Lorin Maazel un divo al frente de la Orquesta de RTVE
Orquesta Sinf¨®nica de RTVEDirector: Lorin Maazel,
Obras de Berlioz, Mendelssohn, Ibert Y Str¨¢winsky
Teatro Real. 23 y 24 de febrero.
Si alguien ten¨ªa inter¨¦s por repasar el concepto de divo, encontrar¨ªa en el concierto de Lorin Maazel, al frente de la Sinf¨®nica de RTVE, una nueva y completa explicaci¨®n. El gesto del maestro franco-americano es de mando absoluto sobre la orquesta; exterioriza una perfecta memorizaci¨®n de las partituras interpretadas (bien que todas eran, en esta ocasi¨®n, de super repertorio); advierte al p¨²blico, tanto como a los m¨²sicos, de cu¨¢l es el motivo cuyo plano debe primar en cada momento; seg¨²n la tensi¨®n que desea arrojar sobre el asunto, mira fijamente al instrumentista o le da la entrada displicentemente, sin mirarlo; su gesto sabe ?zarandear? cuando la atenci¨®n puede haber deca¨ªdo y llevarla al punto exacto donde quiera que est¨¦.
Todo esto, naturalmente, est¨¢ al alcance de cualquier mediano actor, pero un divo de la batuta es mucho m¨¢s que esto. El divo Maazel es, adem¨¢s y sobre todo, un gran m¨²sico a la hora de perfilar mentalmente la ?versi¨®n? y un extraordinario int¨¦rprete a la hora de llevarla a cabo. Posee una rara capacidad para comunicar a los m¨²sicos lo que quiere y sabe bien c¨®mo conseguirlo. Su concierto resultar¨¢, en consecuencia, algo m¨¢s que una buena velada musical; ser¨¢ una lecci¨®n que dejar¨¢ huella en la orquesta, aunque -qu¨¦ pena- carezca de la continuidad que todos desear¨ªamos.
El heterog¨¦neo programa anunciado por Lorin Maazel ten¨ªa como ¨²nico punto de novedad la interpretaci¨®n de Escalas, obra de Ibert que cay¨® del programa ?por razones t¨¦cnicas?, esto es, sin que sepamos las razones. En su lugar son¨® el Preludio a la siesta de un fauno, de Debussy, finamente planteado y tocado, con sobresaliente actuaci¨®n del flauta solista. En la primera parte, el entusiasmo del p¨²blico ya hab¨ªa empezado a desbordarse tras una vibrante y rotunda lectura del Carnaval romano, de Berlioz, que calde¨® el ambiente antes de que se nos expusiera la Sinfon¨ªa italiana, de Mendelsshon, con una justeza expresiva, una luminosidad sonora y un preciosismo instrumental tales que, sin duda, ser¨¢ versi¨®n a recordar durante mucho tiempo.
El concierto concluy¨® con la suite strawinskyana de El p¨¢jaro de fuego, tocada igualmente con perfecci¨®n y arrebatadora fuerza comunicativa, nacida ¨¦sta tanto de la pormenorizaci¨®n con que se cuid¨® cada comp¨¢s como del sentido unitario con que Maazel entiende la obra, graduando planos sonoros y tensiones para que la llegada al final sea una aut¨¦ntica culminaci¨®n de un trabajo y no un esperable accidente temporal.
En suma, obras muchas veces escuchadas pero en pocas ocasiones tan gustadas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.