jim¨¦nez, ?se ha transformado en f¨®rmulas m¨¢s radicales, como las del surrealismo, como ha demostrado Carlos Bouso?o en su reciente libro Superrealismo y simbolizaci¨®n po¨¦tica, editado por Gredos. Al tiempo, el simbolismo ha estado en medio de luchas dial¨¦cticas, como las que le enfrentaron con el realismo?. De esas batallas, considera Jos¨¦ Olivio Jim¨¦nez, ?siempre sale vencedor, a largo plazo, el simbolismo, como expresi¨®n del misterio a trav¨¦s de la palabra?.Sobre el ejercicio de la investigaci¨®n critica, Jos¨¦ Olivio Jim¨¦nez tiene ideas claras: ?Yo creo que este es un momento en el que, frente a la tendencia de estudios ling¨¹¨ªsticos estructurales, nacida en el extranjero, habr¨ªa que oponer una rica tradici¨®n hispanoamericana que habr¨ªa que difundir o conocer. Y en esa tradici¨®n est¨¢n las obras de Pedro Henr¨ªquez Ure?a y Alfonso Reyes, en Hispanoam¨¦rica, y las de los Alonso, D¨¢maso y Amado, en Espa?a. En tiempos m¨¢s recientes han surgido Octavio Paz, Carlos Bouso?o y Ricardo Gull¨®n, que siempre han pensado por cuenta propia, sin rechazar lo que se hace en el extranjero, pero reflexionando te¨®rica y cr¨ªticamente de acuerdo con sus propias impresiones acerca de fen¨®menos concretos. ?
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