La delantera del Rayo no molesta a Castro

El portero del Sp¨®rting, Castro, tuvo que intervenir en una sola oportunidad a lo largo de todo el encuentro. Detalle ¨¦ste que da una idea de la falta de remate de un Rayo Vallecano quebrado en su l¨ªnea inedia y con serios problemas para alcanzar en jugadas hilvanadas el ¨¢rea de los rojiblancos.El Sp¨®rting, por su parte, vencedor justo en este partido, tampoco luci¨® la fuerza y el juego brillante de que hiciera gala en los comienzos de esta temporada, ni aquel que el pasado a?o, por estas fechas, le hab¨ªa encaramado al primer lugar de la tabla clasificatoria. Novoa, en exceso precavido, coloc¨® a cuatro hombres en la l¨ªnea medular, con Mesa en funciones de exterior derecho falso, que no aprovech¨® los pasillos que en aquella zona se abr¨ªan ante la presencia de Quini en el centro del ataque y Ferrero por la punta izquierda. Pec¨® asimismo en cargar el juego sobre el extremo argentino, que mantuvo durante todo el encuentro una dura pugna con el lateral rayista Anero, quien en ocasiones tuvo que recurrir a oficios pocos ortodoxos para frenar las acciones de aqu¨¦l. Quini, pieza sobre la que gira el f¨²tbol del Sp¨®rting, se perdi¨® entre Uceda y Tanco, que se escalonaron los noventa minutos para frenar sus avances.

El gol de Ferrero puso fin a una primera parte en la que s¨®lo el equipo local consigui¨® hilvanar algunos destellos de juego y rematar a puerta, aunque siempre lo hiciera con bastante imprecisi¨®n. Fueron, sin embargo, minutos en los que la defensa individual realizada de Jim¨¦nez a Salazar, Maceda a Morena y Joaqu¨ªn a Francisco permiti¨® a David canalizar el f¨²tbol de su equipo hasta los aleda?os del portal bien defendido por Mora.

La segunda mitad del encuentro, que se promet¨ªa brillante, result¨® anodina, insulsa y aburrida. El Rayo reaccion¨® ante el descenso de rendimiento fisico de los locales, pero esta circunstancia no fue bien aprovechada por las puntas de ataque rayistas, en las que Morena parece desdibujarse cada domingo entre el aburrimiento y la desesperaci¨®n de no gozar de oportunidades de gol.

Mientras Quini, Mesa, Ferrero y Aguilar ensayaron el tiro a puerta durante esta segunda mitad, lo delanteros rayistas s¨®lo lo hicieron en dos ocasiones. La primera, ya citada, fue un lanzamiento de Morena que Castro, bien situado, no tuvo mayores inconvenientes par detener. En la segunda, Rocamora en ¨®ptima posici¨®n para ensayar e remate, fall¨® un bal¨®n de forma incomprensible. Aqu¨ª se ahogaron las esperanzas del Rayo, que si bien arriesg¨® algo m¨¢s que su rival en el terreno de juego, no tuvo empuje ni ideas para confirmar a Novoa que sus temores eran fundados y su precauciones v¨¢lidas.